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La actriz temblaba en los brazos de Chris mientras el actor miraba seriamente a la mujer frente a ellos.
— ¿Qué ocurre aquí? —Rian entro al set confundido—. ¿Jordyn, estás bien?
—Esa mujer no puede entrevistarnos —mencionó Chris.
— ¿Por qué no? —la rubia escondió su rostro en el pecho de Chris buscando alejar la mirada de la mujer.
Odiaba sentirse tan expuesta, odiaba ser débil.
—Ella fue la que se entero de nuestro aborto en 2012 —explicó el actor furioso, su hermana le había contado la crisis que Jordyn había pasado por culpa de esa mujer.
—Yo nunca aseguré nada —habló sinica—. Tu acabas de confirmar mi teoría, Christopher.
El actor apretó su quijada—. No vamos a grabar ninguna entrevista para esta... mujer.
Rian miro a la mujer sin saber que hacer, no podía dejarla sin entrevista ya que eso le podía dar muchos problemas, pero tampoco quería que Chris y Jordyn salieran más afectados, en especial la rubia.
—Váyanse de aquí, yo me encargo —pidió Rian—. Usted, espere aquí.
Chris salió del set con la rubia aún en sus brazos.
—Llamaré a James —el bostoniano se tensó al oír el nombre del escocés—. Llévala a su hotel y ¿Chris?
Lo miro.
—Cuídala, por favor —pidió.
—Por supuesto —sonrío levemente.
Ambos caminaron a la camioneta negra que los esperaba y se encaminaron al hotel.
—Chris —lo llamo débilmente.
— ¿Qué pasa? —la miro preocupado.
— ¿Puedes abrazarme? —pidió con lágrimas.
Chris sintió ganas de llorar al verla tan indefensa. Sin pensarlo mucho le colocó su suéter y la acomodó en sus piernas como bebé para abrazarla en lo que quedaba de trayecto al hotel.
—Ya todo esta bien —le susurró en el oído.
Al llegar al hotel una ola de reporteros los esperaba. Algo le decía que esa mujer tenía algo que ver.
—Andando —con ayuda de la seguridad del hotel entraron ilesos.
La habitación de Jordyn quedaba en el piso trece, un piso arriba del suyo.
—Recuéstate —le pidió.
El actor buscó la bolsa con pastillas de la rubia.
— ¿Sigues tomando clonazepam? —preguntó mirando el bote naranja.
—Los ataques de pánico regresaron y el psiquiatra creyó que era lo mejor —explicó acostada—. Me da una dosis más baja.
Suspiro, odiaba sentir que el había sido culpable de la inestabilidad emocional de Jordyn.
—Toma —le entregó las pastillas y un vaso con agua.
La actriz tragó las cuatro pastillas y se volvió a recostar.
—Iré a mi habitación —se levantó dispuesto a ir a su habitación a descansar pero la mano de Jordyn se enredó en su muñeca.
— ¿Puedes quedarte conmigo? —pidió con voz quedita—. Tengo... tengo miedo de quedarme sola.
Chris debatió unos segundos antes de acostarse junto a ella, Jordyn se acomodó en pecho y temblorosa enredo su brazo en la cadera del bostoniano.
—Tu nunca estarás sola, Jordyn —soltó en suspiro pero ella ya había caído dormida. Beso su frente—. Descansa, mi ángel.
