Fue breve, pero en el mar de gente, cuando se apresuraban para ponerse los abrigos y correr hacia la libertad, me miraste.
Te correspondí. El alejamiento de las semanas anteriores se esfumó por un segundo. «Es lindo, alto, centrado y tan serio como tiernamente tímido», pensé mientras te veía, justo como la primera vez.
Entonces, alejaste la mirada, justo cuando estaba por perder la dignidad y vergüenza para sonreírte.
Le terminé sonriendo al aire.
Rompiste el hechizo, y esta bruja está cansada de conjurarlo para verte hacerlo añicos.
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Siempre todo y nunca nada
Teen FictionMis ojos te persiguen como si fuera un juego, pero ambos sabemos que no lo es.