Han pasado tres años desde los hechos ocurridos para salvar la estabilidad del multiverso. Luna había regresado a su mundo junto a sus padres, mientras Jor vivía su nueva vida junto a Anne. Todo marchaba de viento en popa, pero a veces una simple de...
La seguridad en el cuartel se vio reforzada, y aunque intentaron localizar el servidor de quien les había intentado hackear, no lograron hacerlo. La persona que lo hacía era un tanto más brillante, su servidor rebotaba por todo el mundo. Pero esto no quería decir que no volvería intentarlo. Fueron días tensos, en los que nadie sabía lo que podía pasar. Y eso hablando del problema colectivo, cada uno tenía sus propios asuntos en los que preocuparse. Luna intentaba preocuparse solamente por sus obligaciones en su trabajo y con esas pesadillas que seguían atormentándole. Pero sin importar cuanto lo hacían, ella no le contaba nada a nadie, se estaba guardando sólo para ella. Intentaba estar ocupada la mayor parte del tiempo, hasta se habia ofrecido a salir al campo con los chicos si fuera necesario. Kate, por su parte dividía el tiempo entre lo que estaba pasando en el cuartel y la organización de su fiesta. Más allá de todo, ella quería que todo saliera perfecto. El día antes de este evento, Luna se encontraba en el departamento de Peter, mientras él estaba en la cocina, ella le echaba un ojo a los libros que tenía en una pequeña estantería, y a la vez hablaban sobre la fiesta del día siguiente.
-Te lo juro que cuando me probé el atuendo de mañana, me sentí tremendamente ridículo. -Decía él-
-Ay Por favor, lo dice el hombre que se balancea entre edificios, por toda la ciudad, en mallas.
-Es bastante cómodo. Aunque no lo creas. -A esto Luna negó con una sonrisa mediana. Tenía la intención de regresar el libro sobre bioquímica que tenía en la mano, a su lugar, pero este se le cayó al suelo. Cuando lo tomó de vuelta, una fotográfica cayó des mismo. Era una foto de él, junto a Morgan.
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Luna se quedó viendo la foto sin decir nada, ni un solo pensamiento le pasó por la cabeza, fue como si quedara en blanco ¿Qué podía pensar? Tampoco era gran cosa, era sólo una foto de dos personas sonriendo. Colocó la foto otra vez en el libro y lo puso en su lugar. Peter salió de la cocina- Listo, podemos irnos ya.
-¡No! Sí, pero no. Yo Puedo irme sola. Sí, me voy sola. - Le pasó por un lado y se acercó a la puerta- Nos vemos mañana. -Abrió y salió. Él fue tras ella-
-¡Hey! ¿Qué pasó?
-Nada, sólo que puedo irme sola. - Se regresó y le dio un beso en la mejilla- Nos vemos mañana. - La actitud de Luna dejó a Peter desconcertado ¿Qué había pasado?-
Caemos de una vez al día siguiente. Después de haber estado toda la noche anterior y gran parte del día desconectada, Luna llegó a su turno de trabajo como si nada hubiese pasado. Daba la casualidad que justo su turno iniciaba, ese día, cuando terminaba el de Peter, así que sí o sí se iban a cruzar. Él se acercó a su cubículo y le habló bajo.
-Estuve prácticamente todo el día intentando comunicarme contigo ¿Qué fue lo que pasó?
-Nada, sólo quería desconectarme un poco. Tu sabes como soy yo.
-Pero ¿Estás bien? - Ella asintió- ¿Me vas a contar lo que te está pasando?
-¿Lo que me está pasando? Nada, todo está bien. -Sonrió, mientras Peter le veía con desconfianza- Todo está bien. Nos vemos en la noche.
