3rd Eye [MINSUNG]

XX

POV Jisung

Minho entró en una habitación que parecía un armario, tenía curiosidad así que le seguí para ver de qué se trataba.

¿Qué cojones es esto? El cuarto era mucho más grande de lo que me esperaba, había una cama enorme en medio con cosas que parecían servir para atar o algo así. Nunca había visto algo parecido. A los costados habían armarios con puertas de cristal repletas de lo que parecían ser juguetes sexuales, y cómo no, al fondo se veían varios disfraces, incluido el de ardilla.

-¿Qué es esto Minho? -pregunté paralizado en la puerta-

-Mi cuarto de juegos. -respondió con una sonrisa- Venga entra, no te quedes ahí.

Me cogió y me arrastró hasta el centro de la habitación. Estaba muy sorprendido, ya me había dicho que tenía una sala de juegos en la cabaña pero me esperaba una habitación con una play y un futbolín, no esto. Pensándolo mejor era Minho, no tendría que sorprenderme.

-Jisung. -me llamó Minho- Si aceptas hacerlo aquí tendrás que seguir mis órdenes ¿de acuerdo?

Me lo pensé un poco, Minho normalmente era muy brusco en el sexo, además parecía que el acto de denigrarme le producía placer. Esto no es lo que hace una pareja normal, lo sé pero sinceramente Minho hacía cosas que siempre creí que sólo le gustaba a enfermos sexuales me encantasen.

-Vale, hazme lo que quieras. -respondí sin más-

-Así me gusta. -dijo Minho con una amplia sonrisa- Ahora ven aquí que muerdo, pero no mato.

Me acerqué a él y me hizo sentarme en la cama, me acarició el pelo unos instantes y se fue al final de la habitación.

-Quédate ahí y no te muevas. -oí decir a Minho-

Cuando volvió tenía entre sus manos una especie de mini esfera negra. Me la dio y se quedó esperando a que hiciera algo.

-Ehh... ¿qué es esto? -dije con la bola entre las manos-

-Claro. -dijo riendo- No sabes lo que es. Quiero que te metas esta cosita -señaló la bola- en tu culito.

-¿Cómo?

¿Por qué quería que me metiese eso en el culo? Yo no sé nada de estos temas pero Minho parecía muy convencido.

-Sí metetela y desnúdate. -dijo sentándose en un sofá que estaba justo en frente de la cama.

Me quité la ropa mientras Minho parecía mirar un trozo de carne asándose. Me quedé totalmente desnudo sentado en la cama bastante incómodo.

-La bolita. -insistió Minho-

Me quedé mirando la esfera unos segundos y miré a Minho, estaba acariciando sus labios con una mano en su entrepierna.

Me recosté en la cama y algo inseguro empecé a introducir la bola en mi ano. Era pequeña pero aún así no me había puesto lubricante y estaba costando meterla. Levanté la cabeza para mirar a Minho, estaba cachondo, más de lo que suele estar. Di un último empujón y me la metí por completo. Cuando la tuve bien introducida me volví a incorporar y sentarme.

-¿Esto para qué sirve Minho?

-¿Crees que puedes llamar así a tu jefe? -preguntó Minho con una expresión dura-

-¿Señor? -tanteé-

-Mejor, sirve para dilatar tu agujero, así podré entrar con más facilidad.

Minho se acercó a mí y metió sus dedos en mi ano para que la bola entrase más profundo. Sentir sus dedos dentro de mí fue suficiente para soltar un gemido.