Treinta

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- Y -

- ¿Dónde está? - Pregunto adentrándome en el salón del departamento de Jeon.

Sorprendentemente es la primera vez que Jungkook no sufre un ataque al verme y sonrío triunfante debido a este gran avance.

- Sigue en su habitación, dijo que no tenía hambre ni ánimos de levantarse - explica Jungkook señalándome la habitación del castaño.

- ¿Crees que quiera hablar conmigo? - le pregunto al pelinegro, pero en realidad me lo estoy preguntando a mí mismo.

- No lo sé, tal vez deberías venir más tarde...

- Al diablo, lo haré de todas formas - le corto echando a caminar hasta su puerta.

Gracias a que el departamento es pequeño, de un par de pasos ya me encuentro frente a la puerta.
Respiro profundo antes de tocar, pero al no obtener respuesta la abro sin más.

La habitación está en silencio y en completa oscuridad. Las cortinas azuladas apenas dejan entrar un poco de luz, pero a pesar de estar bastante oscuro veo claramente el bulto con sabanas arrugadas sobre el colchón. Aquel bulto llamado Park Jimin.

- Jungkook... - le oigo decir debajo de las colchas – te dije que me dejaras tranquilo, quiero dormir...

De dos largas zancadas llego frente a la ventana y abro las cortinas para dejar entrar un poco de luz. Que Jimin esté igual que yo cuando me deprimía por May no me gusta para nada.

- Maldita sea, Kook – le escucho refunfuñar mientras le veo moverse entre sábanas – vete.

En vez de hablar, guardo silencio recostándome a su lado. No le veo, pero sé que está allí escondido como conejo en su madriguera.

No tengo idea de qué rayos le pasa, pero según Jungkook ayer visitó a su madre y llegó bastante deprimido del pueblo.

- ¿Por qué sigues aquí...? Vete a tu habitación – alega haciendo que su búnker de colchas temblase un poco. De pronto noto como una piernecilla aparece entre las sábanas y río internamente por su gracioso pijama de perros amarillos, pero lo que sigue me descoloca, esa adorable piernecilla me ha dado una patada justo en la rodilla y al parecer no tiene intenciones de detenerse porque continúa dándome patadas con el objetivo de tirarme de la cama - ¡Largo de aquí, dientón!

- Mierda, Jimin – me quejo cuando me da con fuerza en el muslo. Apenas mi voz se hace oír en la habitación, Jimin frena sus ataques para volver a esconder su extremidad y asomar sus ojitos de alcancía por la parte superior.

- ¡Jisong! – se sorprende - ¿Q-Qué haces aquí? Lo siento mucho por golpearte, no quise... digo, pensé que eras Jungkook, lo siento mucho.

Termino de sobar mi muslo para concentrarme en los ojos curiosos que me miran con culpa frente a mí y digo - ¿Sueles golpear a Jungkook todo el tiempo?

- No... bueno sí. Hay veces que lo merece – me responde – Lo siento por golpearte...

- No te preocupes, entiendo que Jeon merezca un golpe de vez en cuando – digo sin dejar de mirarle a los ojos, de todas formas es lo único que veo de él – Ahora deberías darte una ducha y salir conmigo, ¿qué dices?

- ¿Salir...? – Jimin vuelve a esconderse bajo las colchas y desaparece de mi vista – No quiero. Planeaba dormir todo el día...

- ¿Estás enfermo?

- No, pero no tengo ánimos de salir de casa... o de mi cama – responde.

- ¿Pasó algo? – insisto. Es muy extraño que alguien tan lleno de vida como él ahora ni siquiera quiera salir de su cama - ¿Te hicieron algo? ¿Qué pasa Park?

EMPTY FAME | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora