A Un Click {Calle & Poché} EDITANDO

13: ¿Qué me está pasando?

POV CALLE
Doce días antes de la invitación:

No había podido conciliar el sueño bien, a penas había dormido tres horas. Había estado en mi cama dando vueltas. A eso de la una y media de la madrugada me levanté y me senté frente a la ventana. Sentí la sensación de que alguien me miraba y volteé a ver hacia la habitación de Poché donde ahora había luz. Hubiera jurado que había alguien en el balcón, pero cuando quise enfocar mi vista no había rastros de ello. Definitivamente debía acostumbrarme a traer puestos mis lentes. Saqué mi computadora de mi mochila para enviarle un mensaje a mis padres e informarles que todo estaba bien.

Luego de tres horas desde que pude cerrar mis ojos, Pesce tocó a mi puerta para informarme que tenía cuarenta minutos para estar lista. Al terminar me reuní en el recibidor de la casa con mis amigos a la espera de Poché.

-Creo que anoche vi a la otra familiar de Poché. -Les comenté.

-¿Qué? -Preguntaron los cuatro a la vez.

-Anoche no pude dormir casi y me senté en la ventana... Había una chica nadando... Rubia. Puede ser la segunda familiar.

-Una peli-morada y una rubia. -Juan analizaba mientras acariciaba su barbilla.

-Ya deja de espiar a los italianos. -Manu insistía en que yo los espiaba, pero no era mi culpa que ellos se interponieran en mi campo de visión.

-¡Uy! Ya se anda ligando a dos más. Una peli-azul, una peli-morada y ahora una rubia. Que niñita traviesa me has salido. -Pau se cruzó de brazos mientras permanecía con una ceja alzada de forma coqueta.

-Que no me ando ligando a nadie. No me gustan las mujeres. -Les reproché cuidando que nadie nos escuchara.

-Pero te atrae la azulada. -Kim abrió los ojos como plato y con sus manos se tapó la boca, ni ella misma podía creer que había dicho eso.

Un murmullo de voces italianas procedentes del piso superior nos llamó la atención. Vimos a Poché del lado cercado a nosotros acompañada de dos personas más las cuales al ir del otro lado no pudimos ver. Ellas se detuvieron, Poché se despidió con un aparente beso y abrazo de ellas.

"¿A quién carajos besas, María José?" Su acción me había molestado y por la cara divertida de mis amigos se me notaba.

Poché bajó las escaleras corriendo casi como niña pequeña, al vernos disminuyó la velocidad y volvió a su postura de Mini Jefa. Vestía un "smoking" azul oscuro, nada diferente al negro que traía ayer. Inclusive traía su cadena de oro, pero esta permanecía colgando puesto que aún no se había abrochado el saco.

-¡Buongiorno! ¿Listos para su primer día? -Preguntó mientras se frotaba las manos y posaba su vista en mi.

-¡Siempre listos!

En todo el recorrido no paraba de pensar en Poché. Ella nos iba hablando de datos curiosos sobre los lugares por donde pasábamos, pero yo no le prestaba atención a la información. Sólo la veía a ella, a su finalidad y calma al hablar. A su sonrisa y sus ceños fruncidos. A como movía sus manitas mientras intentaba explicar algo. A sus caras raras cuando Pau le preguntaba cosas fuera de contexto. A su pasión notable cuando tomaba su cámara para hacer fotos. Cuando se alejaba para hablar con Villalobos y Martínez, su forma de parecer una tierna Mini Jefa al lado de ellos. A como sus ojos se achinaban cuando reía. A su hambre cuando llegamos a comer y no dudó en devorar su comida.

Al volver a la casa pude notar a la chica rubia a través de las ventanas tirándose en la piscina. Subimos de inmediato a nuestras habitaciones a descansar, pues eran las nueve de la noche y Poché nos avisó que debíamos dormir un poco más hoy porque mañana caminaríamos mucho más.