Mi soldado rebelde (LuffyxNami) LuNa

26. Quiero irme

Ambos dormían, tras un día de diversión, tristeza, recuerdos y nostalgia, además del momento más cercano a perder la virginidad... solo dormían.

Nami abrazaba a Luffy, mientras este la colocaba en su pecho, esa noche fue más tranquila de lo habitual, normalmente Luffy era mucho de moverse en las noches, pero... esa noche no fue así, parecía que simplemente su cuerpo inconscientemente no quería cambiar de esa posición con Nami, ambos se veían de lo más relajados realmente.

Sin embargo... y a pesar de todo eso... Luffy se despertaba de vez en cuando algo sudado, pues algunos recuerdos le llegaban últimamente, y esa noche era mayor de lo que esperaba, siempre se repetía esa misma misteriosa voz perteneciente al doctor...

-VIH...

Esa maldita abreviación.

...

Pero la noche pasó muy rápido, y aunque se despertó todas esas veces... Nami le ayudó a lograr descansar las últimas horas.

Ya era realmente tarde... eran aproximadamente las 12 del día y los jóvenes no se disponían a despertar, o no por si solos al menos.

-¡CABRÓN LUFFY! ¡ES HORA DE LEVANTARSE!

La pelinaranja escucha tremendo grito y termina por despertarse y caerse de la cama por el susto, lo que provoca que Luffy se levante preocupado.

-¡Nami ¿estás bien?!

-Auch, si descuida ¿que fue eso?

-Ni idea.- Dice Luffy mientras ayuda a Nami a levantarse

Al levantarla ambos se asustan un poco al escuchar un par de pasos extremadamente fuertes que se dirigían hacia su habitación.

La puerta se abre revelando a Garp, el abuelo de Luffy.

-¡¿Como hosas dormir hasta estas horas flojo de mierda?!

-Hay... es el abuelo.- Dice Luffy mientras se pone pálido del susto

-¿Te ocurre algo?

-Oh... me disculpo señorita, es solo que este tonto siempre duerme hasta muy tarde

-Esto...

Nami nota como el abuelo Garp seguía también en pijama.

-¡Tu también te acabas de levantar!- Exclama el pelinegro enojado

El abuelo no se lo toma tan bien y termina por tomar a Luffy de su camisa y a alzar el puño.

-¿Como te atreves a hablarle así a tu abuelo?

-¡AH LO SIENTO!

-(Que extraño... parece ser que con ese hombre Luffy pierde toda su voluntad de pelear)- Piensa Nami mirando la situación confundida, para después soltar una pequeña sonrisa.- Algunos me agradan.- Murmura Nami divertida por la situación

...

Tras un par de discusiones bastante extrañas y cómicas la situación con el abuelo se "arregla", Luffy y Nami proceden a vestirse y a asearse como es debido, para después bajar a la primera planta de la casa, donde desayunarían.

El desayuno fue tranquilo, Luffy estaba algo contento, durante su estancia en Baltigo había logrado evitar el contacto con su padre, los pocos que ya se encontraban merendando eran familiares poco relevantes y Makino por supuesto, por lo que se puede decir que el pelinegro no se la pasó mal esa mañana, vestido con un simple top de una playera azul y unos pantaloncillos blancos.

Nami veía a Luffy así también, se sentía algo mal, no entendía aún que le hizo su padre para que aquel odio naciese, pero ya no se entrometería donde no le llamaban, había decidido llevar un buen progreso con los familiares que Luffy aún estimaba, al menos eso pensaba hacer hasta que entendiera mejor los sentimientos de su novio, hasta que el destino quisiera... ella sabría el pasado del pelinegro, y hasta que el destino quisiera... el conocería el de ella.