Amanecía este día que prometía ser bastante emocional. Durante toda la tarde noche anterior, Luna se había encargado, con la ayuda de su madre, de arreglar sus maletas, guardar todas aquellas cosas que se llevaría a casa, había sido agotador, pero desde el punto de vista emocional. Y para variar, esa noche tampoco durmió nada. Todos en el departamento se ocupaban de algo, más grande o más pequeño, pero se mantenían ocupados. El sonido del timbre hizo caer en la hora a Luna, recordó que debía estar en otro lugar, pero antes quería saber quién había tocado. Quien abrió la puerta fue Stephen, encontrándose frente a él, un visiblemente nervioso Peter.
—¡Ay! Buenos días Señor… Señor… Señor.
—¡Buenos días! –Respondió muy serio- ¿Buscas a Luna?
—Sí, me gustaría hablar con ella.
—No está, no está disponible. Si quieres puedes dejarle un mensaje y luego lo recibirá. –Desde atrás de la puerta Luna se le quedó viendo-
—¡Papá! –Stephen dibujó una pequeña sonrisa y le dejó especio para que saliera. Peter se les quedó viendo sin quitar esa expresión nerviosa- ¡Hola! Ven, pasa. –Le terminó de abrir la puerta para que se adentrara al departamento, y lo hizo, pero bajo la mirada acusadora de Stephen-
—Tu papá me pone nervioso. –Le dijo muy bajo, a lo que Luna no pudo evitar reír-
—Él te está escuchando. –Peter volteó hacia Stephen que no le quitaba la vista de encima-
—Ya veo. –Respondió nerviosamente mientras se sentaba en el sofá-
—Papá ¿Podrías dejarnos solos un momento?
—No, ustedes pueden hablar tranquilamente conmigo aquí. –Al Darcy escuchar esto desde la otra habitación, negó con una sonrisa- Tampoco hace mucha diferencia, lo que hablen aquí igual lo podría escuchar desde la otra habitación. –Luna se le quedó viendo. -
—No importa, está bien que esté aquí. –Le asintió y luego volvió su mirada a Luna- Imagino que ayer estuviste esperando mi llamada o algún mensaje, pero, tenía muchas cosas que pensar. Eran muchas cosas que pasaban por mi cabeza, pero luego me di cuenta que no había mucho que pensar. Yo quiero estar contigo, y si tú lo has hecho, yo también puedo dejar por un tiempo mi vida aquí, para estar contigo. –La sonrisa de Luna se fue dibujando poco a poco- Y sí, podría haberte llamado en la tarde para darte mi respuesta, pero quería hacerlo en persona, y no podía hacerlo ayer porque aproveché la tarde para arreglar las cosas que podría dejar pendientes aquí. Y renuncié al periódico. –Stephen al escuchar esto hizo un sonido con su garganta-
—Lo siento. –Se disculpó falsamente, pero rápidamente continuó- No, olvídenlo ¿Cómo que renunciaste a tu empleo? ¿Qué te pasó por la cabeza?
—¡Papá!
—No, tiene razón. Pero la verdad es que vi esto como una oportunidad. Odiaba ese lugar, entonces, cuando regrese, quiero empezar de nuevo. Así que, se puede quedar tranquilo, no se preocupe por eso. Entonces, la respuesta a todo esto, es un sí. Sí me voy a ir contigo. –Luna emocionada le abrazó. Pero Stephen volvió a hacer aquel sonido-
—¿Qué? –Preguntó al ver la cara de su hija viéndole de mala gana- Tengo algo en la garganta. –Mintió- Ok, Peter. Como padre comprensivo y moderno, bueno, no tanto, lo intento. Eres bienvenido a toda esta locura. –Él sonrió y asintió- Imagino que con todo ese tiempo que te tomaste ayer, hiciste la maleta.
—¿Maleta? –Stephen le asintió- No, no pensé en eso.
—Oh, una pena. Deberías irte ahorita, y armar tu maleta. Luego vienes, aquí vamos a estar esperándote. –Le abrió la puerta para que saliera-
—Papá por favor.
—No estoy haciendo nada malo, solo le estoy diciendo que debe ir por su maleta. –Luna se tapó la cara y negó. Luego volteó hacia Peter y le asintió. Los dos se pusieron de pie y fueron hacia la puerta. -
—Gracias por esto, sé que para ti es difícil salir de tu zona de confort. –Le decía Luna a él- Esto demuestra mucho para mí. –Él le acaricio la mejilla, le sonrió y le dio un beso en la mano-
—Esto no es nada para todo lo que te mereces. Estoy aquí pronto. –Luna asintió. Él vio hacia Stephen- Señor, hasta luego. –Stephen solo movió la mano y esperó a que se alejara para empezar a reírse-
—Eso no se hace papá. –Le reclamó Luna-
—No hice nada malo. Mira lo nervioso que estaba ¿Por qué estaba tan nervioso? Ya no es un niño para estar poniéndose así.
—Está enamorado. –Intervino Darcy- Así se ponen muchos hombres cuando están enamorados. Cuando no les cuesta admitirlo y abren su corazón.
—¿Lo dices por algo específico? ¿Yo no te abrí mi corazón? –Darcy se le quedó viendo- Está bien, fue difícil pero sí te abrí mi corazón.
—¿Cuántas veces tuve que, prácticamente, rogarte para que me dijeras lo que sentías? –Él abrió la boca- Mejor ni lo respondas porque vas a quedar mal frente a tu hija. –Luna se encogió de hombros mientras se reía-
—Si es así. –Respondió con resignación abrazando a la pequeña Darcy. Luna volvió a observar el reloj-
—Tengo que irme. Prometo que estoy aquí a la hora. Por favor, si llega Peter antes que yo, no lo vayas a asustar ¿Sí? –Stephen no hizo gesto alguno- ¡Papá!
—No te prometo nada. –Luna viró los ojos-
—Mi amor –Darcy se acercó a ella- Con calma ¿Sí? Trata de llevar todo con calma.
—Sí mamá, aunque no prometo que no vaya a llorar. –Darcy le dio un abrazo y un beso en la mejilla- Nos vemos más tarde. –Abrió un portal por el que se adentró dejando a sus padres-
—Es una valiente. –Murmuró Darcy-
—Igual que tú. –Stephen le dio un beso en la cabeza abrazándole de lado-
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Another Magical Issues
FanficHan pasado tres años desde los hechos ocurridos para salvar la estabilidad del multiverso. Luna había regresado a su mundo junto a sus padres, mientras Jor vivía su nueva vida junto a Anne. Todo marchaba de viento en popa, pero a veces una simple de...