Capítulo 2

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Y ahí estaban los dos, súper emocionados, abrazados, era muy grande la felicidad que sentían al verse nuevamente. Había pasado poco más de un año desde la última vez que se pudieron ver, y siempre era lindo volverlo a hacer.

— ¿Cómo? ¿Por qué no sabía que ibas a venir? –Le preguntó él-

—Tampoco tenía que dar parte de eso. Quería hacerlo, ya ha pasado mucho tiempo desde que no nos vemos y… -Se adentró al departamento mientras él cerraba la puerta- Los extrañaba, extrañaba a todos.

—Claro, porque la última vez que viniste ni mostraste luces.

—Tenía prioridades en ese momento. –Dijo con una sonrisa.- Pero ya estoy aquí, dando la cara. –Se sentó, y Jor junto a ella. Él se le quedó viendo mientras le sonreía- Ay por favor, que guapo estás. Debe ser el tiempo que no te veo. Eso sí, veo que tus entradas están más pronunciadas. –Jor abrió la boca y sacó su celular para verse-

—No me digas esas cosa Luna.

—Yo solo digo lo que veo. –Encogió los hombros-

—Voy a cambiar de peinado. –Decía mientras se movía el cabello hacia un lado- ¿Y Tú? Tú estás hermosa. Igual de pequeña, pero muy linda. –Luna encogió los hombros y sonrió en señal de aceptación.- ¿Qué ha pasado en todo este tiempo?

—Muchas cosas, la verdad. Pero ya habrá tiempo para hablar de todo eso.

— ¿Si? ¿Cuánto tiempo te vas a quedar?

—Un año. –Jor se emocionó al escuchar esto.

— ¿Es enserio? ¿No estás jugando conmigo?

—No, de verdad me voy a quedar un año. Hice un trato con mi papá. Este será un año en donde tengo que descubrirme a mí misma, tengo que saber lo que quiero hacer con mi vida. Una de las condiciones que tuve era conseguir un empleo, pero en otro ambiente, lejos de ellos, para saber cómo me puedo desenvolver en otro plano. Y eso, me voy a quedar.

— ¿Te vas a quedar aquí?

—No, aquí no. Hay muchas razones por las cuales no me puedo quedar aquí, una de ellas y la más importante, es Anne. Ustedes tienen ya una dinámica de pareja, yo no puedo venir a interferir. –Jor asintió un poco cabizbajo- Me voy a quedar en mi casa, ¡Uy! Mira como suena eso, mi casa. –

— ¿Te vas a quedar con el Doctor Strange?

—No, me voy a quedar en mi departamento. Aquel cuchitril, como le decías. Según tengo entendido, ya está más organizado y habitable. Y sí, es sorprendente, pero me vine a enterar que es mío. Está a mi nombre. Una locura. 

—Sí que lo es. Bueno, imagino que está bien, necesitaras tu propio espacio. –Ella asintió- Aunque sí me hubiese encantado tenerte aquí otra vez.

—No hay que lamentase por esas cosas. Hay que manejarlo todo de la mejor forma. Claro, a mí también me hubiese encantado compartir más  tiempo contigo, pero vamos a llevar una relación de hermanos emancipados. Por el bien de todos. –Jor asintió- Mejor respóndeme algo ¿Cómo llevas las cosas con Anne? –Él apretó los labios y movió los ojos- Eso no se ve bien.

—No, al contrario. Estamos muy bien. Las cosas están como siempre estuvieron.

—Bueno, yo ese “como siempre” no lo conozco. Tú nunca me hablaste de cómo era su relación. Pero viéndote y escuchándote, la verdad no me da buen aire.

—Discutimos, discutimos mucho. Pero siempre nos arreglamos rápido. También es porque no estamos todo el tiempo juntos, ella está estudiando, yo estoy por terminar la universidad, me consume más tiempo y… eso. Pero estamos bien. –Luna se quedó en silencio viéndole fijamente, eso sonaba tan raro ¿Era normal estar bien mientras se discutía todo el tiempo?-

—Claro, también imagino que te quita tiempo el estar con los chicos, en el cuartel y eso ¿No?

—Honestamente, ya casi no paso por ahí. –Esto le sorprendió- Sí, he hablado con los chicos, pero ya no estoy todo el tiempo ahí. Yo te había dicho que quería una vida normal, ya ni uso la magia. Pero estoy bien, creo que encontré la vida que quería. –Luna se moría por preguntar ¿Qué le pasaba realmente? Pero se contuvo.-

—Entonces ni preguntar si has hablado con Peter ¿No?

—La verdad no. Además, él también tiene una vida bastante ocupada y las veces que he ido a ver a los chicos, él no ha estado y no, no tengo idea de qué ha hecho tu novio con su vida.

—Primero, él no es mi novio. Bueno, no sé, creo que no. Nunca hablamos de un título. Segundo, han pasado dos años desde la última vez que hablé con él. –Respiró profundo- Y nada, si está con alguien, está bien. Eso sí lo habíamos hablado. –Asintió con pesar- Pero ya veremos. Habrá tiempo para todo. ¡Ay Jor! –Le acarició la mejilla mientras negaba- En este momento quiero… -Luna se vio interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose.-

—No vas a creer lo que me… -Anne se adentraba al departamento muy animada, pero al ver a Luna sentada junto a Jor se interrumpió a sí misma. Estos dos se pusieron de pie.-

— ¡Anne! Qué bueno que llegaste. –Se emocionó él- Mira quien está aquí.

—Sí, lo veo. Luna, claro. Como no recordarte. –Respondió Anne un poco descolocada.-

—Ay, es un gusto verte otra vez. –Luna fue hacia ella y le dio un abrazo. Al dar un paso hacia atrás y verlos a los dos juntos, una enorme sonrisa se dibujó en el rostro de Luna- Son tan bonitos juntos. Me encanta como se ven. Que loco ¿No? Solo nos vinos una sola vez hace ya tres años, que te acuerdes de mi es…

–Es normal, créeme ¿Cómo podría no recordarte si aquí se hablan maravillas de ti? Casi todos los días. Además, te veo cada mañana en la mesa de noche. –El tono de Anne no era muy amable, era evidente que la presencia de Luna no le cayó muy bien al momento. La joven Strange se estaba empezando a sentir incomoda-

—Luna se va a quedar…

— ¿Aquí? –Interrumpió a Jor con esta pregunta-

—No, aquí no. Tú tranquila que yo no voy a afectar su convivencia. Solo me voy a quedar por aquí, por estos lares un tiempo. De verdad espero podamos conocernos bien y poder llegar a ser amigas. –Decía ella muy risueña. Anne asintió con una mediana sonrisa. Entonces un incómodo silencio se apoderó del momento- Ehhh, yo me tengo que ir. –Intervino rápidamente Luna-

—No, quédate a comer con nosotros. –Le invitó Jor-

—De verdad gracias, pero no puedo. Quiero ver a los chicos y… Y luego tengo que ir a donde el señor Strange a ver una cosas. Pero queda pendiente para otro día. Fue un gusto verte Anne –Se despidió de ella con un beso en la mejilla-  Estoy muy feliz de verte otra vez. –Abrazó cálidamente a Jor- Nos vemos después. –Le dio un beso en la mejilla y salió del departamento bastante incomoda. Al quedar a solas, Anne respiró profundo mientras se quitaba la chaqueta.-

—Está aquí, ahora está aquí. –Repitió muy bajo- Esto será divertido ¿No? –Le preguntó irónicamente a Jor- Será divertid. –Le tocó la cara y le pasó de largo, dejándole a solas en medio de aquella sala-.


Luna por su parte se dirigió hacia el cuartel. Aunque había quedado con un mal sabor de boca por lo que había pasado hacia unos minutos, sus ganas de ver a los chicos eran mayores, así que abrió un portal que le llevó hasta la puerta del lugar. Estuvo ahí, de pie por unos minutos, no sabía si tocar o intentar entrar. Hasta que intentó entrar con su código de acceso, ese que le habían dado cuando entrenaba ahí. Sorprendentemente este funciono. Se adentró al muy silencioso lugar, pareciera que no hubiese nadie ahí. Caminaba por los pasillos en silencio, hasta empezó a hablar buscando algún rastro de vida.

— ¡Hola! ¿Hay alguien por aquí? ¿Hola? No sé si soy bienvenida por aquí todavía ¿Hay alguien? –A lo lejos escuchó que se abrió una puerta- Sí, por aquí hay una persona ¡Hola! –Había entrado a la sala de control y no había nadie, pero al salir se encontró de frente con Cassie-

— ¡¿Luna?! –Gritó emocionada- No puedo creerlo. –Le abrazó- No puedo creer que estés aquí ¡Ay! –Le volvió a abrazar-

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