Para poder saber lo que pasó, es necesario echar un vistazo hacia atrás, a ese momento en el que Luna cayó inconsciente. Estando en el aire, estaba a punto de conjurar los siete soles de Cinnibus, su intención era terminar con todo de una vez, pero al apenas intentarlo, una inmensa presión en su pecho le paralizo, era como si le estuviesen quemando desde adentro. Este ardor le fue recorriendo todo el cuerpo. Toda su visión se oscureció, sentía como iba perdiendo el control de su cuerpo y como poco a poco iba desfalleciendo, hasta que un último golpe de dolor en el pecho le hizo perder el conocimiento.
Y eso fue lo último que experimentó Luna de forma consciente. Pero después, con mucho dolor, despertó en una inmensa oscuridad, estaba sola y con mucho frio. Lentamente se fue levantando del suelo húmedo, estaba temblando tanto por el frio como por la sensación en general. Aunque estaba intentando mantener la calma. Veía hacia los lados deseando ver algo, lo que sea, en toda esa oscuridad.
—¿Hola? ¿Hay alguien? –Solo escuchaba el eco que producía su voz- ¿Qué es este lugar? –Mientras hacía estas preguntas, escuchaba el sonido de una cabalgata. Buscaba con desesperación de donde provenía el sonido, pero no se vía nada. Hasta que, a lo lejos, una luz verde empezó a acercarse, y el sonido a hacerse más fuerte. Una risa macabra retumbó en el lugar haciendo que su piel se erizara. –
—¡Luna Strange! –Frente a ella se detuvo este ser cadavérico, de largo cabello negro e intensos ojos verdes fluorescentes. Montaba un caballo negro, mismo que no tocaba el suelo y estaba envuelto en una luz igual de fluorescente que los ojos de su jinete. - Por fin te tengo al frente. No tienes idea de las ganas que tenia de conocerte en persona.
—¡Nightmare! –Era increíble como después de todo se sorprendía-
—En persona. –Se bajó del caballo- Como ha pasado el tiempo, tengo que reconocerlo, te has convertido en una jovencita encantadora. –Caminó alrededor de ella- Y pensar que casi hago que no nazcas. Me disculpo por eso, podré ser un demonio, pero tengo modales.
—¿Qué es lo que quieres? ¿En dónde estoy?
—Apenas estás llegando ¿Vas a empezar con las preguntas? Para responderlas hay tiempo, tu deberías saberlo de sobra. –Sonrió mostrando aquella dentadura filosa. Movió su mano para hacer aparecer lo que sería el escenario de momento. Una habitación enorme con apenas un par de sillas- Toma asiento por favor. –Luna le miró con desconfianza, pero se sentó, él hizo lo mismo frente a ella- Es bueno cuando nos entendemos. Evidentemente hay preguntas, muchas dudas que responder, pero para eso estamos. Ha sido difícil, no te lo niego, eres muy fuerte, más fuerte que tu padre. Pero todos tienen un miedo y tú, no eres la excepción.
—Entonces ¿toda tu cuenta atrás fue solo para descubrir mis miedos?
—No, no exactamente. Quiero hacerte un ofrecimiento.
—¡No! –Respondió antes de escuchar cualquier cosa que pudiese decir-
—Acostúmbrate a no interrumpir cuando te hablan. Eso es de muy mala educación. Vamos Lunita, perece que tus padres no te educaron lo suficientemente bien.
—Al contrario, lo hicieron tan bien, que sé cuándo decir que no. Sobre todo, a ofrecimientos de demonios. Porque al final, siempre salen mal. –Nightmare volvió a sonreír-
—Ahí tendríamos un problema entonces. Digamos que no escuchas o que no aceptas. No vas a poder regresar. –Se levantó para caminar alrededor de Luna- Para asegurarme de que estuvieses aquí, digamos que tuve que recurrir a métodos, poco ortodoxos, pero que a la vez complementaba mi modus operandi. –Luna arqueó la ceja y sonrió-
—¡Vaya! Que dramático. Estoy dormida, eso lo sé, en cualquier momento voy a despertar. Y cuando lo haga, te juro que me voy a deshacer de ti. Mira –Le levantó frente a él- Tu a mí no me das miedo, por algo estoy aquí ¿No? Dejé que corriera tu juego para que tuvieses frente a frente. Y ya está. Salgo de aquí y terminamos con esta pesadilla.
—Ay dulce niña. Al parecer en lo único que no pensaste es que después de la muerte puedes estar en sueño también. –La sonrisa de Luna se borró- ¡Oh! Lo había olvidado. No estás durmiendo, estás muerta.
—¿Qué? No, no, no. Es un truco, es solo un truco tuyo.
—¿Un truco? Podré ser un poco tramposo. Pero jamás, sería un mentiroso. –Le habló al oído. Luna empezó a sentirse nerviosa. Negaba repetidas veces- Y es así, querida Luna, como se experimenta el verdadero temor. –Con un pequeño movimiento volvió a oscurecerlo todo. - Estás sola, y a nadie le importa lo que está pasando contigo.
—Es mentira, no es más que otra mentira. Al igual que todas esas visiones que me hiciste ver. –Volvió su mirada a él, esta vez ya no tan segura. - Nada de esto es real.
—Adorable y dulce niña. –Tocó su barbilla con esa afiladas uñas largas- A veces ser tan positivo, no es bueno. Nada era falso, todo, absolutamente todo lo que llegaste a ver es tus pesadillas, no son más que sentimientos arraigados en las personas que te rodean, verdades que no se han dicho, consecuencias de las acciones, de las respuestas ¿Por qué te traje hasta acá? –Empezó a mostrar frente a ella todas esas cosas malas que había vivido, desde que era una bebé. Mostraba esos sueños, esas pesadillas que había tenido. - Te lo dije, estás sola. A nadie le importa lo que pase contigo. Tu papá no está aquí, ni siquiera sabe lo que pasó, al igual que tu madre. A tu “hermano”, solo le importa si mismo. En cuanto se dé la vuelta, se olvidará que alguna vez estuviste en su vida, y será completamente feliz junto a su chica. –Mientras decía estas cosas, le mostraba imágenes- ¿Peter? ¿Realmente creíste que tú le importabas? Vamos, eres tan ingenua. Solo estás para pasar el rato. –Le hacía ver diversas imágenes de Peter sin ella- Yo te ofrezco la eternidad, una eternidad llena de verdad, llena de poder. –Hizo que le viera de frente- Tu y yo juntos podríamos hacer cosas enormes, podríamos convertirnos en el dúo más poderoso, del multiverso. Solo tienes que verlo, yo soy el único que realmente se preocupa por ti, el que te hace ver la verdad. –Ella seguía en una especie de Shock- Pero te va a hacer falta vivir un poco de la experiencia Nightmare. –Volvió todo escuro nuevamente y le hizo aparecer dentro de su laberinto. -
Si tan solo se tratara de salir de aquel laberinto, ella lo hubiese intentado y ya. Pero las cosas con Nightmare nunca eran sencillas. Además de haberle taladrarle la cabeza con esas palabras, que sí, exponían sus miedos, sus temores. El miedo a la soledad, el miedo a la muerte, el miedo a la traición. Le hacía repetir una y otra vez, momentos desagradables que tenían que ver con sus allegados. Con cada vuelta que daba en el laberinto, se encontraba con una nueva situación. Pero no solo las veía, era parte de ellas. Y eran tan envolventes, que en muy poco tiempo lograron adentrarla ciegamente. Lograron hacerle sentir y sufrir cada una de las cosas que ahí pasaban. Era agobiante, desesperante. No podía pensar si era mejor estar sola, completamente sola, o estar acompañada y que de pronto te lanzaran una puñalada, de forma literal.
—¡Ya basta! ¡Ya basta! –Se tapaba los oídos para no escuchar las risas de todos, especialmente la de Nightmare- ¡Basta! ¿Me vas a torturar para siempre?
—No es tortura, es hacerte ver la verdad. –La voz del demonio retumbaba en todo el laberinto- Por más que quieras a las personas, ellos no te quieren a ti. –
—¿Y la única opción que tengo es unirme a ti?
—Al parecer sí. –Respondió riéndose.Luna negaba mientras las lágrimas corrían por su rostro. Intentaba concentrarse para lograr salir de ese lugar, pero no podía, y más si era cierto lo que él le dijo, si su cuerpo estaba muerto, no iba a lograrlo jamás. Era tan grande la desesperación que estaba sintiendo que se lanzó al suelo a llorar con sus manos tapando sus ojos. De pronto sintió que todo quedó en silencio. Tuvo miedo de siquiera abrir los ojos, no sabía con qué se podía encontrar. Con mucha lentitud fue abriéndolos, y para su sorpresa, se encontró en la calle, en el mismo lugar que estaba antes de perder la conciencia. Escuchaba las sirenas sonando, a las personas hablando y comentando lo que había pasado. Ella estaba sentada en el suelo, así que tuvo que levantarse para poder ver con sus propios ojos, percatarse si era real o no lo que estaba viendo. Cruzando la esquina, vio a todos reunidos. Cuando Jor la vio corrió hacia ella.
—¡Luna! Estas bien. –Le abrazó- Estaba muy preocupado por ti.
—Esto no es real ¿Verdad? –Desconfiaba de todo lo que tenía alrededor-
—¿De qué hablas? ¿Cómo que no es real? Es real. Luna, te desmayaste y nosotros tuvimos que terminar con esto ¿Estás bien? –Ella veía nerviosamente a los lados- ¡Hey! ¿Qué tienes? ¿Estás llorando?
—Todo esto falso. Es mentira todo esto. Yo estoy muerta. –Hablaba con desesperación-
—Luna me estás asustando. –Ella estaba temblando y sollozando- Voy a llamar a…
—No, no, no –Le tomó del brazo- No llames a nadie. Por favor, sácame de aquí, por favor sácame de aquí. Te lo pido. –Le suplicaba con lágrimas en los ojos- Te lo ruego, sácame de aquí. Por favor.
—Ok, te voy a sacar de aquí. Vamos a ir a casa. Ven. –Le tomó la mano y le invitó a caminar. Todo parecía normal, pero algo le hizo detenerse y querer soltar la mano de su hermano. - ¿Qué pasa?
—No, no… No vas a volverme a engañar. No otra vez, ya no más. Tú no eres real. —
—¿Y tú si lo eres? –Ese semblante oscuro se hizo más profundo- ¿Qué te hace pensar que lo que piensas es real, lo sea de verdad? El mundo perfecto como lo deseas, no existe. Ese mundo en el que todo gira a tu alrededor, es mentira. –Le tomó el rostro para verle de frente. - Ni tú lo eres, ni tu existes en este mundo. Así que no pidas que no te vuelvan a engañar. Yo hago demasiado por ti, así que deberías agradecerlo. Podríamos ir a casa juntos y hacer que esta pesadilla termine ¿Acaso no quieres que termine? –Ella asintió- Tú tienes la última palabra. Podrías quedarte, conmigo. –Estaba empezando a envolverle- ¿No quieres quedarte conmigo? Solos tu y yo. –Luna tenía una sonrisa que poco a poco fue borrando-
—¿Y Peter? ¿Y Anne?
—¿A quién le importa ellos? Si estamos tu y yo juntos, los demás dan igual.
—¡No! –Se separó de él- A mí me importan.
—Ese es tu problema. Te preocupas demasiado por las personas. Y por eso, no vas a salir nunca de aquí. –Al decir esto, le empujó contra una pared y le estrelló la cabeza varias veces. Con un fuerte grito, Luna volvió a caer en aquel laberinto. Esto era un espiral sin fin-
—Así van a ser las cosas Lunita, la eternidad es mucho tiempo. –Nightmare se reía macabramente, retumbando por todo ese lugar. -
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Another Magical Issues
FanfictionHan pasado tres años desde los hechos ocurridos para salvar la estabilidad del multiverso. Luna había regresado a su mundo junto a sus padres, mientras Jor vivía su nueva vida junto a Anne. Todo marchaba de viento en popa, pero a veces una simple de...