Alfa With Love ¦ JiKook

Catorce

JIMIN

—Brindemos por este día dónde ambas familias somos solo una—dijo mi madre, mientras pasaba su mano por mi cabello—Aun me acuerdo el día cuando me enteré que mi pequeño era un alfa. Crecen tan rápido, cuando menos te lo esperas ya tienen pareja y en menos de dos meses seguramente nos vendrán con nietos.

Todos rieron, excepto JungKook.

JungKook se quedó concentrado en aquel vaso de agua enfrente suyo.

"—No digas nada, no digas nada, no digas nada...—"

Fui a su lado para calmarlo, se perfectamente que hablar sobre cachorros no era lo suyo y mucho menos con la mirada de su madre, obligando que no dijera nada para arruinarlo. Esto no parece una cena que muestre felicidad, parece una cena donde esperan que JungKook me de cachorros.

Lo que menos quiero es que JungKook se sienta obligado o que odie a mi familia. Lo más fundamental en mi círculo familiar es tener un cachorro apenas sea echa la marca. JungKook se levantó de la mesa, captando la mirada de todos y se fue hacia el patio.

—¿Dije algo malo?—dijo mi madre mirando dónde se había ido JungKook.

—No te preocupes. Solo quiere tomar aire. Todo esto de la cena lo tiene mareado—todos quedaron con las bocas abiertas, incluso TaeMin. ¿Acaso había dicho algo malo?.

Fui detrás de JungKook que miraba detenidamente la decoración del patio. Toda la tarde con TaeMin nos pasamos decorando para hacer más lindo el ambiente. Pero no pensé que JungKook inmediatamente iba a romper todo...

—¡No quiero!, ¡Lo odio!, ¡Lo detesto!—JungKook comenzó a llorar aún sin darse cuenta de mi presencia—¡Soy un alfa, no un estúpido Omega!.

Siguió rompiendo todo sin piedad hasta que se cansó y cayó de rodillas al suelo. Llevo sus manos hacia su rostro tratando de secarse las lágrimas. Podía sentir claramente lo triste que se encontraba el Omega dentro de JungKook, podía sentir como mi alfa moría de ganas de ir y consentirlo pero a la vez temí de que JungKook me hiciera algo.

—¿Bebé, te encuentras bien?—me acerque a él y me coloque a su lado sobando su espalda—¿Quieres que vayamos a mi cuarto para hablar o te gusta estar aquí?—no recibí respuesta de JungKook, solo unos sollozos—Considero eso como un si—lo ayude a levantarse y lo lleve hacia mi habitación, tratando de que nadie nos viera—¿Que sucede mi cielo?. Cuéntame esas ideas malas que tienes dentro tuyo, prometo no enojarme.

JungKook se acostó en mi cama aún llorando.

Cuando pasaba por situaciones iguales a las de JungKook, lo primero que hacía era apagar la luz y hablar tranquilamente con mi madre. Apague la luz de mi habitación y me acosté al lado de JungKook, apoyando con cuidado su cabeza en mi hombro para que tuviera mayor contacto con mi aroma.

—¿Mejor?—JungKook asintió.

—No quiero cachorros. Odio la idea de tener cachorros, niños corriendo por toda la casa, eso suena horrible—dijo JungKook acariciando mi pecho—Si tu y yo estamos juntos, voy a decirte esto claramente. Búscate a otra Omega que pueda aceptar tus cachorros, no te dejare correrte y si lo haces juro que no tengo miedo en abortar...

—JungKook...—pronuncie ante sus crueles palabras—¿Porque dices eso?. No digas eso de nuestros cachorros, si tú no los quieres tener yo si los quiero. Al menos déjame que yo me haga cargo, el peso no será sólo tuyo si no también el mío, juntos podremos manejar todo esto. No tienes porqué derrumbarte, si aún ni hemos comenzado—bese su linda frente y lo mire a los ojos como pude.