Citrus-años despues

el divorcio de mei parte-1

KAORI:Mei y Udagawa se casaron cuando ella termino la universidad, desde un principio dejo muy claro que ese matrimonio era solo un contrato, ellos compartían una casa pero no habitaciones, no tuvieron relaciones sexuales hasta un año y medio después de casarse. Al principio Udagawa era todo un caballero, entendió la postura de Mei y la respeto. Pero era un humano cualquiera, se sentía rechazado por su esposa, su frialdad hacia él le comenzó a doler, al año de matrimonio él comenzó a beber al punto de terminar ebrio todos los días. En una ocasión Mei se fue a un congreso educativo en Kioto, estaría fuera durante dos días, uno de ellos el entro completamente ebrio a su habitación y en ella encontró un pequeño cofre en el tenía un pequeño oso de peluche, algunas fotos, una carta y un anillo.

Cuando Yuzu escucho eso de inmediato supo de qué se trataba Y kaori continúo con la historia.

KAORIEl pudo leer la carta, una carta dirigida a ti, una carta que ella había escrito durante uno de sus años de universidad al leer ese trozo de papel se enfureció, su mundo se vino abajo, se dio cuenta que su esposa jamás lo aceptaría, que ella estaba enamorada de su hermanastra y pensó que solo se estaba burlando de él, el día que Mei regreso él no estaba en casa, ella se quedo en la sala leyendo un poco. Cuando el llego borracho como siempre y la vio, se trasformo en otro hombre comenzó a gritarle y se fue contra ella.

Los ojos de kaori se hicieron fríos y llenos de odio, eso hizo que Yuzu se sentara al filo de la silla, atenta a cada palabra que saliera de sus labios Kaori tomo un bebio de su bebida y continúo.

KAORI:La acorralo, la golpeo y…

kaori se detuvo en ese momento, como si lo que fuera a decir la lastimara.

KAORI:Y abuso sexualmente de ella.

Esas palabras hicieron a Yuzu temblar, no podía creer lo que estaba escuchando, en verdad el amable gerente sería capaz de tal cosa, en verdad Mei tuvo que pasar por eso, no podía creer lo que esa mujer estaba diciendo, Mei había sufrido tanto y ella no había estado a su lado, había huido al otro lado del mundo las lagrimas salieron de sus ojos y no pudo evitar interrumpir a kaori antes de que siguiera hablando.

YUZU:Es un chiste? Estas jugando conmigo, por favor dime que es un chiste!

KAORI:Porque bromearía con algo así, si no crees en mi lo comprenderé a penas nos conocemos, pero puedes preguntarle a las chicas o a tus padres. Confirmaran cada palabra que te estoy diciendo.

YUZU:Dime que paso? Udagawa donde esta?

KAORI:No te preocupes, en el último informe que solicite a mi detective privado el sigue fuera de Japón ahora vive en México, tiene un pequeño restaurante.

YUZU:Porque está libre? Debería estar en la cárcel!

KAORI:Si me dejas continuar con la historia te lo puedo explicar.

YUZU:Lo siento. Por favor continua

kaori acepto las palabras de Yuzu y siguió relatando lo que había pasado.

KAORI:A la mañana siguiente Mei despertó en su recamara, completamente sola con un gran dolor en su cuerpo, tenia moretones en los brazos con las marcas de los dedos de Udagawa, en su cuello también tenía una marca parecida a lo que cualquiera diría que eran unas grandes manos, su ropa estaba completamente destrozada y sentía un gran dolor entre sus pierna. Mei no pudo más que asegurarse de que estuviera sola en su recamara y al hacerlo, cerró la puerta con llave y algún mueble que pudo mover hasta ese lugar. Después de sentirse un poco segura, entro a su ducha y comenzó a limpiar su cuerpo al mismo tiempo que comenzó a llorar. Cuando termino y estaba lista con ropa limpia escucho como tocaban a su puerta, era Udagawa pidiendo perdón, jurando que no sabía que le había pasado y prometiendo que eso jamás volvería a pasar. Mei solo comenzó a llorar y le pidió que la dejara sola, que se fuera, que necesitaba estar sola y tranquila. Al poco tiempo escucho como el coche de Udagawa se encendía y salía de la casa. Mei pudo ver por la ventana que en verdad él había salido. Aprovecho ese momento y salió corriendo, tomo su coche y fue al primer lugar que pudo pensar que estaría segura. Fue al consultorio de Sara, cuando llego al lugar la asistente pregunto si tenía alguna cita, vio a Mei tan alterada que pensó que era una paciente en crisis. Ella dijo que no, pero que necesitaba ver a Sara. Justo en ese momento Sara salía de su oficina para despedir a un paciente. Cuando vio a Mei supo que algo no estaba bien, jamás la había visto de esa forma, se acerco a ella y pregunto qué estaba pasando, ella no pudo más que comenzar a llorar, Sara le dijo a su asistente que llamara a sus próximas citas y cambiara la fecha, que argumentara un problema de salud, tomo a Mei y de nuevo cerrando la puerta y sintiendo la seguridad Mei colapso, solo podía llorar Sara no sabía que pasaba la pudo tranquilar lo suficiente para comenzar a hablar con ella. Le hizo la pregunta del millón, le pregunto qué era lo que estaba mal y como si fuera cualquier cosa Mei se lo dijo; le mostro las marcas en sus brazos, cuello, y espalda. Sara no pudo más que llorar y estallar en furia, perdió ella misma el control por un momento, pero se dio cuenta que no podía hacerlo, porque Mei la necesitaba tranquila para calmar su dolor. Pudo escuchar lo sucedido, pudo escuchar las palabras llenas de dolor que Mei podía expresar, Sara quería proteger a Mei, quería denunciar lo que había pasado, pero Mei estaba aterrada. Una vez calmada se fue a su casa de nuevo, al llegar pudo ver un gran arreglo de flores con una tarjeta pidiendo disculpas. Mei intentaba estar fuera de su casa todo el tiempo posible, trabajaba durante todo el día y llegaba muy tarde, sabiendo que Udagawa estaba dormido o no estaba en la casa así paso un mes, un mes en el que no lo había visto, su único contacto era atrás de una puerta o mensaje de texto. Ella estaba tan ausente de sí misma que no había notado algo importante. Había pasado un mes en el que su periodo tenía un retraso. Como si de una pesadilla se tratara recordó los hechos, temerosa de lo que podía pasar compro una prueba de embarazo casera, hizo la prueba y salió positivo.