Diecinueve

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- Y -

Gruño una vez estaciono al costado de la motocicleta de Hoseok. Nunca entenderé por qué la vida siempre se encarga de meter el dedo una y otra vez sobre la herida, y es que justo ahora que he encontrado un amigo normal que me acepta como una persona normal, ella vuelve a aparecer. Siento como mi corazón se acelera, pero ya no es un sentimiento agradable; Al contrario, es tan horrible que siento nauseas. 

¿Qué pasará cuando la vea?

No quiero estar aquí, sin embargo acabo de cerrar la puerta de mi camioneta para acercarme a las escaleras de la entrada sin dejar de pensar en ella. ¿Cuantas veces habré venido por ella a la este mismo lugar? 

Una sonrisa se me forma de repente recordando la primera vez que la vi bajar de aquellas escaleras. May siempre tan perfecta con su cabello largo y rostro hermoso no dejaba de sonreír de tal vez algún chiste contado por una de sus compañeras de academia. Yo la observaba de pie en el mismo lugar donde estoy ahora mismo con admiración mientras esperaba junto a Namjoon al nuevo encargado de los bailarines para mis videos musicales, Hoseok. ¿Cómo no admirarla cuando parecía que todos los ojos estaban puestos en ella todo el tiempo? Siempre tan radiante con ese ligero toque de elegancia natural que se reflejaba en cada minúsculo acto que realizaba. Acomodarse el cabello, pestañear, todo en ella era perfecto. Aquella tarde ella me sonrió y yo caí en su trampa.

El sonido de la puerta abrirse con estruendo me vuelve a traer a la realidad cuando veo a un chico alto salir corriendo de la academia arrastrando un viejo bolso café hasta perderse entre los arbustos que dan a la calle.

Estoy nervioso. Planeo evitarla y hacer que mi corazón no se rompa un poco más luego de verla si es que sigue aquí 

Varias personas salen del edificio charlando felices y otros solitarios solo caminan hasta quién sabe donde, y ya luego de unos muy infinitos diez minutos, Jimin aparece.

En comparación a como van los demás, Jimin se ve diferente. No tiene una pizca de cansancio, trae el cabello húmedo y su típico bolso negro de siempre. Sonrío inconscientemente al verle pues él sonríe y se pasa una mano por los cabellos mientras suspira mirando las nubes. Tengo el repentino deseo de saber en qué está pensando en este momento. Espero que no sea en las mil maneras de asesinarme por dejarle sólo en el cine.

Me acomodo aún más la gorra que llevo puesta para echar a caminar hasta él, pero me detengo porque Jimin no está sólo, está con ella.

- May...

Mi pecho se contrae al nivel en que me comienza a faltar un poco el aire. May sigue malditamente igual de hermosa que siempre. Ella está ahí de pie al lado de Jimin mirándole con una sonrisa y ojos dulces. No le mires, eres una farsa. No contagies al pobre chico con tu basura de corazón. Corazón que deseo y necesito que sea mío de nuevo.

¡Maldición! ¡¿En qué estoy pensando?! 

Oh no, Jimin se va y todavía no me he disculpado apropiadamente. Debo ir por él, pero no puedo acercarme mientras ella esté cerca.

Empuño mi mano con rabia arrugando ambas entradas que traigo conmigo de paso. No puede ser posible que May siga arruinando mi vida y mis planes.

Quiero gritarle a Jimin que estoy justo tras de él, pero parece tan divertido hablando con la chica que me destruyó hace unos meses que vacilo entre si llamarle o volver a casa. Quizá Tae quiera ir conmigo a la aburrida presentación de baile sobre hielo. 
Al diablo.

Estoy atrás de ti.
-Jisong.

Guardo mi móvil en el bolsillo de mi pantalón junto con ambas entradas mientras le miro alejarse. De pronto él busca algo en el bolsillo de su chamarra negra y saca un teléfono. 

EMPTY FAME | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora