Prólogo.

1.2K 20 0
                                    

—Sí, Gina. Todas te escuchamos teniendo sexo con Garet —digo y Gina rueda los ojos.

—Lo siento ¿Bien? No es que a mi me encante que me escuchen gemir.

—Y a mi no me encanta escucharlo, te lo aseguro —digo mientras hago zaping.

—A mi sí, es como porno auditivo —dice Megan mientras pinta sus uñas.

¿Porno auditivo? ¿En serio?

—Tienes serios problemas sexuales —digo dándole una mala mirada.

Megan siempre le gusta tener esta clase de conversaciones. No es que a mi me encante saber como tiene sexo, pero es inevitable no saberlo viviendo con ella.

—¿Saben algo? —dice Ashley saliendo de la cocina.

Ay no.

Conozco demasiado a mis amigas para saber que se les está ocurriendo este tipo de ideas algo... ¿Peculiares?

Gracias a esas ideas e ido a muchos lugares a los que nunca pensé que iría, y no crean que es porque yo quería, no, simplemente mis amigas tienen el puto don de hacer que yo haga lo que quieran.

—Gracias a ese «¿Saben algo?», he ido a un club de stripers, uno de gays, fui a un seminario de sexo, un curso de masajes eróticos y...

—¡Oye! Te encantó aprender esos masajes —dice Megan indignada.

—No me interesa. El punto es que siempre termino haciendo cosas locas relacionadas al sexo. Siempre es lo mismo, ustedes deberían ir a un psicólogo porque tienen serios problemas.

—Calma, Ellie. Quizás Ashley tenga otra idea —dice Gina poniendo sus manos en mis hombros.

Como si no la conociera; mi amiga en particular le encantan las ideas locas. El experimentar y saber más del sexo es como si fuese una insignia más en la cinta de un niño explorador.

Sí, quizás «sexo» y «niño explorador» no suena bien juntos, pero es así como se debe sentir mi amiga. Siempre loca, siempre llevándome a sus locuras donde termino obteniendo mi propia insignia.

—Bueno, quizás Ellie tenga razón... —lo sabía, la conozco tanto que siento que yo la he traído al mundo— ¿Que tal si creamos un club+18?

Okey, diré lo mal que me suena eso en una escala, del uno al veinte; es un cincuenta y ocho. No lo puedo creer, ¿No lo puedes creer en serio, Ellizabeth? Bueno, si lo creo, de ellas lo creo todo.

—¿Club+18? ¿Quieres crear una especie de bar de stripers? Porque si es así Ashley Magno...

—¡No digas mi segundo nombre, que horror!

—Si quieres crear un bar de stripers me anoto —dice Megan sonriendo.

—Tú te anotas en todo, Megan —dice Gina ganándose mi mirada de aprobación.

—No es lo que creen. No crearé un bar ni nada parecido ¿Bien? Crearemos un club, solo nosotras cuatro, todos los domingos, hablando de nuestras experiencias sexuales.

¿Ven lo que digo? Toda su vida es al rededor del sexo, sexo, sexo. Es lo único que saben hablar.

—No —digo seria.

No harán que caiga de nuevo, siempre hago lo que ellas quieren, pero ahora seré lo suficientemente firme para decir no.

—¡Si! —grita Megan y ruedo los ojos.

—Tal vez... —dice Gina y quiero matarla.

Ella siempre ha sido la voz de la razón, pero cuando yo quiero que lo sea solo se une a las chicas.

—¿Hablar de como tenemos sexo, Ashley? Mejor pídeme que grabe un vídeo porno y te lo enseñe.

—Es demasiado extremista —dice como si hablar de nuestra intimidad no lo fuera.

—Extremista es que quieras saber lo que he hecho y hago con un hombre.

—Le das muchas vueltas, somos tus amigas de toda la vida —dice Megan y ruedo los ojos.

—Por desgracia —susurro y Gina me da un manotazo.

—Si nos vamos por votación ganamos, solo aceptarlo, Ellie —dice Ashley mientras Gina y Megan me dan una mirada de «no te queda de otra».

—Bien, hagámoslo. Al fin y al cabo siempre hacen lo que les da la gana.

Ashley y Megan dan saltitos y Gina me da un beso en la mejilla.

El beso de Judas.

—Bien, es oficial. Tenemos un club, el club+18 —dice Ashley con una sonrisa.

Tengo el presentimiento de que esta locura cambiará mi vida, así como me cambio la vida ver a un striper gay menearle el trasero en la cara un tipo.

Club + 18 [Diosa#1] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora