Capítulo 17.

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— ¿Entonces dices que tú mamá podría estar viva?

Asiento.

Dagan se rasca la nuca —: Pero las posibilidades son mínimas, a pasado mucho tiempo.

— Lo sé, pero al menos quiero saber cuál fue la razón de que se la llevaran.

Seguimos caminando a través del bosque, Dagan sigue empujando la carretilla, mientras yo levanto trozos de madera.

— Tienes que ayudarme, es mi mamá.

Suelta un largo suspiro lo asimila por un momento pero al final responde —: ¿Por dónde empezamos?

Le cojo por el antebrazo y le sonrio.

— En verdad te lo agradezco, eres mi primer y mejor amigo.

Me da una sonrisa débil y sigue empujando la carreta. No entiendo mucho su expresión y la intento descifrar pero no llego al punto. No hablamos en todo el camino y decido que lo mejor es no obligarlo a hacerlo. Es la primera vez que actúa así desde que lo conocí.

Me acompaña cerca de casa y se despide con un abrazo, se lo devuelvo y solo lo veo alejarse por el camino sin decir nada más.

                    ❃❁❃❁❃❁❃

Cuando entro a casa,  Grisel se encuentra limpiando semillas.

— Llegaste temprano.

— Las cosas en la escuela se pusieron algo raras.

— ¿Raras?

Asiente.

— ¿Qué pasó?

— Recuerdas que te conté que se han estado llevando alumnos — hago un movimiento con mi cabeza indicándole que prosiga.

— Pues hoy llegaron otro grupo de militares, intentaron llevarse a otros alumnos pero estos se opusieron y las cosas de pusieron feas.

— ¿Les hicieron algo?

— Golpearon algunos y a la mayoría les dieron un sedante — hace una pausa y sigue —. Lo más extraño es que vi a Bunker y a Foss.

Trago fuertemente por mi garganta.

¿Qué?

La única manera de saber qué sucede es preguntándole a ellos. Estoy casi segura que los alumnos que se llevan esta relacionado con mamá.

Militares.

Me acerco y termino de ayudar a Grisel a limpiar las semillas. Esta noche tengo que ir a la cabaña, hablar con ellos y aclarar mis dudas.

O parte de ellas.

                    ❃❁❃❁❃❁❃

Cuando escucho que la respiración de Grisel se relaja, hago la colcha a un lado y salto de la cama. Traigo mi ropa puesta; solo me pongo mis botas de siempre, un gorro de lana color negro e impermeable verde. Bajo las escaleras lentamente y antes de salir cojo mi mochila.

Estoy lista para escuchar respuestas.

Cuando me adentro lo suficientemente en el bosque, prendo la linterna. Al poco rato, veo la cabaña; hay pocas personas fuera, hasta que en un rincón logro ver a Bunker, Foss y River. Sin pensarlo me acerco a ellos, donde conversan y ríen.

— Hola. — saludo y tres pares de ojos me miran.

— Gotita, ¿Qué haces aquí? — dice River sorprendido — Dagan dijo que no vendrías.

¿Les dijo eso?

Bunker me saca de mis pensamientos con su voz gruesa.

— ¿Gotita? ¿Qué no eres la novia de Dagan? — ríe.

River regresa a la expresión seria.

— No, Dagan y yo solo...

No termino de hablar cuando River se levanta y va con dirección a la cabaña.

— Bunker tienes la lengua muy larga — se burla Foss.

— ¿Qué dije malo? ¿Él está con Helena no es verdad?

— Sí, pero no puedes darte cuenta que... — los interrumpo.

— Podemos dejar de hablarse eso — ambos me miran desconcertados.

— ¿De qué quieres hablar niña?

Ignoro eso último.

— ¿Qué hacen con los alumnos que se llevan?

Foss se atraganta con lo que sea que esté bebiendo. Pone su mano en mi boca y percibo el olor a cerveza y tierra.

— ¡Guarda silencio!

Le empujó las manos y vuelvo a preguntar —: ¿Dónde los llevan? ¿Acaso...

Bunker habla —: No los matamos, al menos no nosotros. Tal vez yo tenga un rango alto, pero aun así hay alguien superior que nos da órdenes.

— Ayudamos a algunos de los chicos que están aquí, manipulamos listas y nombres. Pero aún así no podemos evitar que se lleven a todos — murmura Foss.

— ¿Qué les hacen? ¿P-por qué ellos? — intento sonar segura.

Ambos se miran pero Bunker toma la palabra.

— Los llevamos a los laboratorios, son separados por edad y tipo de sangre. Después de que cruzan esas puertas ya jamás logran salir a menos que estén muertos.

Aprieto mis manos cerrándolos en puños.

— Tal vez ellos tengan a mi madre — suelto de repente.

— ¿Estás segura niña? — frunce el ceño —. Porque amenos que no sea una rain ella seguiría viva.

Esa palabra.

No puedo comprenderla si no me dicen toda la verdad. Si Dagan no me lo dice, sé que ellos lo harán.

— Díganme que es un rain. — no es una pregunta, más bien exijo una respuesta.

Ninguno responde, ambos miran sus manos y alguien más responde.

— Son los inmunes a la lluvia, a ellos no los mata. Eso es un rain.

Me giro al escuchar la voz y River está parado a unos pasos de mí. Bunker y Foss lo miran con las cejas juntas, pero ninguno de los dos habla al igual que yo.

— ¿Eso es lo que querías saber? — dice acercándose.

¿Personas que pueden tocar la lluvia sin morir?

Los chicos se levantan, dejándonos solos. Mi garganta la siento secarse —: ¿Pero cómo?

— No lo sabemos

— A mi madre se la llevaron, puede que sea uno de ellos.

— ¿Cómo puedes estar segura? A pasado mucho tiempo.

— Mi abuelo me lo dijo.

— Brenna...

— Ya sé, tal vez sea en un error y después me arrepienta — lo acepto —. Pero es mi mamá, y creo que ella sigue ahí afuera.

River parece procesar mis palabras, se rasca la parte de atrás de su cabeza y suelta un suspiro. Así que lo único que dice es —: Sí es así, te ayudaré a encontrarla.

Pone su mano en mi rodilla pero enseguida la retira.

Sí, así está mejor.

RAIN [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora