Treinta y nueve

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- J -

A las cuatro menos cinco intento llamar a Jungkook avisándole que olvidé mis llaves al salir de casa, pero no atiende. Maldigo mentalmente porque es un despistado y me pregunto en qué diablos estará distraído mientras el conductor del taxi donde voy juguetea con la radio.

Todavía no puedo sacar de mi mente las palabras de Yoongi. Intento prestar atención a todo lo que pasa al otro lado de la ventana que tengo a mi izquierda, pero nada logra quitarme su voz de la cabeza. Aún no logro asimilar lo que pasó y tengo mucha rabia porque soy un estúpido cobarde que no pudo encararlo. ¡Soy tan... ah! ¡Solo debía girar la tonta manilla de la puerta y no esconderme como una rata asustadiza!

No debería pensar en él y seguirme lamentando por actuar como un tarado, es mejor preocuparme por cosas más importantes como el estado de mi familia. Estuve haciendo algunas llamadas y sigo sin encontrar rastros de papá, salvo por un depósito que hizo él mismo en el banco en mi nombre hace ya algunos meses y yo ni enterado.

Si creía que Jungkook era distraído, yo soy el rey.

- Buenas tardes a todos y bienvenidos a nuestro espacio de radio ''The Future''. Los acompañamos esta tarde Kuyng, en el control, Hyo, quien les habla y nuestro invitado especial del día ¡AgustD! – quiero darme un tiro en cuanto oigo su nombre - ¿Cómo estás, Agust? Gracias por aceptar nuestra entrevista.

Y justo cuando creí que por fin había logrado quitar al molesto Yoongi de mi mente, el conductor no tiene otra cosa mejor que ponerlo en la radio.

¡¿Es en serio?!

- Gracias a ustedes por invitarme, me alegra estar aquí – no suena ni un poco emocionado de estar allí. ¡Al menos finge un poco, santo cielo!

- ¿Le pasa algo? – el hombre del taxi me despabila desde el volante.

- Sí, digo no. ¿Por qué? – respondo tratando de esconder mi repentina crisis existencial.

- Porque acaba de gritar tan fuerte como si hubiera visto un monstruo.

¿Cómo que acabo de gritar? ¡Pensé que lo había hecho internamente para mí mismo!

- Oh... eso, sí, es que... ah, emm... acabo de recordar un trauma de mi infancia, no pasa nada.

De seguro estoy colorado como el semáforo que tenemos al frente porque noto el rostro caliente y unas ganas inmensas por clavarme una navaja en la yugular.

- Bien, eh... - balbucea confundido para finalizar aclarándose la garganta y guardar silencio.

El ambiente ahora es incómodo y solamente empeora cuando escucho la voz de Yoongi salir de los parlantes que tengo a los costados.

- Para empezar, nos gustaría saber si es cierto que tienes cinco deportivos más en tu casa idénticos al que sueles usar. La gente en las redes sociales dice muchas cosas – carcajea el locutor con euforia.

- Eso es mentira, ¿por qué tendría otros iguales?

- No lo sé, eres un chico con mucho dinero.

- Y cabeza. No lo desperdiciaría en estupideces como esa... ¿puedo decir estúpido por la radio?

- En esta emisora, sí.

- Pues estúpidos los que lo crean.

El locutor vuelve a echarse a reír seguido del conductor del taxi. Parecen estarla pasándola de maravilla ignorando que estoy a punto de abrir la puerta y lanzarme en medio de la calle.

- Hay muchos rumores sobre mí últimamente – dice Yoongi soltando un bufido pesado.

- Muchísimos y es precisamente de ellos que nos gustaría hablar, ¿podemos charlar acerca de eso?

EMPTY FAME | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora