Estaba de pie junto a la ventana de su habitación, había anunciado que dormiría una siesta por un supuesto cansancio que no era más que la excusa para alejarse de la puerta y no tener que despedirse.Se acercó a la ventana al oír los caballos y a través del cortinado vislumbró a Lauren cargando algunos bolsos y a Harry ayudándole a subir. Hizo una pitada a su cigarro mientras se apoyaba en la ventana y los caballos comenzaban la marcha.
Caminó hasta su cama y se desplomó en ella deseando que esa maraña de sentimientos y pensamientos dejaran de alborotarlo y complicar sus planes. Si debía admitir algo sobre ella eran su tozudez, sus bríos, su firmeza y que era bonita, que tenía hermosos ojos y solo eso. Resopló y se puso de lado en la cama, mientras sin proponérselo calculó los días que faltaban para volver a Lancaster.Aquella tarde se aseguró de visitar Balck’s, envió a sus hombres a cobrarle la deuda a Sir Brook, hacía ya un mes que debía y una suma bastante considerable. Solía tener paciencia con sus clientes asiduos, pero lo de él ya había cumplido el plazo. Primero se lo mandaba recordar, luego insistía un par de veces amenazando con hacer aquella deuda pública, algo que no convenía a ningún caballero ni burgués, pues era una pérdida completa de honor no saldar las deudas; si aquello no funcionaba, tocaba enviar a los muchachos que ya no eran tan amables y por última instancia, se adueñaba de todo a la fuerza, mediante los pagarés que firmaban en el club. Debido a esto y a la cantidad de préstamos que otorgaba es que tenía propiedades dispersas por toda Inglaterra, las vendía y reinvertía el dinero en sus negocios principales.
Ahora su propósito más importante era levantar la textil, ese había sido su motor para volver a Londres y no quería volver sin tener todo en marcha y bajo control.Por la mañana, se reunió con Hawthorne para la compra de los carreteles y el resto de la materia prima, todo sería enviado en los próximos días y esperaba que para ese momento las instalaciones estuvieran ya listas y que John ya tuviera todo según lo acordado.
—Pasa adelante Hawthorne. —lo invitó con la mano para que ingresara al estudio.
—William, Aiden, William. Creo que somos amigos ¿verdad?
—Haces amigos con facilidad William…
—Pues si… digamos que la vida social me gusta y la disfruto. —le extendió un vaso con licor.
—Imagino que si… yo en cambio soy bastante selecto y lamento decirte que los aristócratas no están incluidos en él.
—Vaya sinceridad —dijo sonriendo. —Me sorprende entonces que hayas escogido a Elena, pues ella se ha criado entre los más distinguidos aristócratas.
Se molestó de que la nombrara y hasta que le hiciera pensar en ella, ya bastante tenía con recordarla en las noches mientras repasaba las vigas del techo y la trama del cortinado.
—Ella es distinta.
—Seguro que lo es. Una mujer hermosa, maravillosa, que ha suf…
—Hey hey… no necesito que me recuerdes sus virtudes.
—Tranquilo Aiden, es de pura amistad que lo digo, nos conocemos…
—Sí… ya se, pero quiero ser claro contigo William, yo no soy de esas ideas. Ella es mía y me molestan esas confianzas. —le interrumpió.
—Claro amigo. —Aiden tragó todo el brandy mientras ardía por dentro por la conversación. —Valoro tu sinceridad. Por cierto, ¿Dónde está ella?
—En Lancaster.
—¿No estará esta noche en la velada de los Black? —Movió la cabeza en negativa. —Que pena. —dijo estirando apenas sus labios, ante su mirada atenta. —Bueno, me despido y nos veremos esta noche.
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Corazón en Penumbras
Historical FictionN°1 en Ranking Romance Noviembre 2019 N°1 en Ranking Novela Histórica Febrero 2020 Gracias a todos! Esta dentro de contenido adulto porque tiene algunas imágenes de violencia, no con contenido sexual explícito. COMPLETA ¿Que es el matrimonio para...