49. Enemigas

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Las calles de una sucia ciudad, eran tan grises, tan solitarias, tan inhóspitas, tristes y sin vida, resultaba extraño, pero había una joven caminando por aquella insegura y suicida calle, llevaba una polo con un gorro para cubrir su rostro, pero aún así su largo y lacio cabello negro podía notarse a leguas de distancia, de no ser por sus enormes pechos que se notaban también, uno fácilmente la habría confundido con un metalero, pero no era así, era una chica hecha y derecha.

Entonces ¿Porque caminar por esa sucia calle? La respuesta era simple, la chica iba por la sucia calle en busca de sucias personas, de la peor clase que existía, tanto que tenían que reunirse en ese tipo de lugares, como un nido de ratas en las cloacas. 

La chica llega a lo que parece ser un almacén que daba a un muelle, se escuchaba algo de ruido y en las ventanas se hallaban dos tipos, cada uno con un rifle de francotirador, no los hubieran notado a la primera, pero la chica ya tenía experiencia, al llegar toca ligeramente la enorme cortina de metal para llamar a quién estuviera en su interior. 

-¿Quién?- Responde una voz rasposa y desagradable

-Soy yo...- Susurra la mujer

-Ah, tú, ¿A que has venido?

-Necesito hablar con el gordo de Teach

-Más respeto al jefe ¿Entendido?

-Solo abre ya

-Vale, espero que no estés planeando algo estúpido

-¿Cuando lo he hecho?

-Weejajaja, buen punto

El hombre abre la puerta, dejando ver que era un gorila en el sentido metafórico, un hombre enorme con brazos anchos que posiblemente eran más largos que su propio cuerpo, con una máscara de luchador.

-¿Porque te sigues poniendo eso? te vez ridículo

-No puedo dejar que nadie me descubra o estaríamos en problemas

-Bueno no importa, voy a pasar

-Adelante

La chica pasa, dentro de aquel almacén se hallaba una horda de hombres de un lado a otro, algunos vigilando con armas de alto calibre, pero la mayoría moviendo cajas de dudosa procedencia, la subían a varias lanchas a las afueras de los muelles, algunas se iban, otras regresaban con aún más cajas.

-...- La chica solo guardaba silencio

La pelinegra finalmente segura se quita el gorro, dejando una inesperada sorpresa de quién se trataba, pero sin más, la chica termina su trayecto al subir las escaleras, dentro en lo que parecía haber sido una sala de control, se hallaba un hombre gordo, de tez morena oscura, una gran nariz en forma de gancho, una chaqueta de cuero y una camiseta púrpura abierta casi por completo, dejando ver su velludo pecho, pantalones verdes oscuros ajustados a más no poder y unos zapatos negros, el hombre llevaba tres pistolas guardadas en su cinturón, y lo que más llamaba la atención era su andrajosa y descuidada barba negra. 

Cuando el hombre se percata de la presencia de la chica, sonríe y comienza a reír a lo bajo, dejando ver la ausencia de varios de sus dientes.

-Zehahahaha, bienvenida de nuevo, Hancock 

-...

-¿Qué te trae por aquí?

-¿Acaso lo olvidaste ya Teach? ¿Tu cerebro está tan dañado que no recuerdas ni siquiera las fechas que propones?

-Cuida tu lengua, de no ser por ese culazo que tienes y por lo útil que me has sido en estos años ya estarías muerta solo por decir esas mierdas

Mi soldado rebelde (LuffyxNami) LuNaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora