30 Días De La Otp (+18) KaraIchi (Terminada)

Con Rasguños Y Arañazos

Spam: jajajja hola (? Quiero invitarlos también por este medio a que participen en el concurso de one shots "Matsuno winners" que estoy organizando.
Nada me haría más feliz que participarán y, no sé, alguno de ustedes llegara a ganar...

https://my.w.tt/qIQlmUedVX

Ese es el link aunque sé que en celular no se puede picar xd. El libro está en mi perfil, y en serio! Creo que se deberían animar a participar

Sus cuerpos eran la unión más sagrada que podía existir en todo el mundo, a la vez la más prohibida y menos deseada.
Si alguien se diese cuenta de la relación monja-sacerdote que había entre esos dos seguro enloquecería... Pero ellos no lo hacían, más bien lo hacían con la presencia del otro en todo momento.
Nuevamente se escapaban ese lunes en la tarde a un cuarto tan pequeño y a la vez tan especial. Ahí nadie podría oír los sonidos amargos y húmedos de su pasión.

Cuando por fin es la hora en que el portero cerró la iglesia, que supieron que no entraría nadie más, sonrieron y comenzaron a besarse. Besos desesperados que buscaban más de lo que podían dar de sí, y aunados a las caricias de sus manos provocaban jadeos ya que sus cuerpos hacían reaccionar.
La ropa de la monja desapareció primero. El padre se gozaba de ver aquella piel tan blanca y suave, parecía como si en Ichimatsu no cupiera ningún defecto, pero vaya, cabía mucho más que eso.

Comenzaba a hacer algunas marcas que empezaron como besos en su cuello, bajando hasta su pecho y quedándose ahí. Sus lindos pezones ya estaban erectos y tenía ganas de chupar.
Empezó a estimularlos con sus labios, dando besitos y rozando con su boca, después empezó a lamer, e Ichimatsu se aferraba tan fuertemente a Karamatsu que parecía romper la tela de sus ropas.

Comenzaba a sentir su cuerpo muy caliente, vaya que realmente lo estaba. Su entrepierna crecía a cada instante, con cada caricia que recibía del mayor.
Ichimatsu le dice que es suficiente, no quería correrse todavía, no sin que Karamatsu entrara.
Lo desviste también y sonríe al verlo. Es tan sexy que solamente se puede preguntar cómo demonios consiguió a alguien tan fuerte como él.
Le da unos besitos en el cuello y hace una marca también, le gustaba hacerlo, dejar en claro que Karamatsu es de su propiedad.

Es cuando empieza a sentir caricias en su trasero que se separa del cuello ajeno y le sonríe, baja su mano hasta que toca el grande miembro de Karamatsu y lo acaricia con lujuria.
Quería sentirlo dentro, tener todo su tamaño y longitud en un lugar preparado solo para él.

Se acomoda y no deja que Karamatsu lo prepare, estaba realmente necesitado por sentirlo que no le importaba si dolía, si sangraba.

Mientras sentía que iba metiéndole el pene por el culo se mordió fuertemente el labio, se aferró a la gran espalda de su amante y comenzó a rasguñar, encajando sus dedos en la piel para tener apoyo y soportar ese dolor incómodo.

Cuando lo tiene completamente dentro se relajó bastante. Karamatsu le hace un comentario y se ríe, ambos lo hacen y comienza a moverse poco después. Se sentía como el maldito infierno y cielo a la vez, tan placentero como peligroso.
Su voto a la iglesia había sido olvidado y le era infiel en todo lo posible por haber, porque Ichimatsu parecía un ángel ante sus ojos, nada más y nada menos. La muestra de amor más pura sencillamente.

Con cada movimiento el ruido aumentaba y el calor, la desesperación y la ansias por ser uno con el otro los carcomían y los llevan a besarse, haciendo un muy húmedo ruido.

Nuevamente Ichimatsu se aferró a la espalda de Karamatsu, esta vez por mero gustó. Tenía una sonrisa en el rostro mientras acariciaba su espalda y hacia los rasguños a propósito.
Tenía hasta las uñas un poco largas, por lo que le supone dolería mucho. El padre solamente aguantaba mientras se intentaba convencer de que ese dolor le gustaba, aumenta la velocidad de sus movimientos como venganza y ambos están a punto de correrse

Con un arañazo mucho más profundo Ichimatsu se corrió, siendo llenado al mismo tiempo por el semen de Karamatsu quién entró lo más profundo que pudo.

Cuando sintió el líquido dejar de salir de su propio pene, el padre salió de aquella monja y le beso la frente, había sido una buena experiencia realmente.