cap 7 creo

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Me desperté en una cama grande y acolchada.

Abrí mis ojos lentamente y me encontraba en una habitación gigante, estaba alumbrada por la luz de una chimenea.

-          Mierda- susurre para mí.

-          Mi señora debería descansar- dijo Sebastian con su hermosa sonrisa.

-          ¿Sebastian ya estamos a salvo?- le pregunte mientras examinada toda la habitación.

-          No se preocupe…estamos todos bien- se acercó a mí con expresión seria-lamento haber llegado tarde- se acercó aún más y me agarro el rostro entre sus manos.

-          Pero…por lo menos no paso a mayores- dije con una sonrisa

-          Esta usted en lo cierto…no sabría qué hacer si hubiese sido peor- se acercó aún más y posos sus labios en los míos.

Sentí como una corriente eléctrica subía por mi nuca y luego bajaba hasta mi estómago.

Sus labios eran tan dulces que podría darme diabetes.

Abrí la boca ligeramente para tomar un poco de aire y Sebastian metió su experta lengua en mi boca. Nuestras lenguas bailaban y la temperatura subía.

-          S-s-Sebastian- dije casi sin aliento.

-          ___________- su voz sonaba suave, ronca y sexy.

Sabía a lo que nos llevaría este calentón de momento, no quería ser solo un calentón.

-          Sebastian – dije con un hilo de voz

-          Dime- dijo en tono suave e informal.

-          Me siento agotada- dije suavemente.

-          Es mejor que descanses- sonrió.

-          Pero…¿te podrías dormir conmigo?- pregunte con un leve rubor en mis mejillas

Lo único que hizo fue sonreír y abrazarme por la espalda. Yo me voltee y me acurruque en su fuerte pecho. Podía sentir su respiración tranquila mientras que la mía era irregular  a causa de su cercanía.

Quizás lo que sentía por Sebastian era una atracción. Pero…sabía que era más profundo.

A la mañana siguiente me levante  con mucha energía.

-          Sebastian – lo llame

-          Si- dijo en tono frio

-          Vamos a comprar un gato- esa fue la palabra para que sus hermosos ojos se abrieran enormemente.

-          Quiere un gato- casi podía decirse que estaba feliz.

-          Si- dije con  entusiasmo

-          Está bien vamos a comprar un gato- dijo algo resignado.

Estaba  actuando extraño y no sé por qué.

SEBASTIAN

Estoy sumergido en un mar  de confusiones.

Mis sentimientos por _______ están enredados y no los logro comprender.

Lo que no logro comprender es porque tengo la necesidad de tener un contacto más profundo con ella.

 Deje de pensar en esa encrucijada y me dispuse a ponerme unos jeans oscuros  y una camisa blanca.

Baje las escaleras y me senté en el recibidor para esperar a ________.

Cuando bajo, pude ver que tenía un hermoso vestido corto de verano rojo. Se veía hermosa. No pude evitar que mis ojos se posaran en su perfecta anatomía humana.

-          ¡Vamos  por el gato!- dijo ella con mucho entusiasmo. Se veía hermosa. (Sebastian concéntrate).

Fuimos a la tienda de mascotas más cercana y pude ver como unos chicos veían a _____ de manera inapropiada. Provocando que mi sangre hirviese.

-          Aquí es- dijo _____ con una gran sonrisa.

Entramos a la tienda de mascotas y solo veía perros y hámster y todos los animales existentes, menos gatos.

-          Claro que tenemos gatos hermosos- será maldito.

-          Ves cariño…te lo dije-  abrace a _______ por la cintura, como lo haría cualquier pareja real- será una excelente compañía para nuestro bebe- no entiendo por qué lo dije,  pero, quería hacer saber al imbécil del mostrador que ella es mía.

-          Si por aquí- nos guio el joven imbécil mientras que _______ me miraba extrañada. Solo me dispuse a sonreír.

-          Estos son los gatos que tenemos- le dijo a _______. Esto es el paraíso, son tan hermosos, son tan esponjosos.

-          Son tan lindos- dijimos al unisón _____ y yo. Ella me miro y sonrió al igual que yo.

-          Entonces cual van a adoptar- dijo el joven aun mirando a _______.

-          Ven Sebastian vamos a escoger- agarro mi mano y me arrastro.

Optamos por un gato negro, tenía los ojos azules, simplemente era perfecto y el nombre que le puso ______ fue Purfuruberto. Es un nombre poco común.

Salimos de la tienda y nos dirigimos al hotel.

-          No te gusta Sebastian- dijo ______ mientras molestaba a Purfuruberto.

-          No es eso- dije resignado- es solo que estoy un poco pensativo- dije finalmente

-          Vale, cuando dejes de estar pensativo, puedes jugar con Purfuruberto- se fue a su habitación.

Y allí fue cuando me di cuenta de que lo había arruinado.

MI DEMONIO FAVORITO (Sebastian Michaelis y tú) *Pausada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora