Capítulo 32

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El ambiente se vio envuelto en un pequeño descontrol debido a la exaltación producida al lograr terminar con toda esa pesadilla. Sí, todo estaba bien por ese lado, pero todavía había mucho por resolver.  Lo que había pasado ahí adentro, en el mundo de las pesadillas no iba a pasar inadvertido, no había sido algo pequeño, fue una gran declaración.

Anne desde la esquina más alejada, observaba a todos, dibujó una pequeña sonrisa y luego de un suspiro se dio la vuelta con la intención de salir de ahí. Jor se dio cuenta de ello, pero intentó resistirse, Luna lo notó y le habló.

—Ve por ella, anda y háblale antes de que se vaya. –Mientras decía esto parecía buscar algo en el bolsillo de su pantalón-

—¿Lo dices enserio? ¿Después de todo lo que pasó?

—Exactamente por eso debes ir a hablar con ella. Todo lo que pasó fue demasiado, y los dos se deben una conversación. –Se detuvo para hablarse a sí misma- Ay vamos, dime que todavía está aquí ¡Bingo! –Desde lo más recóndito de aquel bolsillo sacó el anillo- Ten, ve y háblale.

—¿Qué es esto? –Luna se le quedó viendo con el ceño fruncido- ¿Desde cuándo lo tienes?

—Desde el día que me atacó en el cuartel. –Jor tomó el anillo- Se le cayó y yo lo recogí-

—¿Y por qué nunca me lo dijiste?

—Ok, deja de darle largas a esto. Yo te conté todo, pero tú no me creíste. Tampoco tenía que sacar el anillo para que creyeras, que quizás sí, pero eso era algo que tu tenías que aceptar por tu cuenta. Ahora, ve a hablar con ella. –Le dio un empujón para que fuera tras Anne. Al quedarse ahí, parada, volteó hacia Peter, tenía que hablar con él. Y aunque todo era tan confuso, sobre todo el hecho de verle ahí, de frente al otro Peter, sacudió la cabeza y se dispuso a ir hacia él, pero en el camino su padre le detuvo-

—¡Tenemos que hablar! –Luna alzó la mirada y asintió-

—Sí, claro que sí. Hay mucho de qué hablar. –Dijo como si nada, pero al ver la cara inexpresiva de su padre torció la boca, esa no era una buena señal- Ahorita ¿No?

—Exactamente. No puedo dejar pasar un minuto más.

—Ok, vamos a hablar. –Dijo nerviosa mientras caminaba junto a él. Al pasar por el lado de Peter, sus miradas se cruzaron, solo fue un enorme pase de corriente a través de las miradas, pero que decía mucho. Stephen le hizo señas a su Peter para que fuera con ellos, este suspiró y les siguió. Los tres entraron en una habitación, donde ya se encontraba Darcy. Luna fue hacia ella y le abrazó tiernamente-

—¿Cómo empiezo con esto? –Preguntó Stephen con un tono serio- ¿Estás consciente de lo que acaba de pasar? –Se dirigió a Luna- ¿Estás consciente de todo lo que ha pasado? –Su tono subió de nivel haciendo que la joven tragara fuerte, no se lo esperaba. Y esto apenas estaba empezando-


En las escaleras, Jor alcanzaba a Anne antes de que descendiera de ellas-

—¡Anne! ¡Anne! ¡Espera! –El corazón de la rubia se aceleró al escuchar la voz de Jor. Evidentemente lo último que podía esperar era que él fuera a buscarle. Cuando estuvieron los dos frente a frente hubo un silencio incomodo- ¡Wow! Esto es más difícil de lo que pensé. –Apretó los labios- Tenemos que hablar-

—¿Sí? –Preguntó confundida- Claro, cuando quieras.

—Ahorita yo quiero disculparme. –Anne se sorprendió- Creo que al final ambos mentimos, ambos escondimos algo. Más grande o más pequeño, ambos mentimos.

—¿Entonces es cierto? Todo lo que dijiste en ese lugar ¿Era cierto? ¿De verdad te gusta Luna?

—Esto se puede explicar. –Tomó aire- Todo esto fue hace mucho tiempo, cuando la conocí. Tu y yo no estábamos juntos. Y sí, era muy raro, es raro todavía. Pero fue algo que pasó, yo ahorita solo siento mucho cariño por ella, como mi hermana. Entre Luna y yo nunca pasó nada. –Anne escuchaba atenta- Realmente nunca se lo dije, por respeto. Pero hace unos meses le comenté todo, lo que algún día llegué a sentir y todo eso. Y quedamos en buenos términos, lo mejor fue no darle cabida a nada. Por otro lado, el beso que le di, sí, estuvo mal, pero… -Suspiró- Fue parte del plan para poder liberarnos, ambos estuvimos planeándolo mientras Nightmare hablaba solo, yo sabía que iba a utilizar eso en nuestra contra, y tenía que dar un paso adelante. Salió bien, todos pudimos salir, que es lo importante. El punto de todo esto, es que sí, te mentí, porque muchas veces me lo preguntaste y siempre te decía que no. Quería evitar problemas, pero estos ya existían por otro lado. Lo siento.

—No tenías por qué disculparte conmigo. Se supone que eres tú el que está molesto por lo que yo hice, por lo que te escondí. Que al final, resulta ser más grave. –Jor encogió los hombros, ella tenía razón- Yo no sé qué hacer para pedirte perdón, para intentar remediar todo lo que he hecho y…

—Ahorita nada. –Le cortó tan de golpe, que le cayó muy mal- Ahorita lo que debemos hacer es asimilar todo lo que ha pasado. Pero –Le tomó la mano- Podríamos ver si con el tiempo se pudiese salvar algo de esto, y ser amigos, aunque sea. –Fue rara esa sensación que tuvo Anne, era una mezcla entre esperanza y miedo ¿Qué pasaría si al final no le llegara a perdonar y ni llegaran a ser amigos? - Y, aunque todo esto esté pasando ahora, yo hice una promesa. Y yo no rompo mis promesas. No de la noche a la mañana. Y seamos honesto, nuestra relación es bastante complicada, hasta podríamos decir que somos un poco tóxicos el uno con el otro. –Cada palabra era tan cierta, Anne no podía negarlo. Y entonces ocurrió algo totalmente inesperado; Jor le colocó el anillo-

—¿Qué? ¿Cómo…?

—¿Cómo lo tengo? Digamos que lo perdiste en un lugar, alguien lo encontró y nunca te delató. –La cara de la rubia era de sorpresa- Es tuyo Anne, porque pase lo que pase entre nosotros, las palabras que te dije ese día, lo que sentía en ese momento, no lo voy a cambiar. Lo sentía, y está ahí, en esa promesa. Es confuso, lo sé. Pero no puedo eliminar las palabras ni los sentimientos.  Ya habrá tiempo para ver hacia dónde va todo. –Anne asintió- Yo ahora tengo que volver –Apuntó hacia atrás-

—Sí, sí, yo tengo que ir con mi madre. Ella no tiene idea de lo que pasó aquí, y… también tengo que ver cómo está todo allá.

—Imagino que es un caos.

—Es un caos. Yo básicamente me escapé –Suspiró- Lo hago todo mal. Tu tranquilo, ve con ellos. Ya luego hablaremos. –Jor asintió-

—¡Cuídate! –Le dio un beso en la mano y se dio la vuelta para regresar. Al quedarse sola, Anne no pudo contener las lágrimas, todo estaba siendo tan agotador, tan pesado, y él estaba ahí, dispuesto a todo todavía. Sentía que no lo merecía. -

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