Dieciséis

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- Y -

No recuerdo cuándo fue la última vez que sentí el cosquilleo en el cuerpo de ser descubierto. De pequeño solía hacer maldades, pero jamás fui un mentiroso. Salvo ahora.

- Jungkook... - repito el nombre del chico paralizado frente a la puerta del baño que apenas pestañea. Hace aproximadamente una hora sus ojos grandes habían llamado mi atención. Me recordaba una película infantil donde a un animalillo del bosque le mataban a la madre, pero viéndolo con mayor detención en este momento me causa un poco de gracia. Sus ojos saltones están abiertos mucho más de lo normal y eso definitivamente no lo creía posible - Hey...

Intento hablar con él, pero no reacciona. Parece congelado.

Doy un par de pasos hasta él y le miro con el ceño fruncido. Sus ojos siguen mi rostro y lo escanean como si estuviera dudando de mi existencia - ¿Me oyes?

Toco su hombro con mi mano derecha y entonces él reacciona dando pequeños pestañeos. Noto como su cuerpo comienza a temblar de pronto, empezando a preocuparme - Eres... - balbucea con otro tono de voz que jamás le oí en el poco tiempo que llevamos de conocernos - Eres AgustD...

Suelto un suspiro antes de contestar - Así parece...

- No puedo creerlo... - se dice a sí mismo llevándose ambas manos a su cabeza. Reconozco mi móvil sujeto en su mano izquierda en lo que le observo - ¡No puedo creerlo! - repite - ¡Eres AgustD!

- Sí, ya quedo claro que...

- Oh, por Dios... ¡Oh, por dios! ¡Bebí una cerveza con AgustD! - grita.

- Está bien, cálmate... - intento tranquilizarle pues está a punto de arrancarse la cabeza.

- ¡Estoy en un puto baño con AgustD! - grita aún más fuerte - ¡Si muriera en este momento no me importaría porque acabo de conocer el cielo!

- ¡Hey! - le grito tomándolo del brazo al mismo instante en que un hombre abre la puerta vestido de negro y con rostro de animal rabioso.

- ¿Pasa algo, señor Min? - me pregunta y logro reconocerlo. Se trata de uno de los guardias que custodia el lugar.

Jungkook guarda silencio sin dejar de sonreír como idiota y yo me aclaro la garganta para contestar - No pasa nada, no te preocupes.

- ¿Ese tipo le está causando problemas? - vuelve a preguntar. Sus palabras retumban entre las cuatro paredes del baño.

- Él vino conmigo, puedes retirarte.

- Como guste - termina y se retira en silencio.

Apenas cierra la puerta vuelvo a concentrarme en el alto chico que me mira como si fuera un extraterrestre.

- Escucha - comienzo a hablar alejándome unos pasos para caminar por el costado de los grifos - Sí, mentí. No soy Jisong, pero tengo una muy buena razón para ello.

- Dejaste tu... - balbucea comenzando a normalizarse mientras mira mi móvil en su mano.

Ruedo los ojos y camino para arrebatárselo - Sí, gracias - digo guardando el aparato en mi bolsillo - ¿Cómo lograste entrar aquí?

- El guardia de la entrada... me dejó. Dije que venía contigo y tal vez ya nos había visto charlar allá abajo - contesta señalado hacia su espalda. Su mano tiembla.

- Bien... ¿No me preguntarás por qué mentí? - digo un tanto dudoso.

Él asiente con un rápido movimiento y si no fuese porque su cabeza está bien aferrada a su cuerpo, le habría salido volando - Tengo muchas preguntas.

EMPTY FAME | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora