Sentada a solas en el enorme jardín de su casa, Luna solo pensaba en lo que iba a pasar en unas horas, estaba ansiosa, había pasado tanto tiempo y ya quería estar ahí, quería volverlos a ver, a todos. Tenía que aprovechar al máximo todo el tiempo que tendría, esta vez no había una misión específica, solo una misión personal y lo mejor de todo era que tenía el tiempo a su favor. Desde el otro extremo, escuchó la voz de su madre llamándole, así que con una enorme sonrisa recogió las flores que había tomado y se puso de pie para entrar nuevamente a su casa. Pero algo ocurrió en el momento justo que abrió la puerta, una espesa bruma verde le envolvió quitándole así toda la vista que tenia de su alrededor. Luna se alteró ¿Qué era esto? Intentaba escuchar la voz de su madre, guiarse con ella para poder salir de esa bruma, pero cada vez se sentía más y más arropada en ella. Estaba empezando a desesperarse, no encontraba la salida, no entendía lo que pasaba. Las flores que tenía en sus manos empezaron a marchitarse de vertiginosamente hasta volverse polvo. Algo pasaba con Luna, no podía hacer nada, solo parecía dar vueltas en su propio eje, buscando una salida inexistente, era como si una parte de ella estuviese congelada dentro de sí misma, tampoco parecía poder expresar una sola palabra, y esto era desesperante. Hasta que pareció tomar el control, por lo menos de su voz, y gritó.-
— ¡Mamá! –Ahí, toda esa bruma desapareció, dejándole sola en un espacio vacío. Solo estaba ella en medio de la nada. No habían pasado más de 20 segundos cuando esta bruma verde volvió a aparecer, pero esta vez en lugar de envolverle, le golpeó con fuerza, haciendo así que se despertara sobresaltada. -¡No! –Gritó Luna desde su cama, todo había sido un sueño, un muy mal sueño. Pasó varias veces las manos por su cara mientras se sentaba pegando sus rodillas a su pecho- Fue solo un sueño, solo un sueño. –Tomó una liga para el cabello y se lo recogió antes de levantarse.-
Algunos minutos después, al bajar a desayunar, encontró a sus padres ya inmersos en el trabajo.
— ¡Buenos días! –Saludó con mucha emoción. Le dio un beso a madre y luego a su padre.- ¿Ustedes qué? Ya desde temprano están pegados al trabajo, vamos a relajarnos un poco ¿No? –Decía graciosamente mientras tomaba un vaso para servirse jugo-
—Hay cosas que se tienen que hacer en un momento justo. Ya habrá tiempo para relajarse y descansar. –Respondió Stephen-
—Cuando llegue la jubilación ¿No? No falta mucho para eso.
— ¡Luna! –Darcy le llamó la atención-
—Es broma mamá. –Empezó a reírse- ¿Y? ¿Cómo están tomando todo? –Ante la pregunta tanto Darcy como Stephen levantaron la mirada y suspiraron a la vez- Bastante convincente la respuesta. –Luna bebió un sorbo de su jugo-
—Sabes que no puedo estar muy feliz con esto. Pero en cierto modo siento que todo esto te va a venir muy bien para que organices tu futuro. –Respondió tranquilamente Darcy mientras le tomaba la mano-
— ¡Gracias mami! –Luna volteó hacia su padre- ¿Y tú?
—Creo que hemos tenido esta conversación muchísimas veces, y siempre llegamos al mismo punto. Yo confío en las decisiones que tomas, eres ya una adulta y estás consciente de todo. –Luna torció la boca.- Además, pienso igual que Darcy, esto podría servirte para ponerte en orden. Claro está, si sigues las indicaciones.
—Pueden contar con eso. Yo no es que confíe mucho en mis decisiones, pero siempre me las arreglo para que todo me salga bien. Y esta no será la excepción. Eso téngalo muy claro. –Le tomó la mano a él también y sonrió.-
Algunas horas habían pasado, ya todo estaba listo para aquel viaje que prometía muchísimo, en muchos aspectos.
—Tengo que volvértelo a decir, esta vez las cosas serán diferentes. El tiempo no va a pasar de la misma manera, tantos días pasen allá, van a pasar aquí. –Luna asentía- tienes claras las reglas que debes seguir, las indicaciones que te di. Sé que no eres una niña, pero me hiciste una promesa.
—Sí papá. Estoy muy consciente de todo lo que tengo que hacer, de cómo debo hacerlo. Tengo también presente el motivo por el cual estoy haciendo esto. Pero también estoy clara que muchas veces me voy a desviar del camino. Ustedes dos también lo saben. –Tanto Darcy como Stephen negaron mientras sonreían- Todo va a estar bien. Por cierto, me encanta esa camisa que tienes, el rojo es, fuerte. Me gusta.
—Esta camisa me la regalaste tú para mi cumpleaños. –Luna encogió los hombros riendo-
—Ya decía yo, ese buen gusto no es tuyo. Ya papá, no me veas así, todo va a estar bien. –Le dio un abrazo y volteó hacia su madre- ¿Y tú mami? ¿No me vas a decir nada? Pareces molesta.
—No estoy molesta. Solo que, no me gusta la idea de estar tanto tiempo lejos de ti. Y ni puedo decir, si necesitas algo llama, porque no vas a poder llamar. –Le acarició la mejilla- Yo confío en ti, eres una chica independiente y lista, pero mi corazoncito de madre se pone triste al tenerte lejos. –Luna hizo un puchero y le abrazó- Yo sé que todo va a estar bien, pero –Le tomó de los hombros- Siempre queda el sobresalto en el corazón. Eres mi niñita –Le tomó el rostro-
—Todo va a estar bien. En cuanto menos te des cuenta, ya estoy aquí otra vez. –Darcy asintió- Además, saben que los llevo siempre conmigo. –Tocó sus dijes- Les prometo a ambos que me voy a portar bien, voy a seguir las reglas, voy a cumplir con la promesa hechas y…
—Y te vas a cuidar, en todo sentido. –Expresó Darcy haciendo que Stephen volteara violentamente, mientras Luna se ponía roja de la vergüenza.- ¿Qué? Es mejor que…
— ¡Mamá! –Le gritó Luna- Ya ¿Sí? Quedó claro. –Estaba apenada- Yo me voy a portar bien. –Se quitó los lentes por un momento y pasó la mano por sus ojos, las lágrimas estaban empezando a hacer su aparición- ¡No! No voy a llorar. –Suspiró y sonrió- Los amo, a los dos. Prométanme también que se van a cuidar de cualquier cosa, sobre todo tu. –Señaló a Stephen- Tu que te la pasas con cosas de otras dimensiones. No quiero que les pase nada malo a ninguno de los dos, porque ya ustedes mismo lo dijeron, no pueden levantar un teléfono para decirme lo que está pasando. Así que el compromiso debe ser mutuo –Volvió a suspirar y corrió a los brazos de sus padres- Los voy a extrañar, pero aquí vamos a estar, justo hoy, pero dentro de un año, y las cosas van a estar mucho mejor. Se los aseguro. –Esa enorme sonrisa iluminaba su rostro, pero sus ojos reflejaban una lucha entre la esperanza y la tristeza. Y entonces, empezó la verdadera despedida, aquella en la que Darcy no pudo contenerse y empezó a llorar. Besos y abrazos iban y venían. Todo lo que reflejaba aquel momento era puro amor. Stephen junto a Luna se alejaron un poco, al lugar exacto mientras Darcy seguía llorando. Él, antes de hacer todo lo que debía hacer para que ella pudiese irse, le dijo un par de cosas al oído, mismas a las que Luna asintió muy seria y luego le dio un abrazo. Stephen se alejó y empezó a conjurar en voz baja, una luz blanca empezó a envolver a Luna, ella sonrió y se despidió de ellos con la mano. Cuando Luna ya no estaba frente a ellos, Darcy empezó a llorar con más intensidad, mientras tomaba su pecho. Stephen fue hacia ella y le abrazó.
— ¡Hey! Está bien, todo va a estar bien. –Darcy intentó calmarse pero no podía- ¿Qué es lo que pasa? Cuéntame.
—No lo sé, hay algo que no me deja estar tranquila. Siento una presión en el pecho enorme. Es como un presentimiento. Quizás sean solo los nervios, pero, siento que algo no va a salir bien.
—Ok, vamos a intentar calmarnos y no pensar en esas cosas. Confiemos en que todo va a salir bien y que justo en un año, ella estará con nosotros otra vez ¿Sí? –Dar asintió, pero esa sensación no se iría tan fácilmente. Stephen intentaba contenerla, pero tampoco era estúpido, este viaje no le gustaba para nada, había algo que le hacía sentir incomodo, pero tenía que apoyar a Luna en sus decisiones.-
En el otro mundo, Jor estaba en casa organizando algunas cosas luego de llegar de la universidad. Todo estaba patas para arriba y odiaba ver su casa así, pero el tiempo no le estaba dando mucho para detenerse a arreglar todo, así que tenía que aprovechar esos momentos “libres” para darle una ayudada al departamento. Además, aprovechar que Anne no estaba en casa porque siempre pasaba algo cuando ella estaba ahí que les hacía desconcentrarse, bueno o malo, siempre había algo. Tenía casi dos horas acomodando absolutamente todo, sentía que por aquel lugar había pasado un tornado que había dejado todo donde no iba y era aterrador. Al ver que estaba por terminar, estaba empezando a sentir una tranquilidad enorme, sí, tampoco era que le gustara mucho andar en una de acomodador y limpieza, pero tampoco le gustaba estar así. Y fue allí cuando escuchó el timbre sonar.
— ¡Un momento! –Gritó mientras la persona del otro lado de la puerta no dejaba de tocar- ¡Un momento! –Volvió a gritó nuevamente, pero esta persona era increíblemente insistente- Dije que ya voy. –Esta vez gritó con un poco de molestia en la voz- ¿Qué le pasa a esta persona? ¿Acaso pienso que soy sordo o qué? –Se quejaba mientras caminaba hacia la puerta- Ya voy, ya voy, ya voy –Repetía mientras se acercaba a la manilla. Al abrir, una sonrisa se fue dibujando lentamente-
— ¿Habías olvidado lo irritante que puedo llegar a ser? –Preguntó graciosamente aquella pequeña rubia que dibujó una sonrisa-
— ¡¿Luna?! –Exclamó visiblemente sorprendido-
— ¡Sorpresa! –Solo dijo esto cuando él le abrazó con algarabía.-
ESTÁS LEYENDO
Another Magical Issues
FanfictionHan pasado tres años desde los hechos ocurridos para salvar la estabilidad del multiverso. Luna había regresado a su mundo junto a sus padres, mientras Jor vivía su nueva vida junto a Anne. Todo marchaba de viento en popa, pero a veces una simple de...