Varios meses habían pasado, todo estaba relativamente bien en la vida de todos. Luna había empezado su carrera universitaria, la relación que tenía con Peter iba de viento en popa, él estaba trabajando en la revista TIME, una locura que jamás se hubiese imaginado. Del otro lado, en el otro mundo, la relación entre Jor y Anne iba por buen camino, no estaban juntos, pero tampoco estaban separados, era una especie de relación abierta, pero que no veía hacia los lados, solo hacia ellos. Era un poco raro.
Pero vamos a quedarnos con ellos dos en este momento. Como se había hecho costumbre, Jor llevaba a Anne cada día a la universidad. A veces se quedaba con ella mientras esperaba a tener la primera clase. Esa fue una de esas mañanas.
—No me cabe en la cabeza ¿Cómo pudiste ocultarme el hecho de que tienes un entrenamiento especializado?
—¿Por qué lo dices? No le veo nada de otro mundo, simplemente quería mantener intacta mi imagen de linda flor delicada.
—Pero nos privaste de momentos increíbles. –Anne frunció el ceño- ¿Sabes lo que hubiésemos podido divertirnos entrenando juntos? Hubiese sido genial.
—Tienes razón. Eso no te lo voy a negar, pero tampoco hay que lamentarse así, ninguno de los dos se ha muerto. Podríamos reunirnos un día y entrenar. Para que veas como te puedo patear el trasero.
—¿Es enserio? ¿Me estás retando? –Anne asintió- No sabes con quien te acabas de meter.
—Tú no sabes con quien te metes. Vas a entrar en mi terreno y puedes salir muy mal. –Los dos se reían- Ahora enserio ¿Sí quieres que entrenemos juntos? –
—Claro que sí, me gustaría compartir ese momento contigo, algo diferente.
—Ok, déjame ver. –Respiró profundo- Mi mamá hoy no va a estar en casa, está a mil en la oficina, las cosas están de locos. –Negó- Me desvié un poco. Ella no va a estar hoy, podrías ir cuando te desocupes y podemos entrenar.
—¿En tu casa? ¿Y sí tienes un lugar?
—Te vas a sorprender. –Respondió con picardía, haciendo que él sonriera. El timbre principal empezó a sonar haciendo que la mayoría de los chicos que estaban por los alrededores empezaran a moverse- Tengo que ir a clases, pero, tú me dices ¿Aceptas?
—Claro que acepto. Me vas a tener ahí esta tarde.
—Perfecto, pero tienes que ir preparado, porque no vas a poder conmigo. –Hizo el amague de darle un golpe y luego rio- Nos vemos más tarde. –Le abrazó, le dio un beso en la mejilla y se alejó. Ya estando a varios metros de distancia volteó para despedirse con la mano. Él hizo lo mismo. Cuando ya ella estaba fuera de su vista, una sonrisa enorme se le dibujó en el rostro, y asintiendo solo, se dijo a sí mismo- "Nos vemos más tarde." –
Bastante ya caída la tarde, casi entrando la noche, Jor tocó el timbre de la casa de Anne. Fue apenas sonando el timbre, ella abriendo.
—Pensé que no ibas a venir. –Expresó con un tono de preocupación-
—Lo siento, se me complicó un poco, pero aquí estoy. –Anne respiró profundo y le invitó a entrar-
—¿Quieres tomar algo?
—No, gracias. –Cuando respondió eso se dio la vuelta poniéndole frente a ella margarita- No es tan linda como tú, pero está linda. Anne tomó aquella flor y se acercó a él con una sonrisa-
—¿Cómo es que eres tan lindo? –
—No lo sé ¿Genética? –Respondió gracioso, haciendo reír a la chica-
—Ay, no seas tonto. Ven por acá –Le guio por un pasillo al fondo del salón principal. - Con mi mamá ambientamos esta habitación para poder entrenarnos. Es divertido cuando lo hacemos juntas, hasta te podría decir que muchas de las cosas que sé, las aprendí de ella. –Apretó el botón de un control remoto que hizo que la puerta frente a ellos se abriera y que las luces internas empezaran a encenderse-
—¡Wow! Tengo que admitir que estoy muy sorprendido. –Expresó mientras se adentraba y dejaba el bolso que tenía en su mano, de un lado- Es enorme. –La habitación era literal una sala de entrenamiento, toda despejada. En algunas esquinas había indumentaria y artículos de todo tipo. –Anne accionó nuevamente el control haciendo que algunos estantes, con más implementos, salieran de las paredes- ¡Wow! Y otra vez ¡Wow! Este lugar es increíble. Está mejor equipado que la sala de entrenamiento que usamos en el cuartel. Esto es genial. Pero –Volteó a verle a ella- Que tengas un mejor lugar, no quiere decir que seas mejor que yo.
—¡Ah claro! Eso lo veremos. –Accionó el control guardando aquellos estantes y cerrando la puerta-
—Eso lo veremos. –Para entrar en ambiente, Jor se quitó el suéter que llevaba puesto-
—¡Pero que sexy! –Gritó Anne burlándose un poco. Jor negó riéndose y se acercó a ella- ¿Qué pasa?
—Permíteme tu mano. –Le tomó la mano derecha, aquella en la que todavía llevaba el anillo. Se le quedó viendo y se lo quitó- No queremos que se pierda otra vez ¿No?
—Claro que no.
—Va a estar más seguro aquí. –Lo dejó en uno de los bolsillos de su bolso- Hay que ser precavidos. –Anne sonrió y negó-
Durante mas o menos 30 minutos, los dos estaban en un toma y dame, obviamente no estaban dando el 100% y estaban casi igualados. Claro, él era más alto, mucho más alto, y hasta más fuerte. Pero ella tenía agilidad y precisión. Tanta agilidad que de la nada, sin que él pudiese siquiera visualizarlo, le hizo una tijereta que le dejó tirado en el suelo.
—¿Qué? ¿Qué fue eso? –Preguntó con desconcierto. Anne solo sonreía mientras tomaba aire para poder levantarse- Eres buena, muy buena. –Mientras le halagaba le tomó de los hombros y la inmovilizo contra el suelo- Sí, eres buena, pero confiada.
—Claro, es mi culpa. Hubiese terminado contigo de una vez. –Reía nerviosamente. Jor le tomó la mano y con rapidez le colocó el anillo. - Ok, ya terminamos con esto, ya no se va a perder. –Intentaba recuperar el aliento, pero cuando alzó la mano para apartar su cabello, notó algo diferente. Ese no era su anillo. Este era más grande. - ¿Qué? ¿Qué es esto? –Jor se sentó frente a ella y respiró profundo-
—Cuando te hice aquella promesa, te dije que cambiaría ese anillo por uno de compromiso. –Anne abrió la boca con sorpresa- Y no solo porque lo prometí, sino porque deseo hacerlo, porque quiero, porque te amo. Y… no tienes idea cuanto pensé como hacer esto, no tenía idea de cómo hacerlo. Estoy consciente que no es la mejor forma de hacerlo, sabes que no soy romántico y estas cosas me cuestan, y mucho. Pero, aquí estoy frente a ti, sentado porque estoy cansado, lo siento. Estoy frente a ti para dar ese paso, porque quiero estar contigo, que nos apoyemos mutuamente, que seamos solo uno. Te amo, no sé qué más decir. –Anne sonreía con los ojos cristalizados. - Y creo que debo hacer la pregunta de una vez, claro. –Apoyó sus dos rodillas frente a ella- Anne Carter ¿Te casarías conmigo? –La rubia no sabía qué decir, se había quedado sin palabras, evidentemente no lo esperaba- ¿Qué dices?
—¡Te amo! –Fue lo único que logró decir antes de prácticamente saltar sobre él para darle un beso-
—¿Eso es un sí?
—¡Sí! ¡Yes! ¡Oui! –Le abrazó con fuerza mientras algunas lágrimas de felicidad corrían por su rostro-
Era el momento cumbre, hasta ahora, en la vida de dos jóvenes muy diferentes pero que les unía un amor enorme.
Viajando hacia la otra dimensión, Luna llegaba junto a Peter al departamento; estaba súper emociona, súper feliz por lo que estaba haciendo, por cómo le estaba yendo en la universidad, así que no dejaba de hablar.
—Te lo juro, siento que nací para esto, es como si mi propósito en la vida fuera llegar a lo que me depara seguir este camino. –Mientras hablaba le iba siguiendo-
—Estoy muy feliz por ti, y muy orgulloso. –Le respondió, pero sin voltear a verle, estaba buscando algo con desesperación-
—Ay Gracias, aunque no lo creas, tú me has ayudado mucho en todo esto.
—¿De verdad? –Apenas volteó un momento- Eso es genial, no lo imaginaba. –Volvió a lo suyo y Luna seguía detrás de él-
—Es que siento que al visualizar todo lo que voy a hacer en un futuro, ya estoy haciendo un cambio. O sea, al ya preocuparme por todo, estoy dando un paso importante.
—Claro, los pasos importantes son muy importantes. –Ante esta respuesta Luna se detuvo, cayó en que le estaba siguiendo por todo el departamento-
—¿Qué estás haciendo? ¿Y por qué yo te estoy siguiendo? –Peter volteó a mirarle un segundo y continuó su camino, pero sí le respondió-
—Porque me estás hablando de algo importante y te estoy escuchando. Pero también estoy buscando algo muy importante, que no recuerdo donde guarde, porque soy un idiota. –Luna se quedó viendo cómo iba sacando las cosas de los cajones, pero con desesperación-
—¿Quieres que te ayude? –Dio un paso al frente-
—¡No! –Le gritó- No, esto es algo que solo tengo que hacer yo. Gracias, pero no. –Se detuvo un momento como a recapitular, recordar- ¡Vamos Peter! ¿Cómo vas a olvidar donde lo pusiste?
—¿Estás bien?
—Sí, lo estoy. Solo, dame un momento. –Fue como chispazo el que le hizo correr- ¡Claro!
—¿Qué pasa contigo? Estás muy raro, desde ayer, pero hoy mucho más. –Le siguió hacia el pequeño estudio que compartía con el otro Peter. Este tenía dos escritorios, uno un poco más ordenado que el otro, y muchísimas fotografías por todos lados. - ¿Me vas a decir qué te pasa?
—No me pasa nada.
—¿Y por qué estás prácticamente destrozando este escritorio? Lo estás dejando como el otro. –El movía todo lo que tenía encima del mismo- Pareces loco.
—¡Bingo! –Gritó emocionado mientras tomaba algo de entre las carpetas. Luna no logro verlo-
—¿Qué? ¿Qué era lo que estabas buscando?
—¡Nada! –Se acercó a ella- Vamos, vamos a tomar algo. –Luna le detuvo colocando una mano en su pecho- ¿Qué?
—¿Qué? ¿De verdad? No por nada te pones así de acelerado. Quiero saber qué te traes. –Él se le quedó viendo y negó nerviosamente- Vamos, no soy estúpida. Estás muy raro y eso me pone nerviosa.
—No, no te pongas nerviosa. Luego yo me pongo nervioso y hacemos un desastre, yo hago un desastre. Y no queremos desastres, queremos que todo salga bien ¿No?
—¿De qué hablamos? ¿Por qué hablas en plural si no tengo idea de lo que pasa?
—No quería hacer esto así. Sé que no es el momento y mucho menos el lugar, pero, tu sabes que soy un desastre, siempre lo he sido. –Se quedó un momento en silencio viendo hacia el suelo, luego tomó aire y vio a Luna- Ok, necesito que me escuches, esto es muy importante y serio. Cuando yo te conocí, bueno, no el momento exacto cuando te conocí, sino luego, cuando pasó más tiempo, yo intentaba que eso no llegara más lejos de lo que mi cabeza pudiese imaginar, y estaba mal imaginarlo. Mentalmente presentía que era un error. Mi instinto me lo decía, me decía que no era lo mejor…
—No me gusta hacia dónde va esto. –Dijo nerviosa-
—Por favor, déjame terminar.
—No, no digas esa palabra. Esa palabra me pone nerviosa.
—Por favor. –Luna se le queda viendo, y luego de tragar fuerte, asintió para que siguiera hablando- Bien, te decía que mi instinto me repetía que estar contigo no era lo mejor, sabía que si me acercaba a ti iba a ser duro, para los dos. Yo me hacia la idea, me repetía que no, que no había esa tal magia entre nosotros, que podía vivir sin verte, sin oír tu voz. Y de algún modo no me equivoqué. –Estas palabras hicieron que el corazón de Luna golpeteara, pero no del buen modo. Se podría decir que casi le rompieron el corazón- Sí, eras un error, el más grande de todos. –Ella estaba intentando contenerse- Pero –Suspiró y tragó fuerte- Eras de esos errores que sabes no debes cometer, pero quieres hacerlo. Y no me arrepiento de haberlo hecho.
—¿Qué? –Fue como si el alma le volviera al cuerpo-
—Era lo único en lo que tenía razón, porque nada resultó verdad. Durante esos años que estuvimos separados, solo pensaba en el momento que te vería otra vez, en el momento que escucharía tu voz. No importaba cuantas veces me repetía que no había magia entre tú y yo, la realidad me gritaba otra cosa. Y sí, puede que mi instinto me haya jugado una mala pasada, porque conocerte fue lo mejor que me ha pasado en la vida. Y no me arrepiento de nada, no me arrepiento de haberlo dejado todo por ti. –Suspiró- ¡Wow! Esto es difícil –Movió las manos nerviosamente y las metió en el bolsillo de su pantalón- Yo… Luna… esto… -Estaba nervioso, demasiado nervioso. Ambos estaban tan metidos en su escena que no habían escuchado que la puerta principal se había abierto- Luna yo…
—Oigan, están los dos aquí, pensé que… -El otro Peter había entrado como si nada, rompiendo toda aquella atmosfera. Luna contuvo la respiración por unos segundos y volteó furiosa a verle-
—¡NO!
—¿Qué? Solo vine por… -Luna le empezó a empujar hacia afuera del estudio- ¿Qué te pasa?
—¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera! Me estás arruinando el momento, un momento que se supone debe ser perfecto ¡Fuera! –Le gritó dándole un último empujón que le dejara afuera del estudio-
—Pero ¡Luna! Este también es mi estudio, solo vine a buscar algo que…
—¡Cállate! ¡Cállate! –Tomó aire- Ok, por favor, ignora lo que acaba de pasar.
—Yo no puedo ignorarlo, estás un poco loca. –Le gritó el otro Peter desde afuera-
—¡Que te calles! Solo un par de minutos, pero no interrumpas. –Volvió a gritar- Lo siento. –Le habló bajo a su Peter- Por favor, continua lo que estabas diciéndome. No te arrepientas, no te eches para atrás por culpa de él.
—Jamás me echaría para atrás. Cosas como estas son las que te hacen única, son las que hacen especial todo esto. –Sonrió más calmado- Luna Strange… -Se arrodilló frente a ella y sacó la cajita que tenía en el bolsillo- ¿Me harías el…?
—¡Sí! ¡Sí! ¡Sí quiero! –Respondió acelerada interrumpiendo la pregunta-
—¿Sí quieres? ¿De verdad? –Sonreía nervioso- Pero, no terminé la pregunta.
—Ay perdón. Termínala, pero la respuesta es sí. –Peter no pudo evitar reír-
—Luna Strange ¿Me harías el honor de dejarme compartir mi vida contigo? ¿Dejarías que fuera tu esposo? –Luna asentía repetidas veces-
—Claro que sí, sí quiero. –Respondió emocionada mientras él nerviosamente le colocaba el anillo, hasta se le llego a caer- Está hermoso. –Peter se puso de pie y le abrazó. - Te amo.
—Y yo a ti. –Le dio un tierno beso- ¡Gracias! Gracias por esto. –Ella le acariciaba el rostro- Hagamos esto con calma ¿Sí? Cuando estés lista, no importa cuánto tiempo tome ¿Ok?
—Ok. –Le abrazó calurosamente-
—¡Felicidades! A los dos, pero sí necesito buscar esa carpeta ¿Me dejan entrar? –Los dos que estaban adentro empezaron a reírse, y abrieron la puerta- ¡Gracias! –Este se quedó viendo a Luna un momento y le abrazó alegremente- ¡Felicidades! –Le hizo girar mientras la cargaba y luego le dio un beso en la mejilla- Estoy muy feliz por ti, por ustedes. –Le dio la mano a su contraparte- Pido disculpas, por entrometerme en el momento, pero, dijiste que lo ibas a hacer mañana.
—Ella me puso entre la espada y la pared, es muy persuasiva. –Luna le abrazó cuando dijo esto-
—Sí, la conozco. Ay, estoy feliz por ustedes. Pero, sí tengo que irme con esta carpeta. –Tomó la primera carpeta que estaba en su desastroso escritorio- Me despido. Vivan su amor libremente. Hasta luego. –Iba hablando mientras se acercaba a la puerta para salir.
Cuando quedaron los dos solos, Luna le volvió a abrazar, y él le rodeó con sus brazos. Todo estaba bien, todo iba como tenía que estar.
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Another Magical Issues
FanfictionHan pasado tres años desde los hechos ocurridos para salvar la estabilidad del multiverso. Luna había regresado a su mundo junto a sus padres, mientras Jor vivía su nueva vida junto a Anne. Todo marchaba de viento en popa, pero a veces una simple de...