Club + 18 [Diosa#1] EDITANDO

Pacify Her.

Dereck dio tres días por el lanzamiento, lo que tiene a todo el mundo un poco más activo de lo normal. Camino por los pasillos mientras varios corren de un lado a otro o simplemente hablan por teléfono desde sus oficinas, Dereck no me ha pedido que vuelva a ser su asistente aún, y Gina cada vez está más grande, lo que le impide hacer varias tareas. 

Toco la puerta antes de entrar y lo hago cuando me lo permite. Dereck me recibe con una sonrisa y le muestro mi teléfono.

—Emergencia en mis pantalones, ¿en serio? —pregunto alzando una ceja y él sonríe.

—Pero viniste.

—Sólo porque me pareció gracioso.

—Ven, siéntate —aleja la silla un poco de su escritorio y da palmaditas a su regazo.

—No creo que sea buena idea —digo acercándome y sentándome en la silla del frente. Él me da una mala mirada.

—Aburrida —dice bufando y ruedo los ojos—. Te tengo una muy buena noticia.

—Toda mi vida fue una farsa y lo cierto es que soy heredera de una fortuna.

—Estás loca.

—Eso es una buena noticia.

—Bueno, al menos se trata de dinero —me extiende un sobre y lo tomo extrañada—. Es tu pago por tus servicios —abro el sobre y saco el cheque dentro. Miro la cantidad de ceros varias veces y escucho a Dereck reír.

—Estás de broma, ¿no? —él niega con la cabeza y toco el cheque como si fuese un tesoro—. Me compraré un auto —susurro.

—¿Qué?

—¡Qué me compraré un auto! ¡Vamos cariño, te invito a ir a comer al restaurante más caro luego de comprar mi auto! —me levanto de la silla y él me observa divertido.

—¿No tienes cosas que hacer en la empresa hoy? —pregunta alzando una ceja.

—¿De qué me sirve que mi novio sea el jefe sino podemos escaparnos un rato?  —él asiente y se levanta de la silla.

—Tienes razón, además te haré gastar una fortuna en mi comida —rodea el escritorio y me da la mano.

—Disfrutando de ser novios públicamente, ¿he?

—Como no tienes idea —añade sonriendo.

Luego de depositar el cheque en mi cuenta, llegamos a la conseccionaría, me permito el tocar, observar y entrar en todos los autos que puedo. Observo una majestuosa camioneta toyota negra y jadeo, el hombre que nos atiende me dice todos los detalles de la camioneta y cómo la consideran un monstruo de la carretera. No le presto atención a la mayoría de lo que dice y entro sentándome en el puesto del conductor, le hago una seña a Dereck para que se acerque y él divertido entra a mi lado.

—Es una belleza —digo tocando el volante y lo escucho reír.

—Es increíble como eres más amorosa con una camioneta que conmigo —ruedo los ojos y lo observo.

—Yo soy amorosa contigo —él hace una mueca y finge pensarlo—. Todo el tiempo te digo lo mucho que me encantas y que estoy loca por ti.

—No recuerdo —dice haciendo un mohín, observo a los lados y noto que el hombre que nos atendía se ha ido. Trepo encima de Dereck y me siento en sus piernas a horcajadas. Él lleva las manos a mi trasero y empiezo a repartir besos por su mandíbula, cuello y barbilla.

—Pues me encantas —digo entre besos y él jadea apretando mi trasero cuando lamo su cuello. Ataca mis labios y nos damos un beso duro, me muevo contra su miembro erecto y gimo contra sus labios. Comienza a besar mi cuello y halo su cabello ciega por la excitación. Un carraspeo nos hace detenernos y rápidamente me siento de nuevo en el asiento del conductor—. Sólo probábamos el auto —digo en tono agitado al vendedor frente a nosotros y Dereck ríe.