— Deberíamos irnos, los chicos se preguntarán donde estamos — me levanto aún sintiendo su mano sobre la mía.
— Tú no quieres estar allí.
— ¿Por qué lo dices? — River se levanta y se sitúa frente a mí.
— Por Dagan.
— Estás interpretando mal.
Me alejo de él, pero no tarda mucho en tomarme por los hombros y pegarme contra un árbol.
— ¿Qué estás...
— ¿Estoy interpretando mal? ¿Crees que no veo lo que intentas hacer?
— ¡Tú siempre crees saberlo todo, pero no es así! — levanto mi voz acercando mi rostro hacia él.
— Intentas que Dagan te supere con Gaia — grita — ¡Intentas seguir alejándome a mí!
— Tú no tienes ni idea — le apunto.
— Yo sí, créeme que la tengo — me asegura —. Querer intentar buscarnos a alguien ¿Para qué? ¿Qué ganas tú con esto?
Y es cuando no aguanto, cuando el último grano de mi paciencia cae. Tomo a River por su camisa en puños.
— ¿Quieres saber lo que gano? — grito, apretando más mis puños. —. Gano poder respirar, gano que cada uno de mis pensamientos de nuevo pertenezcan solo a mí. Gano que mi corazón deje de acelerarse; quiero tener mi vida de antes, quiero no ser afectada por ustedes — me detengo —. Por ti.
River se ve procesar mis palabras, mis ojos empiezan a tornarse llorosos y mis manos comienzan a temblar.
— No volveré con Helena, ella no se merece esto. No cuando quiero estar contigo, no cuando lo único que pienso todo el maldito día es en ti.
Mi respiración se detiene.
— Estoy harto de esconder lo que siento por ti Brenna — pega su frente a la mía.
Cierro mis ojos y huelo su aroma, así como también siento acariciar su aliento mi boca.
Estoy muriendo internamente.
— No sería justo para Dagan si comenzamos algo.
— Lo sé. — Se detiene.— ¡Mierda, lo sé!
No podríamos, no cuando para ambos Dagan es muy importante en nuestras vidas.
¿Pero qué se supone es lo mejor?
River deja caer sus manos sin despegar su frente de la mía.
— River. — susurro.
— Y este es el momento en que me dices que seguiremos siendo amigos — me mira a los ojos y puedo ver que hay un brillo divertido en los suyos.
— Tú mismo lo dijiste.
— Brenna, yo sí quiero ser tu amigo, amigos de los que se besan y se quedan juntos, no para siempre, pero si lo suficiente para que no quieras irte de mi lado.
Suelto una de mis manos de su agarre y la deslizo por su brazo hasta tomar uno de sus dedos.
— Eso no es un amigo — digo con una sonrisa en mis labios.
River suelta la mano de mi agarre y limpia mis mejillas que estan humedecidas.
— Entonces, quiero ser el chico por el que te vuelvas loca, quiero que veas mi rostro hasta cuando cierres los ojos; que corte y acelere tu respiración con un roce o una palabra. Quiero ser ese chico.
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RAIN [Libro 1]
Science Fiction¿Te gustan los pequeños placeres? ¿Cómo sentir la lluvia contra tu rostro? Si es así, eres afortunado (a). En la República de Luviana solía ser así. Repleto de árboles llenos de vida, animales en el bosque, no había temor... Pero ahora todo es dif...