Alfa With Love ¦ JiKook

Treinta

JIMIN

Tercer mes en marcha. Mi lado alfa se había vuelto más protector con JungKook, tenía miedo de que se hiciera daño hasta con la almohada. Coloque varias en el piso por si acaso que llegaba a caerse, sus mareos hacían que perdiera el control de sus piernas. Había tomado licencia para cuidar a JungKook, NamJoon me dió un adelanto de mi sueldo y me felicitó.

Claro, los antojos de JungKook me hacían levantarme en la madrugada y me sentía bastante feliz en complacerlo, ver su linda sonrisa formarse cuando lo alimentaba. El médico me había dicho que por ninguna manera debía de gritarle a JungKook, su animal se encontraba sensible aún con un "No" se largaria a llorar y eso podría afectarle a los cachorros.

—Quiero chocolate...—escuche susurrar a mi compañero—Minie...—comenzó a moverme y lo abrace para que entendiera que estaba despierto—Chocolate ¿Si~?—.

—Bebé son las cinco de la mañana. Más tarde te compraré, duerme un rato más cariño.

—Si tú no vas a comprarlo entonces lo haré yo—cuando JungKook estuvo a punto de levantarse lo detuve—¿Ahora que Park JiMin?—mi Omega ya se estaba poniendo su bata junto con su calzado.

—Quedate en la cama. Iré por ti—lo abrace y le di un pequeño beso en su frente—Desde temprano ya están haciendo sufrir a Papá—bese el vientre abultado de JungKook.

—¡Eres el mejor papá del mundo!—grito JungKook emocionado volviéndose acostar-Te amamos JiMin.

—Me aman cuando les conviene—me reí y salí de mi habitación listo para ir a comprar. Más tarde cuando todas las tiendas del pueblo estuvieran abiertas me encargaría de hacer las compras por mayor. Un día compré veinte paquetes de galletas y en menos de cuatro horas ya no había más.

Mi Omega era un encanto.

Cuando llegue a casa me encontré con JungKook comiendo una naranja y manzana a la vez. También agarro la manía de comer varias cosas a la vez.

—¡Dame, dame, dame!—JungKook vino corriendo hasta a mí tratando de quitarme las cosas de la mano. Pero como era un poco más alto que él, alce mi mano para que no llegara—¡JiMin tus cachorros tienen hambre!.

—Te los doy solo si me das un beso—señale mis labios—Aquí—-JungKook me dió varios besos y le tendí el paquete más grande que encontré de chocolate. Volví a la cama para dormir, caí en seco y en segundos logré dormirme... por un corto tiempo.

—¡JiMin los bebés quieren jugo de limón!—ya no quería más cachorros, me levanté llorando de la cama directo a la cocina. JungKook pareció devorar todos los limones en la semana y tuve que salir a comprar todo de una vez por todas.

En vez de comprar bastante frutas compraría bastantes bebidas de frutas. A JungKook le agarraba mucha sed en la mañana y me mandaba hacerle jugo de naranja. Llegue a casa con cinco bolsas enorme de biberes y me encontré con JungKook durmiendo en el sofá. Solté todo y fui a despertar a mi lindo bebé que podría caerse de ahí.

Me dió tanta ternura verlo acostado, tenía su remera dejando al descubierto su gran vientre y su saliva se encontraba cayendo de sus labios.

—Nochu...—bese su mejilla—Bebé vamos a la cama, mi amor. Aquí hace mucho frío para que duermas, además es muy pequeño el lugar. En la cama podrás moverte con más libertad—JungKook se levantó con mucha pereza y lo ayude a subir las escaleras.