Banco y Rojo

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Jassie:

Ahora era oficial, en menos de 24 horas sería la esposa de Sebbastian Demon. Me moría de ganas de que eso pasara, ya quería que él me viera caminar al altar vestida de blanco, especialmente para él. La boda iba a tener un concepto de ambos, no podía explicarlo porque era muy extraño. 

No solo se centraba en mí sino en él también. El día anterior la habíamos pasado juntos. Mi mamá había convencido a mis tías Rosalie y Alice de que no había nada de malo en que pasara mi último día como novia de Sebbas junto a él.

Así que eso fue lo que hice... Pasé un día muy lindo con él y cuando cayó la noche pude disfrutar una vez más de su cuerpo; aunque por más que él puso resistencia, yo si quería; yo si deseaba ir más allá y a consecuencia de eso terminé sobre la cama agotada junto a él. 

No sé que hora era, pero parecía que todavía no era de día, sentí a mi novio abrazarme fuerte y besarme la espalda en repetidas ocasiones; no sabía a qué venía eso, pero me gustó además me hallaba cansada...

Al despertar lo encontré despierto, estaba mirándome y una de sus manos acariciaba mi pelo. 

—Buenos días... — dije con una sonrisa.

—Buenos días dormilona. — nos miramos a los ojos un buen rato. En ningún momento él detuvo sus caricias en mi cabello y en mi espalda. Hasta que unos golpes en la puerta nos hicieron detener todo. 

—Buenos días... Es hora de arreglarse... La boda comienza en breve así que... — intervino mi tía Alice. 

Sebbas me dedicó una mirada divertida.

—¿Qué esperas? — dijo mi tía Alice mirando nuestros rostros. 

—Ok... Ok... Ya me voy... ¿No puedo despedirme? — le respondió él aún sonriente. 

—Ya tendrás mucho tiempo después de la boda... Ahora, fuera, fuera... — se acercó a mí y me dio un pequeño beso en los labios. El beso iba a ser corto, pero él lo prolongó. — ¡Ya! ¡Fuera! 

Mi tía lo empezó a jalar para que se separara de mis labios. 

—¡Dios! ¡Son peores que Jacob y Nessie el día de su boda! — gritó mi tía Alice cuando salió. 

—Ni los otros llegaron a tanto Alice... — le recordó mi tía Rosalie. 

—¡Bueno basta! Señorita... Arriba, arriba. Necesitamos comenzar, tu mamá y tus dos abuelas llegaran en unos minutos... Ellas fueron a cazar, ya nosotras fuimos así que... 

Ambas tías me empujaron al baño y luego de que tomé una ducha me sentaron frente a mi tocador, justo en ese momento llegaron mi mamá, y mis dos abuelas. 

—¿Cuando fue que creciste tan rápido? — me dijo mi mamá. — todo será perfecto, nena... 

Entre todas me ayudaron a vestirme y más tarde trajeron a mi tía menor para ayudarla a arreglarse. 

—Mamá... — la llamé... — ¿Y si no soy lo suficientemente buena para...?

—No... No... Nena. El matrimonio es algo de dos, Sebbastian te ama, con locura y tu también lo haces. Jamás debes pensar eso. Nunca debes estar insegura de lo que él siente por que puedo decirte que estoy segura de que Sebbastian está tan enamorado de ti como lo es mi amor hacia ti o hacia toda nuestra familia. 

Comencé a llorar un poco por lo que mi mamá me estaba diciendo. 

—No. No debes llorar... Estás hermosa y él se va a derretir por ti cuando te vea. Ahora sonrisa... Escúchame siempre serás mi niña, siempre podrás contar conmigo para todo ¿Si?

Hielo/FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora