Estás aquí afuera, lejos de la gente, conmigo, con una sonrisa cordial en los labios.
Necesito una ambulancia por segunda vez desde que te conozco. A este ritmo moriré sin poder terminar la carrera.
Tu «te conozco» parece casual. Es el tipo de cosa que le dices a alguien que viste una o dos veces y con quien quieres iniciar una conversación. Sin embargo, nada es casual entre nosotros. Nuestras miradas siempre fueran más serias, del tipo que te atraviesan, leen y analizan. No nos vimos dos veces, sino todos los días desde hace cuatro meses y medio.
—Y yo a ti —respondo, sonriendo mentalmente como no lo puedes imaginar.
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Siempre todo y nunca nada
Teen FictionMis ojos te persiguen como si fuera un juego, pero ambos sabemos que no lo es.