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No sabes cuanto me duele este adiós.
James se encontraba sentado en la cama mirando un lugar fijo, podía sentir la mirada de Jordyn.
— ¿Planeaste alguna vez contarme tu relación con Camille? —volvió a preguntar.
Dos horas atrás, Sebastian le negó el saber de la relación de Camille con James. Así que la rubia tomó valentía y al llegar a casa le preguntó a James por Camille.
—Lo mío con Camille fue hace un tiempo, Jordyn —suspiró triste—. Nuestra relación fue tan efímera que no parece real.
— ¿Cuándo fue? —quiso saber pensando en su amiga, no quería que Camille pensará que fuera mala amiga.
—Hace dos años, cuando ambos participamos en mujer bonita —explicó—. Teníamos muchas escenas juntos y... paso.
— ¿La amas? —preguntó mirándolo fijamente.
James alzó la vista con lágrimas.
—Es una mujer muy importante en mi vida, no lo voy a negar —suspiró recordándole—. Pero no sé si aún la siga amando.
—No sé —repitió sus palabras—. No puedes decir no sé.
—No es fácil de olvidar, ¿ok? —se levantó—. Es como si yo te preguntara si aún amas a Chris.
La chica cerro los ojos.
—Se que te pusiste mal en el bar por el, Jordyn.
— ¿Nuestra relación es importante para ti? —preguntó insegura.
James la miro confundido.
—Mira —suspiró—. Tengo miedo, miedo a que Camille siga en tu corazón y cuando la vuelvas a ver todo lo nuestro cambie.
James se hincó frente a ella.
—Te puedo asegurar que lo que yo siento por ti es real —la tomo de las manos.
Jordyn se lanzó a el sollozando.
—No quiero sufrir más, James —confesó—. No quiero más relaciones tóxicas, quiero ser feliz.
—No te puedo ofrecer una relación perfecta, Jor, pero si una feliz —limpió sus lágrimas—. Te voy a respetar, te voy a querer y voy a poner todo de mi parte para hacerte feliz. Pero tu tienes que ayudarme a eso.
— ¿Cómo? —lo tomó de las mejillas acariciando su barba con sus pulgares.
