Hielo/Fuego

Bandos

Jordan:

Desde que la vi me había enamorado de ella. Pensaba que era una chica que no se dejaba por nadie y terminó siendo alguien que aceptaba que un hombre lobo de más o menos 25 años estuviera imprimado-enamorado de ella. 

Pensé que ella explotaría, molesta... Pero claramente eso no pasó. Me había levantado de la fogata que ellos habían encendido y me había ido al bosque.

Necesitaba soltar todo.

—¡¿Por qué?! ¿Por qué me tenía que enamorar de alguien como ella? ¿Por qué no otra chica de mí clase?

Estaba que echaba chispas y deseaba ser uno de ellos para poder competir cómo se debe. Aunque fuera sólo unos minutos...

Quería ser tan fuerte como para descargar toda mi furia y sentimientos.

...

Alec:

Me había mantenido oculto todo ése tiempo en las afueras de la reservación Lobuna, hasta ahora había tenido éxito. Presentía que algo iba a pasar; algo que podía aprovechar para mí bien.

Sentía que venía una gran oportunidad y por supuesto que no la iba a dejar pasar.

No tuve que esperar mucho tiempo para que el nuevo mejor amigo de la pequeña Loba Blanca llegara a mí, dando patadas a todos los árboles que se encontraba. Algo había pasado y lo descubriría.

—Parece que vas a tumbar todo el bosque.

—¡Lo que faltaba!

—Oye, no te enfades conmigo. Sólo quiero preguntar si estás bien y si puedo ayudarte.

—No creo que puedas. Además... ¿Quién eres y qué haces en éste bosque?

—En éstos momentos no querrás saber quien soy. Te necesitaré más tarde y ya para ese entonces sabrás mi nombre, por lo pronto...

No le di tiempo de que me contara lo que en realidad había pasado, presumía que se trataba de un asunto de celos ya que mi nuevo amigo estaba enamorado de ella. 

Le mordí el hombro y no le di ni tiempo de poder correr o gritar. Me iba a venir bien tenerlo en mi bando para poder tener lo que siempre he deseado. A la pequeña Loba Blanca para mí y poder matarla con mis propias manos. 

Mientras él se retorcía del dolor decidí añadir unas cuantas cosas...

—Creo saber quién causó todo esto... Tardarás unas horas en pasar todo el dolor, no te preocupes; pero tú... Tú me vas ayudar a matar a Mí Maldita Loba Blanca. 

...

Jassie: 

La fogata había terminado temprano para todos los presentes. Me sentía más calmada al saber toda la verdad. Papá mandó a "Los Aspirantes" a casa para que repusieran fuerzas para un duro entrenamiento. Sin embargo, ser la hija del Alpha tiene sus privilegios de vez en cuando...

Si mi mamá y mi papá terminaban de resolver un asunto con el abuelo nos podríamos ir. Sebbas se había quedado conmigo. Tenía muchas cosas en las que pensar y muchas preguntas; pero confiaba en que serían respondidas con el tiempo.

Todo se acabó y lo que me sorprendió fue que Jordan aún no volvía. Se fue a principios de la fogata y no ha vuelto. Podía sentir que algo pasaba. No me costó mucho convencer a Sebbas de que me acompañara; después de todo no iba a dejarme sola y apreciaba que quisiera cuidarme. 

A la mitad del bosque comencé a percibir muchos olores. Algunos los reconocí porque eran de mi familia, pero hubo dos que se me hacían nuevos; uno lo recordé, estaba en mi memoria. Era el mismo olor de aquel ser que quiso matarme no una sino dos veces.