Say something.

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Estuvimos casi doce horas en un avión, el cual siento que me dejó sin culo.

Luego de los emotivos discursos de mis amigas en el aeropuerto, los cuales se los resumiré así: Gina: amiga ten una semana fabulosa, no olvides divertirte... Lisa: traten de no tener sexo escandaloso allá, podrían echarlos del hotel... Megan: siempre quise tener algo con un francés, consígueme el número de alguno... Ashley: depilate cada día en el que estés en Francia con ese hombre, nada de bragas de abuela y sé lo más sexy que puedas, monja.

¿Desde cuando las mojas tienen sexo?

Por otro lado, mi príncipe encantador se ha comportado como lo que es, aunque tengo que admitir que es un poco molesto ver a todas esas francesas se lo quieren comer con la mirada.

¿Aló? ¿Pueden conseguir su príncipe personal y perderse en el fondo del mar?

Reacciona amiga, ¿tú y él tienen algo?

Bueno, si lo pones así, me das justo en el cora.

¿Y cómo te lo va a pedir si eres una amargada?

Es cierto, lo soy, pero no crean que no le he dado vueltas a sus palabras del otro día. Quizás tenga miedo, quizás me vea como una mala persona, como una persona de la cual corre el peligro de salir herido.

¿Que pienso?

Él no me dijo que lo podría destruir, solo que yo tenía ese poder, lo que significa que le gusto, ¡claro que le gusto! ¡ Estoy en París junto a él en este jodido momento!

Okey, Ellizabeth, relaja las bragas.

Soy un desastre ¿okey? Llevo más de dos años sin tener algún tipo de relación con alguien y magicamente, enviado por los dioses con lacito y todo, me llega este bombón con raíces italianas.

Algo he hecho bueno en esta vida para merecer ese hombre ¿no? Quizá cuando le regale mi libro del principito a Gina luego que murieran sus padres, o cuando me conseguí cincuenta dólares en la calle y se los di a un vagabundo, tal vez cuando hice que me restaran la cuenta de una señora en mi semana como empleada en el súper.

El punto es que la vida esta siendo buena conmigo, muy buena considerando que soy una mierda para expresar sentimientos.

Ahora ¿cómo hago para no herir al bombón? No es que lo quiera hacer, pero soy lo suficientemente idiota como para conseguir hacerlo sin querer. Lo que me lleva a un increíble terror de la mierda, ¿cómo se supone que le haré saber que me gusta tanto como él a mi si soy una mierda respecto a expresarlo?

Es demasiado grande lo que éste hombre me está haciendo sentir, es tanto que inevitablemente me da pánico poder arruinar las cosas, y no sólo arruinarlas, también está la posibilidad de salir lastimada como ya me ha pasado antes, lo cual sé que es inevitable en la vida, pero es algo que simplemente nunca podré dejar de querer evitar.

La vida está llena de riesgos, ¿cómo haré si la cobardía es mi mayor defecto?

La voz del conductor anunciando que hemos llegado al hotel «si eres mesera no eres capaz de pagar ni la estadía en un baño» me saca de mis pensamientos, Dereck me observa con una sonrisa, se la devuelvo y bajamos.

Al entrar al gran hotel puedo notar como todo se ve realmente costoso, es lujoso, muy hermoso y perfectamente impecable... ¿Si cometieran un asesinato en el hotel le darían doble condena al asesino sólo por ensuciarlo?

—Voy a llamar a las chicas para avisarles que ya llegué mientras pides las habitaciones —rompo el silencio nada incómodo que traíamos desde el aeropuerto.

Club + 18 [Diosa#1] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora