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POV Jisung

Minho me estaba volviendo loco, no sé cuántas veces he sufrido insomnio por su culpa. Ahora estoy en el coche de camino a su casa y juro que no se me sale el corazón porque está enjaulado. Nunca he estado tan nervioso.

¿Qué me pasa? ¿Acaso soy gay? Y si lo soy ¿por qué no me he dado cuenta antes? Todas estas preguntas circulaban por mi mente pero la que más sonaba era ¿por qué yo? Nos llevamos siete años y él literalmente, puede tener a quien quiera, quiero decir, es millonario. Además, sólo nos conocemos desde hace menos de dos semanas. Nada cuadra.

Chan me dejó frente a la mansión y me quedé mirándola durante unos minutos intentando encontrar el valor que me faltaba. Pero, cómo no, Minho ya estaba esperándome en la entrada. Fui a saludarlo con un apretón de manos pero él tenía otros planes. Me cogió de la cintura y me besó, mientras tanto empezó a masajearme las nalgas y a restregar su polla contra la mía. Este hombre iba muy rápido. Juro que iba a tener moratones en el culo, era increíble con qué fuerza apretaba sus manos sobre mi trasero, pero he de admitir que me gustaba, y mucho.

Cuando Minho decidió que me había toqueteado lo suficiente entramos a la casa.

-No te creas que por esto te lo voy a poner más fácil.-dijo antes de entrar en su despacho-

Me quedé en el sitio, ¿por esto?, ¿acaso teníamos algo?

Entramos cada uno a su despacho y como todos los días empecé con mi trabajo. Todo estaba tranquilo hasta que unas horas después Minho apareció por la puerta. No es la primera vez que lo hace, desde el primer día que empecé a trabajar aquí se ha quedado mirándome fijamente durante un tiempo y yo nunca he sabido qué hacer. Pero esta vez era diferente, no se quedó ahí parado sin decir nada. Entró al despacho, me quitó el boli de la mano y me dijo:

-Te necesito. -soltó tocándome los labios-

No esperó más y atacó de nuevo mi boca. Nuestros labios parecían estar hechos a medida, se fundían perfectamente el uno con el otro, no sé si soy gay o bi o hetero o lo que mierda sea, sólo sé que quería disfrutar de este sabor a todas horas.

Después de unos besos tontos el despacho se empezó a calentar, Minho tocó todas las partes de mi cuerpo que alcanzaba. Me cogió y sin ninguna delicadeza me sentó encima del escritorio, empezó a manosear mi entrepierna mientras que con la otra mano me tiró hacia atrás hasta sentir mi espalda contra la mesa. Me estaba empezando a poner muy cachondo, ¿qué mierda estaba pasando? Ayer me besó por primera vez y ya estaba encima mía, pero es que ¿cómo resistirse?, Minho era como un Dios, se notaba la experiencia, cosa que yo no tenía y que creo que se notaba bastante.

-Ehh Minho... yo... -pude decir entre jadeos-

-Dime pequeñín. -respondió con ese apodo que hizo que mi corazón se derritiera-

-Yo... Ehh, no sé si estoy preparado... Soy...

-Virgen, ya lo sé. No te preocupes, no vamos a hacer nada, por ahora.

Minho siguió besándome y se desplazó hasta mi cuello, empezó a succionar varias partes de él, más tarde se centró en una zona en concreto y me hizo un chupetón enorme.

-Bien, esto servirá para que sepan que tienes dueño porque ahora lo tienes, ¿lo sabes no?

Al decir esto Minho hizo el acto de embestirme.

-Dilo.

No podía hablar, de mi boca sólo salían jadeos. Me volvió a embestir y esta vez me agarró del pelo para que le mirara a los ojos.

-Tienes que decirlo Jisung si no, no podré soltarte.

Endureció su agarre y me cogió la entrepierna por encima del pantalón con fuerza.

3rd Eye [MINSUNG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora