Club + 18 [Diosa#1] EDITANDO

Mine.

Dereck.

Gala benéfica en honor al cáncer de mama.
Le hacemos cordialmente una invitación a la subasta en honor a la causa, por parte del bufete de abogados Michells.

El quince del mes en curso, en el gran salón del oeste de California.

Ladeo la cabeza y agito la invitación en mis manos.

Los Michells son el bufete de abogados más famoso de Estados Unidos, su más grande sede es en New York, pero extrañamente la mayoría de sus eventos los hacen en California. No voy a muchos desde mi ruptura con Margarett, pero siempre apoyo esta clase de causas.

El celular suena anunciando una llamada de la susodicha, y ruedo los ojos antes de contestar.

—¿Pasa algo Margarett? —digo al descolgar y la puedo imaginar rodando los ojos.

—¿No puedo llamarte, Decky?

Maldito apodo.

—Sino es para casos de emergencia no es necesario.

—No seas tonto, ¿te llegó la invitación de los Michells?

—Como en todos sus eventos —digo mientras tambolireo los dedos contra el escritorio.

—Sabes que podemos ir juntos, ¿cierto?

—Sí, el problema es que no quiero.

—Eres demasiado rencoroso, ya pasó sólo fue...

—Un rapidín con el fotógrafo de la campaña pasada.

—¡Un poco más de respeto, Dereck!

—Entonces empieza por ti misma. Adiós —cuelgo el teléfono y lo lanzo sobre mi escritorio.

Sacudo mi cabello en señal de frustración y pongo los codos sobre el escritorio mientras que con mis manos cubro mi cara.

No sé que he hecho para merecer este calvario.

Estoy cansado de las llamadas de Margarett, los mensajes, de su cara, su cuerpo, de tener que verla al venir a pasearse su puto culo por la empresa cuando quiere solo porque sus padres son mis socios, de tener que soportarla y soportar los murmullos de todos cuando me ven pasar solo porque ella sigue paseándose por mi empresa, el mismo lugar donde trabajaba el tipo con el que me puso el cuerno.

Si sus padres no fueran los socios más importantes que tengo ya fuese ido a parar a la mismísima mierda.

Un año y medio desperdiciados en los cuales pude gastar el tiempo que estuve con ella en otras cosas más productivas.

Verla y escucharla me da tanta impotencia, sobre todo el hecho de no pueder hacer nada para deshacerme de ella y su irritante voz nasal. No sé cómo pude pasar tanto tiempo con ella. Sus padres no dejan de disculparse por lo sucedido y eso también me tiene hasta los huevos, ¿qué pretenden que haga?, ¿que la perdone y que me case con ella? Eso ni que fuera la última persona sobre la tierra.