3rd Eye [MINSUNG]

XV

-Te he ganado.

-¡Has hecho trampa! Repitamos. -dije tartamudeando-

Minho se levantó de la silla, daba pasos acercándose a mí mientras que yo los daba alejándome de él hasta que quedé pegado a la puerta.

-Vamos Jisung, acepta tu derrota. Hemos hecho un trato.

Maldita sea Minho y sus músculos de piedra.

-Vale. -me volví a sentar en la silla-

Minho tiró todo lo que había en el escritorio con sus manos bruscamente. Grité por el susto y Minho rodeó la mesa hasta tenerme delante.

-Va a ser un descanso animado. -dijo con una sonrisa descarada-

Me empujó hacia atrás, mi cabeza y espalda chocaron contra el escritorio. Se subió encima mía de modo que nuestras entrepiernas estuvieran en contacto. Empezamos a frotarnos mientras Minho besaba mi cuello. Me hizo otro de muchos chupetones que Changbin tendría que tapar con su maquillaje.

-Te voy a follar en mi escritorio. -dijo Minho mirándome a los ojos-

-P-Pero...Joy...está...-conseguí articular entre jadeos-

-Que le jodan, le pago bastante para soportarlo. -mordió mi oreja derecha- Gírate, te voy a partir el culo.

Genial, como si no lo tuviera ya roto.

Me levanté de la mesa y ni siquiera me dio tiempo a girarme, Minho me cogió del pelo y las manos y me estampó contra el escritorio. Sentí el cristal hacer presión contra mis mofletes y cómo se me empezaban a dormir las manos de la fuerza que ejercía Minho. Me bajó los pantalones y calzoncillos y me dio una nalgada.

-No tengo lubricante Jisung, lo siento pero no voy a parar ahora.

Sentí cómo la baba de Minho se colaba en mi entrada, introdujo dos dedos y empezó a meterlos y sacarlos con brusquedad.

-Voy a entrar. -me avisó Minho-

Introdujo su polla de golpe y se quedó unos instantes mientras me daba besos en la nuca. Había llenado el cristal del escritorio con la saliva que se me escurría.

Me embistió una vez sacando y metiendo su pene por completo, gemí y al instante me tapé la boca para no hacer tanto ruido pero a Minho le daba igual si Joy se enteraba, el seguía azotándome con tanta fuerza que el choque de piel resonaba por todo el despacho.

Las embestidas empezaron a aumentar de velocidad y el escritorio se movía de su sitio por el peso de nuestros cuerpos moviéndose. Podía oír los gruñidos de Minho cada vez que metía su polla en mí.

Me cogió por los hombros y me elevó hasta su altura para que nuestros cuerpos estuvieran pegados el uno con el otro. Mi erección estaba desatendida y empecé a masturbarme mientras Minho seguía follándome el culo.

-Para, ya lo hago yo. -me riñó Minho apartando mi mano de mi pene-

Empezó a bombearlo al mismo tiempo que sus embestidas, no aguanté más y me corrí manchando todo el escritorio, suerte que había quitando todas las cosas que habían.

Minho sacó su pene de mí y me giró para volver a meterlo con su mirada fijada en mí.

-Quiero mirarte mientras me corro. -me cogió de las nalgas y me acostó en la mesa-

Me embistió unas cuantas veces más cogiéndome del culo atrayendome hacia él para que su pene entrase más profundo. Finalmente se corrió sacando su polla de mi ano.

-Qué raro. -comenté entre jadeos-

-¿El qué? -preguntó Minho subiéndose los calzoncillos-

-Que no te hayas corrido en mi culo. -me reí aún subido al escritorio-