Mi soldado rebelde (LuffyxNami) LuNa

40. El campo de mandarinas [1]

Se ve llegar a un Gen mucho más joven que hoy en día, más específicamente 11 años más joven. El hombre llevaba de la oreja a una pequeña de cabello naranja que se quejaba del dolor. 

-¡Auch! papi suéltame, eso duele.- Habla la pequeña

-Nada de papi suéltame, sabes lo que hiciste  mocosa

-Ash, el alcalde exagera las cosas 

-Silencio Nami, tienes suerte de que el alcalde y yo nos llevemos muy bien, de lo contrario la multa sería más grande 

-Porque eres el mejor policía de Cocoyashi.- Dice con una sonrisa

-No quieras tomarme el pelo... tu madre debe de dejar de contagiarte su lado manipulador 

Los dos llegan hasta la casa en la colina, el hogar de Nami 11 años en el pasado. 

-¡Bellemere! ¡abre la puerta!

La puerta se abre por completo dejando ver a una bella mujer de cabello pelirrojo con una parte de este rapado, mientras tenía puesto un mandil y un cigarrillo en la boca.

-Vaya, pero si es mi par favorito... ¿que se te ofrece hoy cariño?- Habla con un tono calmado 

-Tu hija volvió a hacer travesuras en el pueblo 

-¿Enserio? Nami.- Dice fingiendo seriedad 

-Hum... solamente me llevé un par de cositas que necesito para completar mi mapa  

Nami saca de sus bosillos varios envases con tinta y un par de fotos y folletos de varios lugares de Cocoyashi.

-¡Oye! creí que te confiscaron todo

-Me llevé lo que pude 

-¡Nami!

-¡Jajajaja! ya tranquilo Gen, no es para tanto, el alcalde solamente debió exagerar otra vez, además es para algo de provecho así que no te preocupes 

-¿Que no me preocupe? tiene solo 7 años y ya está robando 

-Ok ok tranquilo, después te pagaré todo lo que hizo 

-¿Enserio? ¿y como lo harás?

-Con mi cuerpo...- Le guiñe un ojo

-Jajajaja, eso mismo le dije al alcalde.- Habla Nami

Gen se pone rojo de la vergüenza y desvía la mirada. 

-Serás...

-Seré lo que sea pero aún así me amas ¿o no?

-Hmm. C-como sea, deja de enseñarle a que puede zafarse de cualquier lío ofreciendo su cuerpo 

-Ya ya papi, después compensaré lo que hice 

-¿Y como?

-Con mi cuerpo 

-¡NAMI!

-¡JAJAJAJAJA!

-¡BELLEMERE!

-Jajajaja, perdón, perdón, tranquilo hablaré con ella

-Gracias... debo volver al trabajo 

-Si, cuídate mucho sexy oficial 

Bellemere le da una pequeña nalgada a su esposo, quién se retira del lugar sonrojado.  

-Mami... ¿estoy en problemas?- Pregunta Nami algo preocupada 

-Nah.- Responde Bellemere.- De seguro exageran