Friends.

243 9 0
                                    

El departamento jamás será el mismo sin nosotras cerca, todo está demasiado tranquilo para ser verdad, constantemente me he preguntado que será de nosotras al abandonarlo; es obvio que no siempre viviremos juntas, ya no somos universitarias, sé que habrá un momento en el cual cada una quiera hacer una familia, quiera crecer. No es que yo no lo quiera, pero no lo pienso demasiado; no me veo teniendo una familia dentro de unos meses, quizá tampoco dentro de años. Lo cierto es que yo no he querido imaginarme ni con anillo en mi dedo anular.

Creo que desde mi separación con Eliot he quedado con ciertas inseguridades. Cuando lo nuestro terminó decidí no apresurar nunca más nada, ese tipo de cosas se tienen que dar al natural, y sinceramente en ese ámbito nunca había nada natural entre nosotros, fueron momentos tensos cuando se hablaba sobre futuro o quizás compromisos. Quizás simplemente no estábamos hechos el uno para el otro, pero tampoco me quedaron ganas de ser yo quien diera el paso en mi próxima relación.

—Deja de mirar a la nada como tonta y ayúdame —Lisa me saca de mis pensamientos y le doy una mirada llena de reproche—, solo ayúdame ¿quieres?

La ayudo con la maleta y entramos a la habitación de huéspedes. A pesar que no podremos compartir mucho tiempo juntas, debido a mi trabajo, Gina se quedará con Lisa y la llevará a terapia con un amigo suyo. No es que ame dejarle la responsabilidad a mi amiga, pero la verdad es que me siento más tranquila al saber que tengo su apoyo.

Amo mi trabajo.

¿O ver a tu jefe?

Shh, conciencia.

Continuemos; amo mi trabajo, me he acostumbrado a caminar de un lado a otro, a comprarle el café a Dereck, y creo que hasta a su insistencia, puede que yo esté siendo demasiado confunsa dándole distintas señales, pero creo que hasta que no resuelva mis dudas no podré ser directa.

Me dirijo al refrigerador y lleno un vaso de jugo, coloco un analgésico en mi boca y lo ruedo con el jugo para aplacar el horrible sabor de la pastilla. Debería ir al doctor, pero no creo que sea para tanto. Coloco un poco de hielo en la leve hinchazón que se ha producido en mi tobillo y mañana estará mejor.

Deberías ir al doctor, puede amenecer peor...

El sonido de mi celular me saca de mis pensamientos y lo enciendo.

«Solo te escribo antes de irme a dormir para hacerte saber que estoy emocionado por verte mañana de nuevo, diosa».

Estos no son los mensajes normales que te envía tu jefe. Creo que los jefes ni deberían enviarte a tu teléfono, a menos que sea para hablarte de trabajo, pero aquí tienen al mío, siendo una preciosidad. A veces me pregunto qué tendré de especial para que un hombre como Dereck pareciera encantado conmigo, éstas no son el tipo de cosas que suele ocurrirme, lo que me hace debatirme mucho el hecho sobre cómo actuar.

Cojeando me dirijo a la habitación de huéspedes, y tratando de ignorar las emociones maricas que causó el mensaje que Dereck me envió.

Sí, ya sé, debería responderle.

Pero no tengo la más mínima idea de qué decirle sin darle demasiadas esperanzas. Siento que estoy cometiendo un error tras otro, sin obviar el hecho de que me siento increíblemente atraída por este hombre, pero por otro lado me siento como una cobarde al no querer exponer lo que siento.

Somos lo que hemos aprendido a ser, y yo ciertamente he aprendido a vivir como la chica miedosa y un tanto insegura sobre mis actos. Cosa que en este momento etoy empezando a odiar con fuerza.

—¿Estás segura de poder ir al trabajo así mañana?—pregunta Lisa al verme entrar a la habitación cojeando.

—Sí, mañana estaré mejor.

Club + 18 [Diosa#1] EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora