Entonces, ahí estaban los cuatro, siguiendo el sentido de las agujas del reloj; Jor, Luna, Anne y Peter. Ninguno de los cuatro podía moverse ni hablar, solo se veían las caras sin comprender lo que pasaba. Sobre todo, los últimos dos que habían llegado, es que ni tiempo les dio de terminar de asimilar lo que estaban viviendo, todo pasaba de golpe.
Nightmare pasaba entre ellos con una sonrisa jocosa, solo intentaba ponerles nerviosos, no decía ni una sola palabra, solo caminaba de un lado al otro con esa sonrisa. Hasta que por fin se dignó a abrir la boca.
—Solo cuatro personas aquí y hay tanto por ver. Tantas mentiras, tantos secretos, tantos pecados. –Todos se veían entre ellos con cara de preocupación- A veces las hormonas causan muchos problemas ¿No es así? Ay, los jóvenes y sus cosas. –Rio sádicamente. Desde su lugar, el otro Peter le hablaba a Stephen muy bajo-
—¿No puedes hacer algo para sacarnos de aquí? No sé, un hechizo así sea pequeño ¿No?
—¿Crees que no lo he estado intentando? El imbécil bloqueó mi magia. Tiene todo el control de esta situación.
—¿Y cómo vamos a salir de aquí? –Preguntó preocupado-
—¿Crees en los milagros? –Peter se quedó en silencio- Yo tampoco, pero solo uno nos va a sacar de este lugar. Y no solo eso, nos va a ayudar a liberar a Luna de esto.
—¡Vaya! Que esperanza. Pero… Estamos todos en esto ¿Por qué Luna sigue siendo prisionera según tus palabras? ¿Qué hay más allá?
—Tú lo escuchaste, quiere quedarse con Luna. Y no le importa el tiempo que pase o cuanto tenga que torturarla. Quiere quedarse con ella. –Al escuchar los susurros, Nightmare alzó la mirada-
—¡Ustedes arriba! ¡Silencio! Su tiempo ya pasó. Ambos tuvieron su oportunidad y la desaprovecharon.
—Tu jugaste con mi cabeza. –Le gritó Peter- Me engañaste para hacer tu plan-
—Tú me engañaste –Levitó hacia él- Yo tengo mi corazoncito, y me sentí usado.
—¡Qué pena! –Encogió los hombros haciendo que Nightmare le mirara mal. Pero esa mirada se fue hacia Stephen que prácticamente le estaba asesinando con la vista-
—¿Qué pasa hechicero? Te remiendo que no me veas así. Es malo tener resentimientos ¡Vaya! Acabo de apuñalarme a mí mismo. –Rio- Vas a disfrutar mucho esta actividad. Y si no, te devolvemos tu dinero. –Dijo graciosamente para volver hacia donde estaban los chicos. - Ya basta de chácharas. Vamos a empezar con esto. –Hizo que una silla, una especie de trono, apareciera a pocos metros de ellos. Se sentó con calma y cruzó las piernas- Antes de que hablen, les explico las reglas. En realidad, solo hay una; yo tengo el control de la situación y harán todo lo que yo les pida. Nos vamos a divertir tanto. –Movió las manos para dejar que hablaran-
—¡Estás enfermo! –Le gritó Anne- Y espantoso.
—¿Estoy enfermo? Veamos qué tanto. –Unió sus manos y empezó a mover sus dedos- Hablemos de pecados. –Los ojos de los chicos empezaron a moverse- Miren sus caras, todos saben que son pecadores. Pero no sé por cuál de los pecados iniciar –Colocó su mano en su barbilla en forma pensativa- Hay tanto material que sacar de aquí, y no sé por cuál de ustedes empezar. Creo que empezaré porque el pecado que tiene más para contar; la envidia. Y vamos a empezar contigo, la rubia bonita que me dijo enfermo.
—Yo no tengo absolutamente nada que decir. La envidia no está presente en mi vida.
—¿De verdad? –Preguntó con ánimo- Entonces hagamos esto con mis reglas, te había dejado que lo hicieras por cuenta propia, pero por lo que veo, no va a funcionar. –Se quedó en silencio un momento- Todos aquí saben que tu relación con mi adorada Luna, no es la mejor, que engañaste a todos con una increíble actuación, pero con Luna siempre hubo un roce. –La mirada de Anne estaba fija en Luna y viceversa, así lo quería Nightmare- Sí, había celos y entendible. Pero, además, había envidia, hay envidia. –Anne respiró profundo, estaba resistiendo a esa necesidad de hablar, él la estaba obligando, pero se resistía. - ¡Vamos! No hagamos esto más difícil ¡Habla! –Gritó-
—¡Es cierto! –Empezó a hablar Anne, no podía controlarlo- Sí, le tengo envidia a Luna. Y no solo por la relación que tiene con Jor, por ese cariño excepcional, esa devoción extrema. Ella siempre se queja de tener algún problema, pero tiene tanto consigo, tiene tanto en su vida y no lo sabe apreciar. –Todos observaban a Anne mientras hablaba, en especial Luna- Tiene a sus padres que la aman, que son capaces de todo por ella. Ahí está su papá, que vino de otra dimensión solo para salvarla de un sueño profundo. También está el otro Peter “Su hermano”, sobreponiéndose a un trauma, solo por ella. Pero siempre tiene que dar lastima, mostrar que está sola, cuando no es así. En mi mundo tiene a las versiones de sus padres, que también hacen cualquier cosa por ella, no en la misma magnitud, pero lo hacen. Y tiene tantos amigos, todos la aman. Todos te aman, y no te das cuenta de lo fantástico que es. –Le dijo directamente a ella- Me da envidia ver que tienes todo ese amor, todo ese apoyo que yo no. –Al terminar de decir esto, sintió que esa compulsión había terminado. Volteó hacia Nightmare- Eres un desgraciado ¿Cómo puedes ser capaz de…? –Le interrumpió haciéndole callar-
—Ya pasó tu momento, dijiste lo que tenías que decir. Ahora te toca a ti responder, mi niña. –Refiriéndose a Luna. Ella tenía los ojos cristalizados, no esperaba algo así. Y lo peor es que esto apenas iniciaba- Puedes hablar con confianza.
—Está bien, hablaré con confianza. –Volteó hacia Anne- Lo lamento, sé que a veces soy insoportable, que me hago la cabeza con cosas que no son y me vuelvo neurótica. Estoy consciente también de lo afortunada que soy, a niveles estratosféricos. Y sí, puede que a veces no me dé cuenta que acaparo la atención de todos, que expreso que no es suficiente lo que las otras personas me dan, pero yo sé que todo, absolutamente todo en mi vida es un regalo. Y te entiendo Anne, te entiendo más de lo que crees, pero no deberías sentir envidia de mí. Todo lo que ves que soy en tu mundo, no lo soy en casa. Quizás el regalo más grande que tuve en la vida, irónicamente, fue conocer tu mundo. Antes de viajar, el único amigo que tenía era Peter, él –Le apuntó hacia arriba- mi “hermano”. Nunca tuve un amigo o amiga en la escuela. Todos los niños me tenían miedo ¿Y cómo no? Era la hija del hechicero de Greenwich Village, la que vivía en la casa embrujada. –Stephen al escuchar esto, tragó fuerte, no lo sabía- Y vuelvo a disculparme por hacerte creer, por hacerte ver que era una desagradecida. Pero no soy más que una loser que solo tiene a su familia. Lo siento. –Tragó fuerte y alzó la mirada para ver a su padre y luego con mucha pena bajar la mirada. -
—¡Que conmovedor! –Intervino Nightmare- A veces las apariencias no son lo que se cree ¿O no? Pero, ya que estamos contigo, mi Lunita ¿Por qué no continuamos? Porque a pesar de ser una persona envidiada, hay algo más ahí adentro, en ese corazón, un rastro de envidia que te carcome a ti. –Luna suspiró y asintió con una sonrisa mediana- ¿Hablamos?
—No hace falta que uses la compulsión. Yo soy consciente de lo que siento, de mis errores y defectos. Y de esa enorme envidia que me da una persona de aquí. –Nightmare observaba emocionado mientras escuchaba a Luna- Esa envidia que siento hacia ti. –Volteo hacia Jor. Este se sorprendió-
—¿Por mí? ¿De qué hablas? –No entendía-
—Ay por favor, no vengas con eso. Eres el príncipe heredero de un maldito planeta entero. Me da un poco de rabia ver como no aprovechas todo lo que tienes, todo ese poder, todo ese potencial. Si te da la gana, puedes largarte de este planeta, puedes escapar y estarías en casa, teniéndolo todo. También ese punto de la actitud, puedes hacer lo que te venga en gana y tienes el respaldo de todos, porque tienes encanto, tienes actitud, tienes madera de líder. Y luego están tus habilidades, me da bronca que yo haya tenido que trabajar duro por obtener lo que tengo, haya tenido que estudiar por años y mucho más fuerte los meses previos a venir acá la primera vez, y tu simplemente naciste con ellos. Eres uno de los hechiceros más poderosos que hay, y no haces nada. Eso me da envidia, porque si yo tuviese lo que tú tienes, yo haría algo para marcar la diferencia. Y eso es todo. –Cruzó los brazos observando los incrédulos ojos de su hermano. Jor volteó hacia Nightmare que le dio la oportunidad de hablar-
—No tengo nada que decir, solo… Soy un idiota. Me lo pones así y sí, me doy cuenta que soy un idiota. –Se sintió tan pequeño en ese momento, tan inútil. Luna volteó hacia Nightmare-
—¿Qué intentas? ¿Qué es lo que quieres de verdad?
—Quiere que todos te odien. –Intervino Stephen desde su burbuja- Está intentando que te odien para que no tengas más alternativa que quedarte con él. –El demonio se levantó molesto y apareció frente a él con cara de muy pocos amigos-
—¿Podrías callarte? ¿Qué tienes en mi contra? Yo aprecio que siempre estés atento y descubras lo que deseo. Pero arruinas mis planes, y tú no estás en ellos. Tú no eres parte del juego. –Movió la mano y le dejó en silencio, a él y a Peter. Luego volvió a su lugar- Vamos a seguir con esto, no quiero más interrupciones.
—¿Eso es lo que realmente quieres? ¿Qué todos me odien? –Luna suspiró- ¿Sabes? Siento que tu plan tiene bahios, cabos sueltos. Hace un rato, me llenaste la cabeza con no sé qué cantidad de cosas, hasta me llegaste a decir que no le importaba a nadie, que nadie me quería y no me prestaban atención. Pero, déjame decirte “Querido amigo”, con esto solo me estás demostrando lo contrario. Hasta podría decir que mi ego ha creído en cuestión de segundos ¡Wow! Otro pecado a mi lista. Esto te está saliendo mal.
—¿Estás segura Lunita? Nunca subestimes a un demonio de otra dimensión. No sabes cuantos ases puede tener bajo su manga. –Mostró aquellos afilados dientes dejando a Luna en silencio- Así me gusta, todo en silencio. Hablando de ases, uno de esos es el corazón. Y vaya que es un terreno peligroso. Más cuando este se une con la mentira. Ay no se hagan los tontos, todos, absolutamente todos, tienen algo que ver con esto, todos tienen mentiras a sus espaldas. Qué curioso cuando le mienten a la persona que se supone más aman, es horrible. –Se quedó en silencio un momento- Hay un nombre, de los cuatro aquí presente, que todavía no se ha oído. El de Peter. –Este respiró profundo y tragó fuerte- El lindo y recto Peter Parker, tan igual como diferente a su contraparte de la otra dimensión. El hombre que perdió su matrimonio por miedo a un compromiso mayor, por miedo a formar una familia. –Luna le observó con pesar, no lo sabía, pero tampoco era forma de enterarse- Un hombre con más de 30 y con miedo a formar una familia, eso más que gracioso es triste. Un hombre de integridad inquebrantable, pero que no es un santo. –Apenas escuchando estas palabras ya se sentía apenado, le costaba ver a Luna a los ojos, pero el demonio le obligó a alzar la mirada- Mírala a los ojos y dile la verdad, dile en lo que le mentiste tan descaradamente, dile la verdad sobre aquello que tanto le negaste, aquello que le juraste no era cierto, pero sí lo era. ¡Vamos! Hazlo ahora. Es tu momento.
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Another Magical Issues
FanfictionHan pasado tres años desde los hechos ocurridos para salvar la estabilidad del multiverso. Luna había regresado a su mundo junto a sus padres, mientras Jor vivía su nueva vida junto a Anne. Todo marchaba de viento en popa, pero a veces una simple de...