Siempre vas con el abrigo puesto, incluso los días soleados y sin viento, incluso estando bajo techo.
¿Por qué te escondes?
Apuesto a que eres insegura.
Yo también lo soy.
Todos los somos en algún punto.
A veces, sin embargo, noto que te armas de valor y te lo quitas. Pareces incómoda todo el rato; cruzando las piernas y descruzándolas, ladeando la cabeza para apoyar la mejilla contra el puño o mirando tu blusa para quitarle pelusas inexistentes, tirando de tu camiseta para que no se adhiera a tu cuerpo.
Sabes que no puedes tener el abrigo puesto de por vida, y eso te pone inquieta.
Sigo intentando descifrar qué escondes, qué te avergüenza, porque a simple vista no veo más que a una persona, una chica con un cuerpo de carne y hueso, nada más.
Pero nunca es tan simple, ¿verdad?

ESTÁS LEYENDO
Siempre todo y nunca nada
Teen FictionMis ojos te persiguen como si fuera un juego, pero ambos sabemos que no lo es.