Capitulo 8

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Elliot la había recibido con una gran sonrisa, se veía radiante, con un brillo especial el cual era difícil de ignorar.

-¿Puedo pasar? - preguntó luego de unos minutos de silencio.

-¡Claro! - se movió para que ella pasara, su olfato captó un fresco aroma - siéntate por favor - indico su sofá cuando ella se quitaba el abrigo, tenía una bonita blusa roja con mangas ancha, ocultaba sus curvas pero aún así se veía hermosa - ¿cómo estás?

-¡Bien! Gracias Elliot ¿y tú?

-Igual... ¿cómo está Noah?

-Noah. ¡bien! Aunque tuvo un problema ayer en la mañana en la escuela...

-¿Cómo? ¿Qué? ¡Noah! ¿Está bien?.

-Si Ell, no te preocupes, unos niños lo molestan y el golpeó a uno de ellos.

-¡Vaya! - rió un poco.

-¿Por qué te ríes?

-Bueno Liv no fue tan malo, Noah esta creciendo y está aprendiendo a defenderse solo. Esos niños se lo merecían - ella rió.

-Me ha preguntado mucho por ti.

-¿En serio? Hace mucho que no lo veo, lo extraño - se quedó en silencio mirandola - ¿puedo ofrecerte algo? ¿Qué quieres tomar? - se levantó - ¿un whisky? ¿jugo? ¿café? ¿vino?

-Podría beber una copa de vino.

-¡Perfecto! - llevó dos copas y una botella, le dio una a ella y otra para él, comenzaron a platicar como años atrás acostumbraban hacer en esas horas en libres del trabajo, cuando almorzaban o estaban patrullando en la noche. Todo fluía, él bromeando haciéndola reír, por un momento ella olvido lo que iba a hacer, se había sumergido en una muy agradable platica con su ex-compañero.

-Hace mucho que no hacíamos esto.

-¡Si mucho! Fue mi culpa - se quedó en silencio mirando su copa - sabés... pensé que cuando me fuí iba a cambiar, pensé que todo estaría bien. Qué equivocado estuve.

-Elliot... - tomó un respiro antes de continuar, sabía que había llegado el momento de aclarar todo - ¿por qué lo hiciste? ¿Por qué no me dijiste?.

-Liv, antes que digas algo más... te ruego que me perdones. Sé que un lo siento no basta, no puedo imaginar lo confundida que has estado todos estos años y por eso estoy aquí, necesito decirte todo lo que pasó. Eres una persona muy importante para mi y quiero aclarar todo contigo, y si después de esto decides que no quieres saber nada de mi, lo entenderé. Sé que has sufrido mucho y no quisiera añadirle otro problema a tu vida.

-Te escucho - se sentó a su lado.

Elliot tomo aire, y empezó a decir mirándola directamente a los ojos.

-Sabes que asuntos internos abrió un caso mi contra.

-Claro Elliot, interrogaron a toda la unidad, yo fuí primero.

-Asuntos internos casi me destruye.
Recuerdo muy bien el día del tiroteo, como Gena entró a la unidad disparando, si la hermana Peg no se hubiera cruzado, la bala que la mató te habría dado a ti - se rascó la naríz - le disparé, murió en mis brazos, y no sabes como me arrepiento. ¡Dios! Era una niña.

-Elliot no fue tu culpa, ese fue un tiroteo limpio - tomo su mano - ¡oye! Yo en tu lugar habría hecho lo mismo.

-Liv... recuerdo que intentaste calmarme cuando corri a los separos, ¡tu carita preciosa! Tú eres la única que siempre sabe como controlarme en esas situaciones. Mi mente era un desastre. Tú decías: "Tranquilo Ell, ¡todo estará bien! Saldremos de esto... Juntos" junto con un cálido abrazo, me aferré a tu cuello, podía oler tu cabello y ese increíble perfume. Siempre estuviste conmigo en los peores momentos, apoyándome, sacándome del fango, por mucho tiempo estuve de pie por ti - se detuvo un momento - Asuntos internos me encontró inocente gracias a los videos de seguridad de la policía y mayormente por tu colaboración, pero eso me dejó muchos problemas: para poder volver tendría que pasar por terapias de ira, ellos revisarían cada caso que llevé, evaluarían si estaba apto para seguir haciendo parte de la Policía... no podía soportarlo.

La Octava CartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora