30 Días De La Otp (+18) KaraIchi (Terminada)

Felación

Ichimatsu no podía dormir. Qué sorpresa... Pero es que estaba enojado, más aún porque el tronco que dormía a su lado le había prometido que ese sería el día, que le iba a dar placer después de toda esa espera...

Pero nada, ahí estaba, sólo viendo como roncaba y su pecho subir y bajar. Pero no, Karamatsu no se iba a salir con la suya y menos cuando el menor se sentía algo desesperado por la abstinencia.

Se resbaló entre las sábanas, descendiendo hasta la entrepierna del mayor y parando ahí. Justo al lado de las caderas del mayor y ronroneando un tanto por la emoción. Quería chupársela, quería montarla o ve tú a saber qué. Después de todo, ya eran... ¿Dos meses? Si, desde que el mayor consiguió un trabajo ya no lo tocaba.

Con su dedo comenzó a juguetear por encima del pantalón, agarrando firmemente el miembro aún con toda la ropa. Después de todo el pijama era de tela suave que marcaba todo.

Bajó la ropa sin más, encontrándose con el pene flácido y dormido de Karamatsu, "no por mucho va a seguir así" piensa Ichimatsu mientras lo toca un poco con sus dedos, y de alguna manera se mete entre las piernas del mayor, por debajo de las sábanas...

Suelta unas pequeñas risitas antes de meterlo totalmente en su boca, y comenzar a chuparlo, primero dando besos en el glande y bajando con unas lámidas y mordiditas hasta la base. Se sentía realmente caliente con sólo comenzar a mamársela.
Lentamente se iba poniendo más y más duro el pene de Karamatsu.

Y el mayor se levanta unos minutos después, su cuerpo había comenzado a reaccionar por si mismo y lo obligaba a contener unos jadeos. No... Se tenía que levantar temprano al día siguiente. Además, sus hermanos estaban dormidos en el mismo futón, ¿Cómo se le ocurría algo así a Ichi?

-Ichimatsu -acaricia su cabeza mientras dice su nombre en un susurro, el menor lo ignora y continua chupándolo-. Mañana tengo que madrugar, realmente no- -es interrumpido por un gemido que se le escapa, al sentir que Ichi le apretó el glande con dos dedos.

-Lo prometiste -susurra, ahora Karamatsu se sentía un poco culpable a diferencia de Ichimatsu que continuaba con su labor.

Mierda, las caderas de Karamatsu se mecían por si solas, embistiendo con lentitud la boca del otro.
La lengua del menor recorría todo, el sabor suave del líquido preseminal comenzaba a hacerse presente en su boca al paso del tiempo.

Y Karamatsu ya no se podía contener, aún con sus 4 hermanos a los lados, todo lo atrevido y sucio de la situación. Casi parecía un sueño húmedo en vez de la realidad. Mientras se mordía la mano para no gemir ni despertar a sus hermanos comenzó a embestir fuertemente la boca de Ichimatsu, follándole hasta la garganta.

Pocas embestidas después se corre con fuerza en la boca del menor, obligándolo a permanecer ahí para que tragase todo el semen. Lo merecía...