Veintisiete

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- Y -

- ¿Qué mierda me pasa? – me pregunto pasándome una mano pesadamente por la cara mientras tiro mi maleta sobre la cama. Acabo de llegar a la costa, pero el viaje ha sido tan pesado que me duele el culo por estar tantas horas sentado – Maldición.

Todo estaba saliendo bien. Estaba consiguiendo sentirme cómodo con la doble vida que llevaba, me agradaba el simple hecho de tener una persona ajena a mi familia que me tratara como alguien normal, dejé de estar enfadado conmigo mismo, comencé a ver las cosas de una manera más positiva y todo se volvió más divertido para mí. Todo estaba genial, pero entonces un ligero peso se empezó a acumular en mi cabeza con cada día que veía a Jimin. Cada día que él se aparecía dejaba un saco lleno de culpa sobre mi espalda y se acumuló tanto que ya casi ni puedo con el peso. Es demasiado.

Mierda, no puedo decirle quien soy.

- Maldita sea.... – suspiro dejándome caer sobre el colchón y un par de almohadones – Tengo que hacerlo. Este juego ya no es divertido.

Tengo que decirle la verdad, eso es seguro.

- Lo haré luego de las grabaciones.

Mi teléfono suena distrayéndome de la culpa que me come vivo por unos segundos y diez minutos después tengo a Hoseok conmigo. Estamos sentados en el balcón del segundo piso de la pequeña cabaña que arrendé mientras bebemos una cerveza.

Hoseok se bebe un largo trago antes de hablar – Entonces te quedarás acá y no con los demás en el hotel, ¿no es así?

Asiento mirando el mar – Es más tranquilo aquí.

El bailarín ríe posando sus ojos en las gaviotas que revolotean por la arena – Te estás tomando muchas molestias por el chico. Es por Jimin, ¿verdad?

- No – miento – quería un poco de espacio.

- Claro que sí.

- Digo la verdad, Hoseok – le miro.

- Y yo te digo que sí.

- Está bien, es por Jimin – bufo y oigo una risilla por parte del tipo a mi lado. Últimamente me cuesta un poco mentir – Quiero decirle la verdad de todo esto. Al principio fue divertido, pero ya no más. Es extraño.

- ¿A qué te refieres? Ayer te vi muy decidido cuando me comentaste todo esto de tu vida falsa. A mí me parece divertido – dice revolviendo sus cabellos - ¿no lo es?

- No – aclaro – Al menos no cuando sientes culpa. Puede ser divertido con una persona cualquiera, pero con Jimin es distinto. Jimin no merece que nadie lo engañe o le haga daño. Ese chico es... - Noto la mirada de Hoseok posada en mí como si tuviera un moco en la cara. No distingo qué tipo de mirada es esa – un buen amigo.

- ¿Amigo?

- Y bailarín – admito.

- Espera, espera – Hoseok me frena mostrando ambas palmas de las manos – Aclárame algo, ¿tú sientes algo por ese niño?

- ¿Con algo te refieres a...?

- ¿Atracción...? – cuestiona - ¿amor?

- ¿Qué? – me burlo. No soy esa clase de chico – En definitiva, no es nada de eso que te imaginas.

¿Amor? Los recuerdos de Jimin sonriendo me invaden entonces y sacudo la cabeza para borrar su rostro de mi mente.

Bebo un poco de mi cerveza dejándome caer contra el respaldo de mi silla mientras le oigo decir con tranquilidad - Ah, que bien. Entonces no te importará que salga con él.

EMPTY FAME | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora