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Sí alguna vez preguntan si se terminó, yo les diré que nunca muere un corazón.
Chris suspiró escuchando los gritos de Jenny.
— ¡Pensé que querías algo serio esta vez!
—Por favor, Jenny —paso su mano por su cara—. Te sigues viendo con tu ex esposo, ¿creías que no lo sabía?
La mujer apretó los labios.
— ¿Quién te dijo eso? —gruñó.
Chris carcajeo.
—Aló, ¿si saben que no están solos en casa? —golpeó la puerta Camille—. Ni Dodger hace tanto escándalo como tu, bruja.
La ojiazul miro al techo esperando que su hermano mayor terminara de una vez con esa mujer.
—Bye bye, perico —sonrió falsamente la joven actriz al ver a Jenny salir de la casa echando fuego.
—Gracias —sonrío Evans besando la frente de su hermana menor.
La chica golpeó con su codo el estómago de su hermano.
—Aléjate, idiota —caminó a su habitación.
— ¿Ahora que hice? —bufó.
— ¿Recuerdas a Jordyn Sloan? ¿Tu increíble ex novia que dejaste por idiota? —pregunto obvia—. Pues ahora esta en su habitación encerrada por que tú olvidaste borrar los vídeos y fotos que tenían juntos.
— ¿Por qué me echan la culpa a mi? —se quejó recordando a Kylie, Carly y Shanna igual lo habían culpado a el.
La chica se quedo en el filo de las escaleras pensando—. Por que eres hombre —se encogió de hombros—. Y los hombres siempre suelen tener la culpa.
Chris rodó los ojos al ver a su hermana subir las escaleras rápidamente.
Una parte de el se quedó preocupado al escuchar a su hermana decir el nombre de su exnovia.
— ¿Hola? —escuchó la dulce voz del otro lado del teléfono.
— ¡Grace, hola! —murmuró nervioso.
—Ah, eres Chris —la niña se sento en el mueble—. ¿Qué necesitas?
—Hablar con Jordyn, no contesta mis llamadas y...
—No está —lo interrumpió—. Y si estuviera no te la pasaría.
—Creí que éramos amigos.
—Hiciste llorar a mi hermana —dijo sencillamente—. Y tío Peter me dijo que si un hombre hacía llorar a una mujer entonces ese hombre era un idio...
—Lenguaje —la interrumpió antes de que dijera esa grosería—. Prometo llevarte a comer helado de chocolate.
—Adiós, Chris —canturreo.
— ¡No! ¡Espera! —fruncio el ceño al oír la llamada ser cortada.
— ¿En serio pensabas sobornar a una niña de trece años con helado de chocolate para poder hablar con Jordyn? —Kylie miró a su hermano con una ceja alzada—. Sip, eres un idiota.
