La Octava Carta

Capitulo 2

Pasó la semana y de Elliot ni sus luces, no llamó, no escribió, Olivia se preguntaba si todo había sido un sueño, pero no, siempre que llegaba a casa Noah le preguntaba por él, ella no sabía que responder, sólo decía que esperara hasta el sábado, él se emocionaba y saltaba por toda la casa, tenía que la decepcionara, y aún más a su hijo, nunca se lo perdonaria, así que iba a trabajar como normalmente lo hacía, encerrando criminales y apoyando a las víctimas, pero aún así siempre miraba su teléfono esperando ver si quiera un mensaje de él, se sentía lastimada.
Así que olvido el asunto.

Llegó el sábado, Olivia tenía planeado todo un día de diversiones con Noah, pero él estaba triste, tenía su bat en las manos con ganas de llorar:

-Mami, ¿por qué Elliot no vino?... me enseñaría a batear como él.

Olivia se acercó a él, lo tomó en sus brazos y sintió como un nudo se formaba en su garganta.

-No lo sé Cielo. Tal vez no pudo venir porque esta ocupado - quitó el bat de sus manos - ¿Si quieres puedo inscribirte a entrenamiento?

-No, ya no quiero - la abrazó - ¿podemos ver una pelicula?

-Amor lo siento tanto - besó su frente - Oye, Te Amo - se sintió terrible, ya era tarde, como pudo fallarle, y aun más a su hijo -  "¿será que se le olvido? o ¿acaso se le presento un problema de ultima hora? No lo sabre hasta que llegue si es que lo hace" pensaba pero fue interrumpida por tres golpes en la puerta - "sera posible que sea el" - pensó - el pequeño seguía triste, ella se levantó, miró por el ojo mágico y abrió la puerta

-¡Lo siento! Había mucho tráfico y pase por una tienda de deportes - Era Elliot, estaba muy agitado por subir corriendo las escaleras.

-Elliot. ¡Hola! Pasa - dijo sonriendo - No es conmigo que debes disculparte - volteó para que el pudiera ver a Noah, pacientemente pasó, pensaba en la posible reacción del pequeño, recordó lo emocionado que se puso cuando le dijo que practicarian. Después de mucho pensar se acerco a él.

-¿Quién está listo para un juego de béisbol?

Noah levantó la cabeza, al verlo sus ojitos se iluminaron.

-¡Elliot! Pensé que no vendrías. Pero, ya es tarde, no podemos jugar.

-Nunca podría decepcionarte. Pero, tengo un plan mejor - llevó su mano en uno de sus bolsillos - compré entradas para el juego de béisbol de hoy: Los Diamantes Vs Nets, inicia en treinta minutos - era el equipo favorito de Noah, Liv lo volteó a ver sorprendida, no necesitó palabras, sus ojos lo decian todo, ¿cómo podía el saber eso?

-¿Recuerdas cuando te dije que tengo espias por todos lados? - dibujó en su rostro una bonita sonrisa torcida y le guiñó un ojo.

-¿Mami podemos ir? - le hizo pucheros - por favor ¡¡¡si!!!

-¡Eh! Pero...

-Tengo tres entradas. Dicen que venden las mejores palomitas - la interrumpió y alzó los hombros.

-Está bien... vamos - rió un poco.

Noah estaba emocionado y saltaba por todos lados gritando, tomó su abrigo y salió con Elliot de la mano.

-Liv, ¿vienes? - sonrió, ella sintió una fuerza especial al verlos, deseaba tanto una familia.

-Si, no me lo perdería, adelantese - Liv sacó su telefono - ¡Fin! Hola, no iré a la jefatura hoy, estas a cargo, si tienen papeleo, terminen y tomense lo que queda del día libre, Ok, Adios... ¡Gracias! - salió de su edificio, Elliot estaba esperandola, Noah estaba en el asiento trasero en una silla para niños, abrió la puerta para que ella entrara, Los dos se miraron, ella besó su mejilla y subió al auto, cerró la puerta y fue al asiento del conductor.