41: Se tardaron

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Luego de comer, llegamos a la casa. Iba a subir a mi habitación para ver a los bebés y a mi Frutita, pero María Laura prácticamente me arrastró hasta la oficina donde ellas investigaban, donde Pulga tenía su oficina.

-¿Qué ocurre? -Les pregunté cuando MariLu cerró la puerta. Para mi sorpresa ya estaban Limón, Valentina y Carolina ahí.

-El celular de Juan Carlos ha vuelto a enviar la señal. Están en el edificio aún. Chicas si van a actuar debe ser esta noche. No lo pueden dejar para mañana. -Laura nos habló mientras nos mostraba la señal del celular de Papito.

-¿Por qué lo dices así? ¿Qué ocurre? -Preguntó Limón.

-Nuevo correo. -Lucía me pasó el iPad y entré a los correos.

"¿Qué se siente la perdida de Raúl? Su esposa fue un daño colateral, no estaba en mis planes su muerte, pero como se dice: si te lo ponen a tiro, tú dispara.
Debo admitir que me enojé y bastante cuando me enteré que ese calvo seguía con vida. Estuve a punto de ir personalmente a exterminarlo como la rata que era, pero no valía la pena.
Mucha cháchara, les escribo para que sepan que Juan Carlos tiene las horas contadas. Ya me da pereza tenerlo atado, lo mejor es quitarlo del medio. Debido a que no han venido a buscarlo, toca hacerme cargo.
Pensé que iban a venir de inmediato a salvarlo, pero esa tal Calle las tiene distraídas. Sólo tienen una oportunidad de salvarlo.
Vengan las tres mañana a primera hora, si el reloj marca las 6:01am Juan Carlos muere. Sé que saben dónde está. No me hagan esperar. No me hagas esperar, caro Blue."

-Hijos de la gran puta. -Mi enojo no tenía comparación, quería encontrar a quien fuese y estrangularlos con mis propias manos.

-Calma, papá estará antes de las seis de la mañana con nosotras. Quien sea no se saldrá con la suya. -Habló Gabriela y yo asentí.

-¿Dónde está Uva? -Pregunté.

-Salió, se llevó a cinco guardaespaldas. Dijo que volvería antes de la una de la madrugada. -Me informó MariLu.

-Tan pronto llegue que vaya a mi oficina. Iremos por Papito tan pronto aparezca ella. -Dije y las Villas asintieron.

-Blue, troviamo le armi. -Me dijo Limón y yo asentí.

-Vamos.

Llegamos a mi oficina y cerré con llave.

-¿Qué ocurre? ¿No íbamos por armas? -Preguntó Valentina mientras me observaba deslizar la puerta de cristal que daba paso para poder cuidar las plantas en mi oficina.

-Y eso es lo que hacemos. Vengan. -Les dije y puse mi mano justo en la esquina derecha, a la altura de mi cadera.

La pared se abrió dejando paso a mi sala secreta.

-¿Alguien me traduce? -Valentina miraba asombrada.

-Secretos Blue, hermanita. -Le dije con una sonrisa.

Di un paso adentro y la luz se encendió.

Di un paso adentro y la luz se encendió

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A Un Click {Calle & Poché} EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora