CAP 4

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Cuando desperté, sentí  el embriagador olor a menta.

-          Hueles bien – dije inconscientemente.

-          Qué bueno que le guste mi olor mi señora- dijo aquel hombre misterioso

-          S-S-SEBASTIAN- grite mientras hacia consiente donde estaba – b-b-bájame por favor- dije ruborizada.

-          Me temo que eso no será posible- dijo Sebastian

-          Como que no, bájame ahora- dije ahora aún más irritada

-          Se ha percatado de donde nos encontramos- dijo Sebastian, lo cual despertó mi curiosidad, y con solo ver por encima de mi hombro…logre ver que estábamos en una altura poco afable para mi sistema digestivo.

-          N-n-n-n-no m-m-m-m-me sueltes- dije tartamudeando

-          No lo pensaba hacer mi señora- dijo Sebastian mientras apartaba un cabello de mi rostro – es usted considerablemente hermosa- dijo Sebastian acercándose más a mi rostro – pero ahora no hay tiempo para admírala, ahora hay que ver cómo nos bajamos de aquí-dijo el  mientras buscaba con su mirada algún lugar donde apoyarnos para poder bajar.

-          Qué tal si bajamos por…- no me dejo terminar ya que saltó hacia un techo más bajo y luego a otro y a otro, hasta llegar al amado suelo.

-          ¡TIERRA!- dije en tono alto mientras me acurrucaba en el suelo

-          No arruine su vestido mi señora…ahora nos tocara ir a una tienda para comprar más ropa-

-          A propósito donde estamos- dije mientras me ponía en pie con la ayuda de Sebastian.

-          Al parecer estamos en Paris- dijo Sebastian señalando la torre Eiffel

-          Si Paris- dije poco entusiasmada- ven conozco una tienda- dije mientras recordaba aquellos malos momentos en esta ciudad.

Entramos a la tienda y lo primero que vi fueron unos hermosos jeans oscuros.

-          Me comprare estos jeans y una blusa cualquiera-dije  mientras  entraba en el vestidor.

Cuando entre al vestidor, pude sentir como alguien retiraba la cortina y me miraba

-          Le ayudo – dijo Sebastian decidido.

-          No es…necesario- dije mientras él hacía caso omiso a lo que había mencionado anteriormente.

Lentamente subió y se puso a mi nivel dejando nuestros rostros tan cerca cómo se podía.

Acaricio lentamente con su dedo  pulgar mi mejilla y luego por mis labios. Cuando  de un momento a otro nuestros labios se volvieron a juntar en un ardiente beso.

No sabía por qué lo hacía o porque me dejaba…simplemente me dejaba llevar por el momento.

-          No entiendo mi señora- dijo Sebastian una vez nos separamos – ¿sabe usted porque cada vez que la veo, tengo la necesidad de tener un contacto tan íntimo con usted?- tenía una respuesta pero no sabía si era la correcta.

-          No sé qué sea pero tengo una pequeña teoría- dije mientras Sebastian me bajaba de la posición indecorosa en la que me encontraba- puede…o quizás me equivoque…que sea una atracción – dije mientras me ruborizaba

-          Atracción…es lo que siente un humano por otro ¿verdad?- dijo Sebastian-pero al parecer no solo los humanos lo sienten- dijo Sebastian mientras dirigía su mirada a mis labios, no pude evitar sonrojarme – entonces eso quiere decir que… me siento atraído hacia mi ama-dijo en tono afirmativo. El calor subía por mi cuerpo lentamente y la temperatura en el vestier aumentaba.

Nos acercamos aún más y nuestros labios se volvieron a encontrar como dos amantes  que se buscan mutuamente  y se encuentran después de un largo tiempo separados.

Así lo sentía yo, la verdad no sé cómo lo sentía Sebastian. Y sí, tengo mucha curiosidad por saber qué es lo que siente Sebastian al estar en contacto conmigo.

MI DEMONIO FAVORITO (Sebastian Michaelis y tú) *Pausada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora