Capítulo 20

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Aquellas semanas habían sido más que pesadas, habían sido agotadoras a nivel mental, pero en proporciones multidimensionales. Era increíble como problemillas personales que no tenían que estar molestando, se estaban convirtiendo en algo mucho más grande.  La relación entre Anne y Jor, estaba en un punto medio bastante tenso. Aunque él confiaba en ella, ese gusanillo de la duda, estaba ahí, golpeándole a cada segundo y era desesperante porque ese otro lado, ese que le hacía confiar ciegamente en ella, no le dejaba hacerle frente a la situación. Él mismo se estaba ahogando en la situación. Luna por su parte, seguía sobrellevando las consecuencias de haber hablado, no le gustaba para nada ver a su hermano así, todo confundido, pero hizo lo que tenía que hacer, le contó la verdad, que él no la creyera ya era otra cosa. También estaba con lo de las pesadillas que cada vez eran más intensas, y el tema de Morgan que no dejaba de molestarle. Lo bueno con este último, era que ya estaba a punto de terminar. Esos meses de “Prueba” estaban llegando a su fin, y ese último día tenía intención de vivirlo con mucha calma, además, esa misma tarde tendría una entrevista de trabajo, en una fundación para niños especiales. La idea de trabajar con niños era alucinante para Luna, quería estar ahí.  Al llegar a su lugar de trabajo, la alegría desbordaba en ella, saludaba a todo el mundo con una sonrisa. Al sentarse en su cubículo, suspiró sin borrar la sonrisa. Su compañera se acercó a ella-

—¡Luna! Estás muy sonriente, cualquiera pensaría que estás feliz por irte.

—No sirvo para mentir, aunque me sienta a gusto haciendo lo que hago. Estoy feliz de alejarme de aquí. Necesito abrir mis alas a otros horizontes. Principalmente, lejos de la señorita Stark.

—Eres valiente al decir esas cosas. –Luna encogió los hombros- Te vamos a extrañar.

—Lo sé, nadie tiene la misma energía y alegría que yo. Soy irremplazable. –Decía graciosamente. Mientras decía esto, un joven se acercaba a ella-

—Luna ¿Cómo inicias tu último día?

—Con mucha energía positiva, tal como debe ser ¿Tienes algo para mí?

—Tengo algo para ti, y directo desde presidencia. –Puso sobre el mesón una enorme carpeta- Morgan quiere que llames a todos los números de esta lista, tener mínimo 25 respuestas positivas y que hagas un informe completo con todas las personas que aceptaron la propuesta. –La cara de Luna fue de desconcierto. Abrió la carpeta y movió la gran cantidad de hojas. -

—¿Es una broma verdad? –El joven negó- Esto ni siquiera se puede llamar lista, esto es prácticamente un directorio telefónico ¿Qué le pasa?

—Lo siento, mi trabajo es hacerte llegar la información. El informe quiere tenerlo mañana a primera hora en su oficina. Como ya mañana no vas a estar, tienes que hacerlo hoy.

—Luna, no estás obligada a hacerlo. Es tu último día, yo podría encargarme de esto. –Luna interrumpió a la chica levantando la mano. -

—No, yo lo voy a hacer. Esto es personal, lastimosamente. Gracias por hacerme llegar la información. –Volvió a sonreír- Es mejor empezar de una vez, esto será divertido. No se preocupen.  –Tomó aquella carpeta y le dio vuelta a su silla para quedar frente al teléfono. En su cabeza tenia mil y un maldiciones, pero no quería hacerse mala vida, haría esto sin chistar, y ya. -
Y así empezó a pasar el día, entre llamada y llamada, no hubo momento en el que Luna se despegara de aquel teléfono, y es que mientras iba hablando con las personas, iba haciendo el informe, estaba tan confiada que todos estaban en el informe. Fueron horas y horas al teléfono, hasta estaba perdiéndose aquella entrevista, pero era Luna Strange, nada la iba a detener, siempre tenía un As bajo la manga, y no era otro que su encanto con las personas. Dentro de todas esas llamadas logró hacerse un espacio para hablar con la fundación y poder solucionar lo que estaba pasando. Y así todo el día. Sus compañeros cambiaron de turno y ella seguía ahí, sin moverse. La noche había caído, y ella seguía ahí, sin borrar su sonrisa. De esto Morgan se dio cuenta, ya que antes de irse pasó por ahí, y a lo lejos la vio. Solo negó y salió de ahí, como si no le afectara nada. Y la verdad no era así, Morgan no era de hacer este tipo de cosas, pero algo pasó, de algún modo se sintió ¿Amenazada? Por Luna. Una de esas irracionalidades que de pronto aparecen en la cabeza de las personas.

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