Hielo/Fuego

Saltar al vacío

Jassie:

El día de mi cumpleaños fue algo que nunca voy a olvidar, fue la primera vez que le dije te amo a Sebbas y es que todo me hace amarlo... La forma en como se comporta conmigo, su forma de hacerme enojar y reír al mismo tiempo me hacen quererlo por completo. 

El fin de semana pasó de los más rápido y pronto volvimos a la escuela, para la última semana antes de la graduación. Estaba feliz de ya no tener que esconder mis sentimientos a los ojos de los demás. 

Por otro lado me alegraba que Caroline por fin supiera la verdad que rodeaba a Forks desde hace más de un milenio. 

Mi reputación siguió igual, solo a las personas que yo no trataba y que me caían mal seguían creyendo que yo era capaz de acostarme con todos los profesores para sacar calificaciones altas. 

Todos los días era lo mismo, en cuanto entraba a un salón siempre había alguien que dijera "Aquí Viene la zorra" y siempre alguien le contestaba "Zorra tus pelotas". A pesar de que eso sucedía yo continué como de costumbre...

En clases ya no hacíamos nada; salvo los que aún les faltaban materias, pero los demás podíamos dedicarnos a otras cosas... 

Era viernes, hora del almuerzo y muchos estábamos contabilizando las horas para irnos en cuanto sonara la campana; entre esos Sebbas, Caroline y yo. 

—Ahora que vamos a graduarnos no puedo creer que viví toda mi vida sin saber nada de ustedes.

—Mi familia viaja cada tantos años para guardar las apariencias, es por eso que quizá muchas personas te digan que los Cullen no tienen mucho de vivir en el pueblo. 

—Además de que sabemos ocultarnos. Los licántropos no salimos de los límites de la reservación; nada más lo hacemos cuando nos necesitan...

Estábamos hablando sobre todo cuando sentí a Daniela acercarse. 

—¡Vaya! Pero aquí está la zorra ladrona. 

—No molestes Daniela... 

—¡Y tu! — le dijo a Sebbastian — debiste pensar mejor en escoger pareja... Yo sería una chica mucho mejor que esa zorra. ¡No puedo creer que no la dejaras después de enterarte como es en realidad!

—¿Ya terminaste? — le dijo mi chico — para decirte que nadie en todo el mundo me va a hacer cambiar de opinión, ella es mi compañera de vida, la amo y si te disgusta eso te invito a irte. — ella lo miró furiosa.

—Creo que ya escuchaste que nunca jamás se fijará en otra que no sea yo así que ¡Chau! — le dije haciendo un gesto con la mano para que se fuera. 

—¡Te vas a arrepentir! — gritó ella.

—¡Si, claro! — le respondió Sebbas. 

—En poco tiempo ya no nos vemos más las caras, así que suerte intentando vengarte de nosotros...

¡Y por fin se fue! Las horas siguientes ninguno de nosotros quería dejar el tema de vampiros, híbridos, licántropos y todo lo que rodeaba ese mundo. Cuando sonó la campana muchos salieron corriendo tirando todos sus cuadernos por el aire... 

Este año el centro de estudiantes había conseguido permiso para que a manera de celebrar que había nuevos graduados se lanzaran desde lo más alto de las escaleras todos los exámenes de los estudiantes de la promoción saliente. Todos habíamos llevado un montón de papeles. Se contó tres y se lanzaron. 

Todos estábamos felices... A partir de ahora haríamos nuestro propio camino... 

Mientras se desarrollaba todo eso Sebbas me miraba embobado, sabía que estaba orgulloso de mí y me acerqué a él para poder besarle. Muchas personas estaban abrazadas ¿Por qué yo no podría besar a mi novio?