Obsesión

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Silvana:

Las invitaciones para el funeral habían sido enviadas. No había muchas personas de afuera, salvo la manada de Jacob en Forks. No quería verlos, aunque sabía que no habían tenido nada que ver con la muerte de mi padre... Una parte de mí sí quería ver a Sebbastian...

Abrazarlo y quedarme en su pecho y que me dijera que todo estaba bien; que me besara y me demostrara que a pesar de las circunstancias podía sonreír. 

Pero la otra parte de mí no quería verlo; por que sabía que no me iba a voltear a ver nunca más. Tenía conocimiento de que asistirían con la roba novios de la hija de Renesmee y de Jacob. Era posible que ya no fuera una niña gracias a los dones de su madre y eso la volvía mi competencia. 

Quería recuperar a Sebbastian fuera como fuera. Aún lo amaba y no me cabía en la cabeza como me dejó por una estúpida bebé recién nacida.

...

Jassie:

El viaje en el tren se me hizo muy corto, me pareció que no hice nada en todo el camino... Sebbas y yo casi ni salíamos de nuestro vagón... Todo era debido a las tantas ganas que habíamos aguantado durante esos meses. 

Llegamos en un abrir y cerrar de ojos a nuestro Destino. Alaska, hasta ahora era un paraíso invernal. Mi papá nos hizo señas para que siguiéramos y pronto estuvimos en la reservación de Silvana.

Dos de los miembros de esa manada fueron a recibirnos.

—Gracias por asistir. Silvana y toda la manada lo agradece.

—¿Cómo está ella? — preguntó mi mamá.

Perder a alguien nunca es fácil... Ella... — una chica los interrumpió antes de que pudiera terminar la frase.

—Gracias chicos... Pero de verdad puedo hacerlo. 

—Estaremos adentro. — fue cuando los dos muchachos se fueron que la chica se lanzó a los brazos de mi novio. 

—Silvana ¿Cómo has estado? — preguntó mi  mamá.

—Es difícil todo esto...

—Lo lamento mucho... Tener que pasar por esto no es agradable.

—¡Como sea! Duele y no voy a negar eso. — ella dio la vuelta y comenzó a caminar.

—Con que ella es Silvana ¿no? — le pregunté a mi novio.

—Sí. Ella es... Debemos tener cuidado...

—No te preocupes por mí, lobito... Yo solamente quiero pasar ésta estadía contigo... — una sonrisa boba se formó en su rostro. Amaba cuando eso sucedía.

...

Silvana:

Podía escucharlos claramente.

—Sabes que esas horas que pasamos en el tren no fueron suficientes ¿verdad?

—Shsh... Están mis padres. — se quejó la estúpida esa.

—No, no nena... No tienes que esconderte... Sabes que me encanta cada vez que te sonrojas. No tienes porqué esconderlo.

Podía escuchar todo lo que le decía. Era insoportable... Sólo quería partirle el cuello. Sabía que era igual a su mamá una semi fría...

Haría todo lo posible para alejarlo de ella.

—Ya llegamos. La casa ha sido remodelada. Sólo tiene 3 habitaciones.  La de invitados, una pequeña y la mía.

—Silvana. No tienes que preocuparte por nosotros. Creo que no hace falta que uno tenga que estar en una cabaña separada... — me respondió Sebbas mientras abrazaba a la niña mimada.

Hielo/FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora