La Venganza (Justin&Tu)

Capitulo 18

"La venganza"

Capítulo 18

No podía creerlo. Yo nunca haría daño a la única persona que quería y a la única en la que confiaba. Con esos breves pensamientos llegué a una conclusión: me estaba perdiendo a mí mismo y, si seguía así, me iba costar cada vez más recuperarme. Además, en el proceso de volver a ser yo, me obligaría a mí mismo a recuperar a _____, no la dejaría traumada de por vida.

-K... Kylie, l-lo siento- oh, muy bien, Bieber, ahora tartamudeas.

Ella no me respondió; se levantó rápidamente y se alejó corriendo por el pasillo. Llegué a oír que unos sollozos escapaban de su garganta.

La hubiera seguido de no ser porque tenía un asunto más importante aquí, en éste mismo cuarto. Miré en la dirección en la que se encontraba ____. Ella me miraba con expresión aterrorizada. Me acerqué a ella y noté que se tensó más. En su expresión se sumó algo parecido al recelo. Me entristeció, pero lo más parecido que encontré a su situación era la de un perro que había sido maltratado toda su vida y cuando lo rescataban nunca volvía a ser un perro normal, quedaba con el trauma del maltrato.

-_____, tranquila, no voy a hacerte daño...- hablé con voz lenta y tranquilizante.

Me iba acercando cada vez más hasta que logré sentarme en la cama. Acerqué una mano hacia su cabeza; su reacción fue encogerse aún más. Sin hacer caso a su mala respuesta, posé mi palma sobre las hebras castañas cobrizas y las acaricié dulcemente. _____ se quedó muy quieta, quizá estaba esperando algún daño o algo parecido, pero yo sólo seguí acariciándolo; trasladé las caricias de su pelo a su cuello y noté que todos y cada uno de sus músculos estaban en tensión. Masajeé la zona para ver si lograba destensarla y funcionó, bueno, algo así; apenas sus músculos se relajaban, volvía a tensarlos. Paseé mi mirada por su cuerpo, o lo que podía ver estando él en ésa posición; su espalda estaba surcada por líneas rojizas que marcaban en dónde le había azotado el cinturón, sus piernas estaban manchadas de sangre y semen secos, al igual que sus nalgas. Mi "buen Justin interior" ganó al "Justin,desarmado interior" e hizo que la tomara en brazos y lo llevara hasta el baño.

-¿Te ducho yo, o puedes hacerlo tú?- le pregunté.

Ella se mantuvo en un completo silencio y ni

siquiera me miró, pero se metió al baño y cerró la puerta.

-Supongo que lo haces tú- musité antes de ir a mi habitación a esperar a que acabara de ducharse.

Al cabo de un rato oí la puerta del cuarto de baño abrirse y salí de mi cuarto. Allí estaba _____, con una toalla enrollada en su cuerpo y con gruesas gotas de agua por todo su cuerpo y cabello.

-Quédate aquí- le dije antes de entrar al baño, tomar un toallón y otra toalla. Salí y le envolví con el toallón, haciéndola verse extremadamente pequeña en ésa tela gruesa y suave-. Ven aquí, tú te quedas conmigo- dije.

La volví a tomar en brazos, parecía una gatita que acababa de salir de debajo de la lluvia. La llevé a mi habitación y la senté lo mejor que pude en la silla de mi escritorio. Puse la toalla sobre su cabeza y comencé a secar su cabello suavemente, masajeando su cabeza. Poco a poco fue relajándose hasta que noté que se quedó profundamente dormida. Su cara, tan relajada, me parecía angelical.

La tomé en brazos, quité las toallas de su cuerpo y la vestí dificultosamente para luego abrir la cama, acostarla y arroparla bien bajo las sábanas. Era una pequeña gatita acurrucada en su cesta.

De pronto recordé a Kylie y decidí ir a buscarla. Bajé las escaleras y busqué por toda la planta baja; ella no estaba en ningún lado, lo más probable era que hubiera salido.

Caí en la cuenta de que _____ no había comido nada desde ya hacía mucho tiempo, debería estar muriendo de hambre. Me dirigí a la cocina y preparé un plato de spaguetti, ya que no se me daba muy bien cocinar en serio, tomé un tenedor, y los llevé a la habitación de arriba. Los dejé en el escritorio y sacudí ligeramente el cuerpo de la castaña; se despertó con un sobresalto y se calmó casi al segundo. Cuando desvié mi mirada a sus ojos no encontré nada. Nada. Sus ojos estaban vacíos. Completamente.

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